Canadá
El TH constituye el tratamiento estándar para lactantes, niños y adolescentes con enfermedad hepática crónica avanzada, fallo hepático agudo (FHA), trastornos metabólicos de causa hepática y ciertos tumores hepáticos. La indicación más frecuente de TH en la edad pediátrica es la atresia biliar (AB), que representa hasta el 38% de todas las indicaciones de TH en nuestro país. La supervivencia después del TH pediátrico ha mejorado mucho desde sus inicios, alcanzando resultados por encima del 90% al año postrasplante en muchos centros. La derivación temprana de los posibles candidatos a TH a un centro especializado de TH, la buena comunicación entre pediatras y subespecialistas y un riguroso proceso de evaluación, selección y priorización de candidatos son piezas claves para el alcance de los mejores resultados posibles antes y después del TH. Consideramos como momento óptimo para el TH cuando, a pesar del riesgo quirúrgico e inconvenientes asociados al tratamiento inmunosupresor, el TH representa un beneficio positivo sobre las complicaciones de la enfermedad de base o el deterioro en la calidad de vida del paciente. La utilización del índice de PELD en niños menores de 12 años (MELD en ≥ 12 años) permite estimar el riesgo de muerte en niños con enfermedad hepática crónica, mientras que en situación de FHA los criterios del King's College Hospital pueden ser de utilidad en la toma de decisiones hacia el TH. El seguimiento postrasplante del paciente se va a centrar en optimizar la calidad de vida a medio-largo plazo, directamente relacionada con las medidas terapéuticas (inmunosupresión, etc.) encaminadas a la prevención de las posibles complicaciones que pueden presentar estos pacientes y, por otro lado, las dirigidas al tratamiento propio de dichas complicaciones (rechazo, infección, PTLD, etc.).
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