Sigue siendo el hombre sin miedo de siempre a quien no es fácil doblegar, pero la institución que representa le hace emplear un tono muy cuidadoso en las formas y milimétricamente calculado en el fondo. Juan María Atutxa, presidente del Parlamento vasco, hace de tripas corazón. Dice que el PNV jamás será rehén de ETA y reconoce abiertamente que él no olvida
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