María José Torres Jaén, María Salas Cassinello, Gádor Bogas Herrera
Las reacciones alérgicas o de hipersensibilidad a antibióticos son causa habitual de consulta en los Servicios de Alergología. Los antibióticos betalactámicos (penicilinas y cefalosporinas, principalmente) son los más implicados. La piel es el órgano que con mayor frecuencia resulta afectado, aunque también puede afectarse cualquier otro órgano.
Estas reacciones alérgicas se clasifican en inmediatas (los síntomas aparecen en menos de una hora tras la toma del medicamento) y no inmediatas (aparecen cuando ha transcurrido más de una hora de su toma).
Es importante estudiar cualquier sospecha de alergia a antibióticos, ya que menos de un 30 % de los pacientes inicialmente catalogados como alérgicos lo son realmente.
El estudio diagnóstico es complejo y no exento de riesgos, por lo que solo es factible llevarlo a cabo en unidades o servicios de Alergología. Se basa en la realización de pruebas cutáneas, pruebas de exposición controlada y, en algunas ocasiones, una analítica específica.
El manejo inmediato de las reacciones alérgicas incluye la administración de tratamiento, así como el cese y la evitación del grupo del antibiótico implicado.
La desensibilización permite administrar a un paciente el antibiótico al cual es alérgico, cuando no existe otra alternativa de eficacia equivalente.
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