El padre Brown, uno de los personajes creados por el ingenio de G. K. Chesterton, se presenta como una especie de alter ego del escritor británico que, en su búsqueda de comprensión de los problemas espirituales subraya recurrentemente la necesaria e indisoluble unión entre fe y razón. En sus relatos, Chesterton plasma de diversas maneras los hallazgos que le ha proporcionado su andadura espiritual y su búsqueda de la verdad. En este artículo, se presentan muchas de las intuiciones teológicas que el llamado príncipe de las paradojas plasmó en las pesquisas y reflexiones de tan peculiar detective.
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