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		ENTREVISTAS Y REPORTAJES
		Compromiso y relación de ayuda Entrevista a Francisco Megías Lizancos, Profesor Titular de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Alcalá María Teresa Lluch Canut Catedrática de Enfermería Psicosocial y Salud Mental. Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona, España Manuscrito recibido el 21.4.2012 Manuscrito aceptado el 27.5.2012 Presencia 2012 ene-jun; 8(15)
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Lluch Canut, María Teresa. Compromiso y relación de ayuda. Entrevista a Francisco Megías Lizancos, Profesor Titular de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Alcalá. Rev Presencia 2012 ene-jun, 8(15). Disponible en <https://www.index-f.com/presencia/n15/p0184.php> Consultado el

Presentación

    Don Francisco Megías Lizancos es Profesor Titular de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Alcalá. Director de la Cátedra "Francisco Ventosa" para el Fomento y la Difusión de la Investigación en Enfermería de Salud Mental Comunitaria. Enfermero especialista en Psiquiatría por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Salud Comunitaria por el Instituto de Salud Carlos III. Director del Máster en Counselling del Instituto Galene. Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (ANESM).

Los que llevamos años trabajando en el ámbito de la Enfermería de Salud Mental conocemos al profesor Francisco Megías y su amplia trayectoria profesional. Sabemos también de su gran valor humano y de su dedicación continua y constante en diversos proyectos. Y justamente porque reconocemos y valoramos su trayectoria, nos complace presentar esta entrevista, en la que hemos pedido al Sr. Megías que comparta con nosotros algunos de los trazos más relevantes de su dilatada carrera profesional, junto con sus reflexiones personales.
 

Pregunta: ¿Podría explicarnos como decidió dedicarse a la enfermería de salud mental?
Respuesta: No sé qué decirle, creo que la orientación de las actividades principales que uno va a desarrollar a lo largo de su vida tiene que ver, en gran medida, con las vivencias en la infancia. Mi infancia fue en un ambiente rural en el que había gran escasez de medios: económicos, materiales, etc.; que si lo comparamos con el momento actual, sería irreconocible. En aquel ambiente, lo que sí que había, tanto en mi familia como en el entorno inmediato, era una gran solidaridad y una actitud positiva para compartir absolutamente todo; dándose un gran compromiso entre las personas del barrio en el día a día y con una proyección de futuro. Tanto se compartía que cuando un ama de casa prendía la lumbre avisaba a las vecinas para que con un pabilo (en este caso la parte interior de la panocha de maíz), a modo de antorcha, tomasen fuego para ir enciendo las chimeneas en las distintas casas. Igualmente, para la matanza del cerdo las vecinas se ponían de acuerdo para hacerla en fecha distinta y, de esta manera, compartir los útiles: una aportaba las trébedes, otra la caldera para cocer la cebolla, los hombres aportaban la leña, etc. Había una gran conciencia social y la proyección de futuro tenía que ver entre otras cosas, con intentar que los niños fuesen a la escuela, a veces simultaneando la actividad escolar con el trabajo del campo o las faenas que habían de hacer en la casa, y encargando a las niñas de más edad de lo que entonces se denominaba "dar escuela", esto es, enseñar lo que sabían de lectura, escritura y cuentas a los menores. Las actividades que las personas llevaban a cabo alrededor de hermandades o movimientos religiosos tenían un fin transversal, que les conducía a actividades solidarias y de apoyo a los más necesitados. Mi madre nos enseñó a leer y a escribir, entre otras cosas, porque no se atrevía a enviarme a la escuela, a la que accedí a la edad de siete años, ya que estaba ubicado justo en la carretera nacional y esto lo consideraba peligroso. Estudié bachiller en un seminario, que era en aquel momento el lugar donde estudiábamos los hijos de los pobres, y donde los principios de solidaridad y hermandad también estaban muy presentes. Es por todo ello que, cuando estudié la carrera de Enfermería en un hospital psiquiátrico encontré la posibilidad, como enfermero en el ámbito de la Salud Mental, de desarrollar esos principios adquiridos anteriormente. Ni que decir tiene que mi relación con Don Francisco Ventosa, de alguna manera, también fue orientando mi dedicación al ámbito de la salud mental.

P: Pensando en los muchos años que lleva en el ámbito de la enfermería de salud mental, ¿diría usted que continúa manteniendo los ingredientes de "entusiasmo" e "ilusión" por la profesión? Y si la respuesta es afirmativa, ¿cómo lo ha conseguido? Necesitamos formulas, especialmente para transmitirlas a la gente joven.
R: Mantengo los ingredientes de entusiasmo e ilusión por trabajar con personas que tienen problemas de salud, entendida ésta como bienestar, y problemas evidentes o potenciales. Esto tiene una traducción en lo profesional, pero la profesión enfermera no tiene ningún sentido si los principios de solidaridad y ayuda no están presentes. O sea, prefiero hablar de principios y objetivos que guíen la acción del enfermero, que de profesión propiamente dicha. Así es que creo que mantengo el entusiasmo y la ilusión gracias a esos principios. El mérito de haberlo conseguido no es solo mío sino también de las muchas personas con las que he trabajado y de las que he recibido reconocimiento y apoyo constante en mi labor. Un ejemplo claro de lo que digo ha sido el trabajo con el grupo de autoayuda de madres de pacientes mentales de Alcalá de Henares. Principalmente ellas, con las que llevo trabajando 18 años, aunque mi actividad con grupos ha sido muy diversa y extensa. Continuando con la última parte de su pregunta, le diré que a la gente joven, futuros profesionales, hay que intentar ayudarles desde el aula a tomar conciencia profunda de la superior "bondad" de la profesión enfermera. Es importante que el compromiso profesional se transmita desde el aula, para favorecer un aprendizaje significativo, donde el alumno construya conocimiento y competencia profesional, siendo capaz de gestionar adecuadamente sus propias emociones, autoconocimiento y responsabilidad en el reto del cuidado. Considero que las futuras enfermeras deben llevar a cabo un proceso de interacción con la comunidad, considerando las distintas etnias o culturas, expresando su compromiso con ellas con el respeto, la constancia en la acción y la presencia a lo largo del tiempo.

P: Usted es un enfermero "completo", ya que ha realizado todas las funciones de la enfermería: asistencial, docente, gestión e investigación. ¿Podría señalarnos los trazos más significativos de su carrera profesional en cada una de estas funciones?
R: Creo profesora Lluch, que no soy un enfermero completo en el sentido que puede entender la sociedad de hoy. No obstante, serán otros los que valoren mis acciones de la manera que crean o entiendan. En mi actividad asistencial, me siento muy satisfecho de haber trabajado en la integración familiar y social de niños cuya problemática principal era la de tener convulsiones y disconductas. En estos niños de entre cinco y 12 años, una vez ingresados, en muchas ocasiones, se daba la desvinculación familiar más absoluta. En el trabajo en unidades de salud mental, trabajé intensamente en actividades grupales y, entre otros, como enfermeras especialistas en salud mental, desarrollamos un programa de apoyo a las enfermeras de atención primaria de salud. Este programa tenía tres ámbitos de actuación: en la consulta de la enfermera que solicitaba la intervención, en la visita de atención domiciliaria y en el apoyo docente, enfocado desde el programa docente del área de salud y desde las actividades docentes (discusión de casos, protocolos de intervención, etc.) en el propio centro de salud. En el ámbito docente, he impartido las asignaturas de Enfermería Comunitaria y Ecología Humana, Salud Mental y Relaciones de Ayuda Mutua. Es de destacar el trabajo de intervención grupal que llevan a cabo los alumnos dentro de la asignatura de Enfermería Comunitaria. Éstos identifican un grupo social al que ofertan servicios enfermeros y realizan una intervención grupal; generalmente se trata de un tema propuesto por el grupo, y que suele girar alrededor de dos propuestas: intervenciones en situaciones urgentes y temas vinculados a la salud mental. Las investigaciones llevadas a cabo han girado alrededor de la actividad grupal y de las capacidades de autocuidados en personas mayores, dependientes y con problemática de salud mental. Y con respecto a mi actividad en el mundo de la gestión, me siento muy satisfecho destacando que trabajando con el equipo directivo de atención primaria en el Área Asistencial núm. 3 de la Comunidad de Madrid, se pusieron en marcha en un tiempo record de 11 meses, 12 centros de salud, lo que supuso un gran trabajo de coordinación con las distintas autoridades sanitarias y municipales, y una importante contratación de profesionales (más de 130 enfermeras), así como la contratación y gestión de espacios.

P: Nos gustaría que desarrollara una presentación de esa magnífica cátedra que dirige para que, a partir de sus palabras, los que conocemos al Dr. Francisco Ventosa disfrutemos leyendo y aquellos que no tienen el placer de conocerle puedan captar el significado tan importante que esta cátedra tiene para la enfermería de salud mental de nuestro país.
R: La Cátedra "Francisco Ventosa" para el Fomento y la Difusión de la Investigación en Enfermería de Salud Mental Comunitaria, surge como acuerdo de colaboración entre la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Alcalá y la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (ANESM), siendo su objetivo el fomento y difusión de la investigación en cuidados en el ámbito de la salud mental comunitaria, figurando entre sus funciones el desarrollo de proyectos de investigación en cuidados en dicho ámbito, la transferencia de sus resultados, así como la formación y la divulgación científica con ellos relacionada. A ella pueden adscribirse cuantos investigadores y profesores deseen participar en sus actividades docentes, investigadoras y de asesoramiento, tanto a nivel nacional como internacional. Por otro lado, quiero significar que la denominación ha recaído en el Dr. Ventosa Esquinaldo a modo de reconocimiento que, tanto desde la Facultad como desde la ANESM, se ha querido plasmar de una forma explícita, por los méritos que en este historiador de la Enfermería de Salud Mental recaen. El Dr. Ventosa cuenta con una dilatada vida profesional, habiendo sido en varios periodos director de Escuela Universitaria de Enfermería y de Escuela de Enfermeros Psiquiátricos. Ha sido gerente en distintos hospitales y actualmente es el director de la Escuela de Enfermería de San Juan de Dios de Sevilla. Fue promotor de los primeros congresos de Enfermería de Salud Mental y cofundador de la ANESM. Cuenta con diversos premios por sus investigaciones y es autor de varios libros de historia de la Enfermería Psiquiátrica. Los profesionales, sus antiguos alumnos y sus muchos amigos y amigas se congratulan de este reconocimiento.

Efectivamente, ¡somos muchos los que nos congratulamos de ese reconocimiento! Desde estas líneas terminamos la entrevista al profesor Francisco Megías dándole las gracias por compartir vivencias, reflexiones y saber.