Madrid, España
El vocablo alergia lo acuñó el médico austriaco Clemens Peter Freiherr von Pirquet (1874- 1929) en 1906.
En 1901, los científicos Charles Robert Richet (1850-1935) y Paul Jules Portier (1866- 1962), al buscar un suero para picaduras de medusa descubrieron una grave reacción alérgica, la anafilaxia, que le valió a Richet el Premio Nobel de Medicina en 1913.
En 1967 se descubrió una proteína, la IgE, causante de los procesos alérgicos. El hallazgo se debió al matrimonio Ishizaka y a los científicos Wide, Bennich y Johansson, de la Universidad de Uppsala.
En 1873 el médico inglés Charles Harrison Blackley (1820-1900) descubrió las pruebas cutáneas.
En 1919 el doctor Maximilian Ramírez describió en Nueva York el caso de un paciente que a las dos semanas de recibir una transfusión de sangre sufrió un ataque de asma a los pocos minutos de montar en un coche de caballos. Obtuvo una prueba cutánea positiva con epitelio de caballo. El donante era asmático y alérgico al caballo.
En 1933 el químico hispanofrancés Ernest Fourneau (1872-1949), que trabajaba en el Instituto Pasteur, en colaboración con Anne Marie Staub, descubrió los primeros antihistamínicos.
En 1897 el dermatólogo judío alemán Heinrich Koebner (1838-1904) publicó dos casos de reacción cutánea por quinina, introduciendo en la literatura médica el término exantema medicamentoso, que todavía empleamos en la actualidad.
Carlos Jiménez Díaz (1898-1967), catedrático de Patología y Clínica Médicas, inició la Alergología en España y creó en 1948 la Sociedad Española de Alergia, origen de la actual Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
El asma y la alergia influyeron en la obra de escritores como Marcel Proust, José Lezama Lima, Mario Benedetti y músicos como Antonio Vivaldi, Alban Berg y Arnold Schönberg.
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