Número 51 | Junio de 2020
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El cartel de las fiestas de Santiago de Compostela de 1906.
Un nuevo diseño de Félix Lafuente

The local festivities poster of 1906 for Santiago de Compostela
A new design by Félix Lafuente
 
 

Resumen:

El trabajo de Félix Lafuente como ilustrador añade un nuevo ejemplo con el cartel de Fiestas de Santiago de Compostela en julio de 1906, año en el que Pamplona también había contado con cartel de fiestas de San Fermín diseñado por el pintor oscense.


Abstract:

The poster for the local festivities of St. James in Santiago de Compostela in July 1906 is a new example of Félix Lafuente's work as an illustrator added to another one made that year by the painter from Huesca for the Pamplona festivities of St. Fermin.

Palabras clave castellano: Félix Lafuente, cartel, Santiago de Compostela, 1906.
Palabras clave inglés: Félix Lafuente, poster, Santiago de Compostela, 1906.

 

Félix Lafuente Tobeñas (Huesca 1865-1927) fue, sin duda, el mejor pintor de paisaje con el que contó el Altoaragón en el periodo entre los siglos XIX y XX. Aunque no sean nada desdeñables sus retratos, –como el de La Torrereta con el que se aproximó de modo más evidente a la manera de los impresionistas– , cuando se enfrentó al paisaje de la provincia logró sus máximas cotas de intensidad con el lenguaje de la pintura. Recorrió Aragón, es cierto, pero el Pirineo, los Mallos de Riglos o el paisaje de la Hoya desde la huerta familiar, las ermitas que rodean la ciudad, las albercas, fueron los temas que hicieron del oscense uno de los más ilustres olvidados por una ciudad que ha hecho del olvido de los suyos una de sus señas de identidad desde siempre (O Osca, Osca, nonaginta et novem turres habes, alienos amplecteris et proprios despicis…)

Por su formación en Madrid en el taller de los escenógrafos del Real, Busato y Bonardi, y posteriormente en el que compartió con Amalio Fernández, Lafuente iba a ser pintor escenógrafo, como afirmaba –firmaba­– en algunos de los exquisitos carbones trazados en la Escuela de Artes de la madrileña calle de los Estudios. Pero la difícil convivencia con Amalio (que fue conflictivo allá donde residió, Madrid, París o Hollyvood) lo devolvió a su ciudad en la que las posibilidades para un escenógrafo eran más bien escasas, por lo que centró su trabajo como pintor en el retrato y el paisaje.

Sí que mantuvo abierto un taller de escenografía en Zaragoza, con Alfredo Yuste, los años que residió en la capital aragonesa, en el entorno de la Exposición Hispano francesa conmemorativa del primer centenario de los Sitios, pero también en esa época (1906 - 1913 aproximadamente) fueron el retrato y el paisaje tema primero de su pintura. El traslado a la capital durante esos años, en los que contó con el respeto y la amistad de muchos zaragozanos que lo consideraban como uno más, fue provocado por su conocimiento de las artes suntuarias, que tan necesarias se evidenciaban en la capital del Ebro, tanto para decorar los abundantes edificios de corte modernista que se estaban levantando en la creciente almendra ciudadana, como en las construcciones, alguna de ellas efímeras, que compondrían la gran Exposición de 1908.

Su dominio del dibujo hizo que se convirtiera, durante el tiempo en el que la fotografía no se universalizó en la prensa diaria, en redactor gráfico del Heraldo de Aragón, para el que ya había comenzado a colaborar esporádicamente desde la visita del Rey  a las obras del Canfranc, a principios de siglo (Alvira, 1996). Dibujos a pluma de toda condición, en ocasiones con aguadas de tinta china, aparecieron en las páginas del periódico regional: abundantes retratos y caricaturas de personajes zaragozanos, paisajes, escenas de juicios, rincones de la capital, trajes regionales, torres aragonesas (Veras, 1995)

Lafuente contribuyó a la decoración de importantes edificios, como el Mercantil y de algunos pabellones de la Exposición Hispano Francesa, de la que trazó una colección de postales que dejan constancia no solo de todos los edificios y monumentos que la compusieron sino también de las multitudes que acudieron a la muestra desbordando las previsiones más optimistas (Pamplona, 1911).

Hasta ahora se habían podido catalogar cuatro carteles firmados por el oscense. El primero, con el que sin duda se hizo más popular en Zaragoza, el de las fiestas del Pilar de 1901. Dionisio Lasuén le dedicó un elogioso artículo en el Heraldo, con el que atacaba la tacañería del Ayuntamiento que no había pagado ni el cartel de fiestas ni el de toros que había preparado Marcelino de Unceta como venía siendo habitual en las dos últimas décadas del siglo XIX (Serrano, 2002). No hubo concurso ese año, sino que fue Valenzuela la Rosa el que propuso el trabajo de Lafuente para el cartel y fue aceptado por la comisión municipal. La mezcla de elementos clásicos en el tema central con toques modernistas en las orlas, va a ser característica habitual tanto en los escasos carteles cuanto en los más abundantes diplomas o portadas de revistas y libros que le serían encargados por los ayuntamientos y las diputaciones aragonesas (Alvira, 2004).

El segundo cartel del que no conocemos el original –que sí presentó esta vez al concurso convocado con motivo de las fiestas del Pilar de 1904–, no ganó el premio pero fue uno de los que se utilizaron para la impresión de varias tarjetas relativas a las fiestas usando los considerados como recomendados; del de Lafuente existe algún ejemplar en el que se sigue apreciando ese juego de encender una vela a lo clásico y otra a la modernidad como ha señalado en alguna ocasión el doctor Manuel García Guatas.

El tercero de los conocidos hasta ahora lo trazó Lafuente para las fiestas de San Fermín de 1906 (debió prepararlo para las de 1905 a juzgar por uno de los bocetos que conserva la colección familiar) y el esquema sigue siendo el mismo que en los dos anteriores: un tema central, figura o grupo, rodeado de algunos puntos fácilmente reconocibles de la capital en fiestas que no eluden el concepto escenográfico en los rincones urbanos y la influencia modernista tanto en algunas de las letras como en la orla que envuelve la composición.

El cuarto fue el cartel oficial de la Exposición Hispano Francesa de 1908, que le fue encargado tras un largo proceso, pero que no deja de evidenciar el prestigio del que en ese momento gozaba en Zaragoza. Es una composición horizontal que parte de una visión axonométrica del conjunto de la Exposición elaborada desde los planos del arquitecto y amigo Ricardo Magdalena. Realizada en principio a plumilla para ilustrar la primera página del Heraldo de Aragón de 3 de noviembre de 1907 y reproducida coloreada al óleo sobre una tela, se rodea de una orla en que se añade información  del acontecimiento y el calendario con marcado acento modernista en los textos. El original, de 128 x 192 cm., propiedad de la Cámara de Comercio zaragozana, pudo verse en la exposición Ideal de Aragón, regeneración e identidad en las Artes Plásticas, 1898-1939 que se presentó en el edifico Paraninfo de la Universidad de Zaragoza en 2015.

El litógrafo zaragozano Portabella (Serrano, 2004), que editaba habitualmente los carteles de fiestas del Pilar tuvo que ver, sin duda, con el hecho de que un original de Lafuente acabara siendo el cartel de fiestas de San Fermín del año 1906, sobre todo si tenemos en cuenta un quinto cartel firmado por Félix Lafuente ese mismo año, esta vez para las fiestas en honor a Santiago en la capital gallega salido del taller de Portabella.

Un ejemplar de ese quinto cartel de los encontrados hasta hora con la firma del pintor oscense, está localizado dentro del fondo Archivo Municipal, en el Archivo Histórico Universitario de Santiago y ha sido notificado por Juan Conde Roa, responsable del departamento de estudios históricos y publicaciones del Consorcio de Santiago.

En la parte superior, acompañando el lema Grandes Fiestas y Ferias del Apóstol, de evidente diseño propio, como muchas de las letras que preparaba para rótulos de todo tipo siguiendo las tendencias modernistas, aparece un paisaje que recuerda la escarpada ubicación de la ermita de san Bartolomé próxima a la capital bajo la que discurre una carrera de velocípedos. Un escudo con el cáliz y las estrellas y la palabra Santiago además de la figura del jinete enarbolando la bandera con la cruz dividen el espacio por el centro. La izquierda está ocupada por una circunferencia en la que se lee Santiago apóstol en la batalla de Clavijo y enmarcando la imagen del santo tomada casi literalmente de la gran tela que preside la capilla del santo en la madrileña iglesia de San Francisco el Grande, obra de José Casado del Alisal (su coetáneo y vecino, el jesuita oscense Martín Coronas, había utilizado el mismo cuadro de Casado para convertirlo en la Aparición de San Jorge en la batalla de Alcoraz (Alvira, 1996) que ocupó el presbiterio de la iglesia de la Compañía de nuestra ciudad hasta la renovación traída por el concilio Vaticano y que se encuentra hoy en el salón municipal del justicia afrontado al famoso cuadro La Campana de Huesca)

Una pequeña ilustración que acompaña al certamen pedagógico- musical y una minuciosa vista de la basílica del santo desde la fachada de la plaza del Obradoiro cierran la composición en su parte derecha que completa una cenefa modernista envolviendo lo que parecen  unos jardines. La firma del pintor en el lateral izquierdo, (Félix Lafuente 1906) y la del editor del cartel, en el inferior derecho, fuera del cartel, (Lit. E. Portabella. Zaragoza) testifican la autoría de ambos.

 

Bibliografía
Alvira Banzo, Fernando. "Félix Lafuente colaborador gráfico de ´Heraldo de Aragón'”. Revista Flumen, nº 1, 1996.

– "Félix Lafuente ¿pintor modernista?". Revista Argensola , 114.  2004.

– "Félix Lafuente Tobeñas, colaborador gráfico de Heraldo de Aragón. Colaboraciones en el entorno de la Exposición hisapno Francesa de 1908".  AACADigital, nº 3, Junio 2008

Alvira Juan, Miguel Ángel y Alvira Banzo, Fernando. "Los bocetos de Félix Lafuente para el mural del salón azul del Casino oscense", AACADigital, nº 32, Septiembre 2015.

Martínez Heranz, Amparo. La arquitectura teatral en Zaragoza De la Restauración borbónica a la guerra Civil. Vol II. Zaragoza, IFC, 1991.

–"La obra gráfica producida a raíz de la Exposición Hispano-Francesa de Zaragoza de 1908", Seminario de Arte Aragonés XLV. IEA, IET, IFC. Zaragoza., 1991

Pamplona Escudero, Rafael. "Libro de oro Exposición Hispano Francesa de 1908. Crónica ilustrada" Heraldo de Aragón, Zaragoza, 1911

Serrano Pardo, Luis. "La litografía en Zaragoza". Boletín del Museo e instituto Camón Aznar, nº 88, Zaragoza, 2002.

–"La litografía Portabella", Boletín de la Asociación Empresarial de Artes Graficas, Papel y Manipulados de Aragón nº 3. Zaragoza, 2004

Veras Sanz, Francisco Javier. Cien años de ilustraciones en Heraldo de Aragón. Zaragoza , IFC, 1995.

VVAA. La Modernidad y la exposición Hispano Francesa de Zaragoza en 1908. Universidad de Zaragoza-CAI, 2004.

Miguel Ángel ALVIRA JUAN
Miembro de AACA y AECA. Profesor de la Universidad de Zargoza.

Fecha de Entrega: 20/05/2020
Fecha de Admisión: 05/06/2020


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