Armando Ortuño Padilla, Jairo Casares Blanco
En la actualidad, alrededor de 170.000 personas residen en el histórico corredor del Vinalopó. Su pasado y el marcado carácter industrial y exportador de sus ciudades no pueden entenderse sin su localización estratégica en el eje de comunicación entre la ciudad de Alicante y el resto de la península. En este artículo se analizará la importancia de las infraestructuras de transporte en el desarrollo socioeconómico del corredor del Vinalopó. Este repaso servirá para interpretar el impacto de las infraestructuras en su contexto histórico, incidiendo especialmente en el papel que ha jugado el transporte terrestre en la evolución de esta zona hasta el presente, así como su posible rol en el futuro de estas comarcas. Desde la aparición disruptiva del ferrocarril y la expansión de la red ferroviaria en el siglo XIX hasta la hegemonía del transporte por carretera en los últimos sesenta años, las infraestructuras de transporte han moldeado y matizado el desarrollo económico y social del corredor del Vinalopó. Tras una mirada al pasado, se hacen patentes los desequilibrios actuales en los modos de transporte terrestre, de los que surgen los retos y oportunidades actuales. Una apuesta decidida por el ferrocarril es imprescindible para aumentar la competitividad del corredor y la calidad de vida de sus residentes, impulsando el corredor del Vinalopó mediante una potente línea de cercanías para viajeros y la implementación de intercambiadores para mercancías. Además, se precisa mejorar los niveles de servicio de la actual autovía A-31 mediante la ejecución del tercer carril.
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