Si la adolescencia es un período de descubrimientos y de angustias, pero también de grandes preguntas, se podría afirmar que estas preguntas han hallado respuesta satisfactoria al superar la adolescencia e ingresar en otra etapa de la vida; o simplemente, si en la mayor parte de los casos, se han suprimido, olvidado o resignado. Al reducirse las angustias e inquietudes de la adolescencia y entrar en un período corporal y social más estable, las preguntas existenciales se olvidan. ¿No sería más certero postular que es frecuente en la sociedad actual que la adolescencia se reprima pero no se supere?
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