Valladolid, España
En 1492 Colón se encontró con un mundo desconocido que entendió que era Cipango (Japón), pues creía haber llegado a Oriente navegando hacia poniente. Lo que vio era sorprendente, tanto la naturaleza como los nativos, si bien no se tardó en considerar que ese Nuevo Mundo reflejaba la idea fantástica que se tenía a través de diferentes escritos de época medieval, la cual no cambió a pesar de ampliarse los descubrimientos en las siguientes décadas y entroncar con culturas desarrolladas. El objetivo principal de la expedición colombina, y las que se sucedieron, era encontrar oro, que se suponía que había en cantidad. A su vez, para llevar a cabo el viaje hizo falta dinero, y ante la escasez de numerario en el tesoro real, Isabel la Católica se ofreció a pignorar sus joyas para poder financiar la empresa. El oro fue la obsesión de los conquistadores, incluso después de que llegasen a Europa las obras de arte mexicas enviadas por Cortés, que tanto alabó Durero.
In 1492 Columbus met an unknown world that he understood to be Cipango (Japan), as he believed he had reached the East by sailing west. What he saw was surprising, both nature and the natives, although it did not take long to consider that this New World reflected the fantastic idea that was had through different writings of medieval times, an idea that did not change despite expanding the discoveries in the following decades and connect with developed cultures. The main objective of the Columbian voyage, and those that followed, was to find gold, which was supposed to be in quantity. In turn, money was needed to carry out the expedition, and given the shortage of cash in the royal treasury, Isabella the Catholic Queen, offered to pledge her jewels in order to finance the trip. Gold was the obsession of the conquerors, even after the Mexican works of art sent by Cortés, which Dürer praised so much, reached Europe.
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