Se puede decir que la pandemia de COVID-19 que estamos sufriendo divide a la población entre los que piensan que el SARS-CoV-2 tiene un origen natural y los que están convencidos de que es un virus artificial que se escapó del laboratorio. En este artículo se dan las pruebas que apuntan a que, con toda probabilidad, el origen del virus es natural. Solo la falta de trasparencia del gobierno chino impide descartar las hipótesis conspiranoicas y negacionistas.
The current COVID-19 pandemic is arguably dividing the population between those who believe that SARS-CoV-2 has a natural origin and those who are convinced that it is a man-made virus that escaped from the laboratory. This article provides evidence for its likely natural origin. Only the Chinese government’s lack of transparency prevents the conspiracy and denialist hypotheses from being dismissed.
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