LA FUNDICIÓN LA NAREDINA (1871-1882)

Un proyecto frustrado en la industrialización del concejo de Lena

José Antonio Vega Álvarez

Investigador independiente

Joseantoniovegaalvarez@hotmail.com

Texto completo: VEGA ÁLVAREZ, José Antonio – La fundición La Naredina (1871-1882)

Palabras clave: fundición, La Naredina, patrimonio industrial, metalurgia, Valle del Naredo

Keywords: foundry, industrial heritage, metallurgy, Naredo Valley

Resumen: 

Con este artículo se pretende arrojar luz sobre los orígenes, existencia (efímera) y desaparición de La Naredina, una casi desconocida instalación metalúrgica surgida en los inicios de la industrialización en Lena. Se situaba a orillas del río Naredo, aprovechando la cercanía de los yacimientos de carbón y hierro existentes en el valle y en las faldas del Aramo, respectivamente. Fue impulsada por el ingeniero francés Augusto Bailly, apoyado por una veintena de inversores que en 1871 crearon la «Sociedad metalúrgica de La Naredina». Sin embargo, las dificultades para transportar la producción y extraer el carbón conducirían al cierre de la fábrica pocos años después de iniciarse la actividad. Aunque las explotaciones mineras continuaron en la zona, no fue posible reflotar la fundición. Sus ruinas permanecieron durante décadas olvidadas bajo la maleza hasta que fueron derribadas a principios de los noventa.

Abstract:

This article aims to shed light on the origins, existence (ephemeral) and disappearance of La Naredina, an almost unknown metallurgical facility that emerged at the beginning of industrialization in Lena. It was located on the banks of the Naredo River, taking advantage of the proximity of the existing coal and iron deposits in the valley and on the slopes of the mountains of El Aramo, respectively. The French engineer Augusto Bailly, supported by about twenty investors, was the promotor of the “Metallurgical Society of La Naredina”, founded in 1871. However, difficulties in transporting production and extracting coal would lead to the closure of the factory a few years after the activity began. Although mining continued in the area, it was not possible to refloat the foundry. For decades, the ruins remained forgotten under dense brushwood until they were demolished in the early 1990s.