Jesús Jiménez Gómez, Mónica Rodríguez Salas
Las enfermedades fibroquísticas hepatorrenales (EFQHR) son un conjunto de trastornos generalmente de herencia autosómica recesiva, caracterizados por el desarrollo anormal en el sistema portobiliar junto a una degeneración fibroquística renal. Estos trastornos son denominados ciliopatías debido a una alteración en los cilios primarios, que son organelas microtubulares situadas en las superficies celulares, tanto en el epitelio renal como biliar y a nivel de otros órganos como el epitelio respiratorio, retiniano o pancreático. Estas organelas funcionan como transductores de señal entre los espacios intra y extracelular y también poseen ciertas funciones en la morfogénesis y homeostasis. La alteración en el cilio primario por una mutación se traduce en la producción anormal de las proteínas denominadas fibrocistina, policistina y nefrocistina Estos cambios inducen histológicamente una proliferación de los colangiocitos y depósito anormal de matriz extracelular. Están consideradas como enfermedades multisistémicas, y pueden asociarse a malformaciones del sistema nervioso central, defectos esqueléticos, degeneración retiniana u obesidad. Dependiendo del momento de la alteración en el desarrollo de la placa ductal en el que se produzca y la localización de la vía biliar afectada, se clasifican en distintas entidades como: fibrosis hepática congénita (FHC)/síndrome de Caroli (SC)/enfermedad de Caroli, enfermedad poliquística renal autosómica dominante, hamartomas biliares o enfermedad de Von Meyenburg. Todas ellas presentan unas características comunes: una anomalía genética subyacente y una asociación a enfermedades renales en menor o en mayor medida.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados