La teoría de la mente extendida, dada a conocer por Andy Clark y David Chalmers en 1998, sostiene que la mente humana se distribuye a través de los artefactos y sujetos situados en el contexto. Si hasta ahora la mediación de estos artefactos requería siempre de la interacción humano-tecnología (artefactos primarios y secundarios), el desarrollo tecnológico ha supuesto que en la actualidad estas tecnologías puedan llevar a cabo procesos de interacción tecnología-tecnología (artefactos terciarios), dejando fuera de la ecuación al ser humano. Este trabajo pretende reflexionar sobre el potencial transformador de los artefactos digitales en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados