Última modificación: 16-01-2020
Resumen
Las similitudes entre las ciudades novohispanas, basadas en el modelo fundacional español apoyado en la retícula, son evidentes. Sin embargo, cada ciudad sostiene una estrecha relación en cuanto a su crecimiento y desarrollo morfológico con las condiciones particulares, tanto sociales como naturales, del contexto en el que se inscriben, lo que les fue imprimiendo un carácter propio. En el caso de Guadalajara, las barranquitas, el arroyo del Arenal, el ferrocarril y el río San Juan de Dios, figuran como algunos de los factores principales que definieron la configuración de la traza urbana.
Estos factores no sólo concretaron el sentido y la orientación del crecimiento de la ciudad, sino que también definieron la morfología de las manzanas, con cuatro tipologías de esquina sobresalientes: la esquina cuadrangular, la esquina aguda, la esquina ochavada y la esquina radial. Estas esquinas del estrato urbano se materializaron en una de las cinco tipologías arquitectónicas de esquina principales: la esquina con pilastra, la esquina con hornacina, la esquina con balcón corrido, la esquina ochavada y la esquina curva, resultantes del pensamiento humano de un momento específico.