El presente artículo aborda el estudio del ajuar litúrgico proporcionado por María Magdalena Carrillo de Albornoz, II duquesa de Montemar, para la capilla de patronato que poseía desde 1761 en la Basílica del Pilar de Zaragoza bajo la titularidad de San Joaquín. Esta aristócrata dotó la capilla con los ornamentos textiles y piezas de orfebrería necesarios para el servicio del culto, como refieren los inventarios de 1789, 1804 y 1873. Entre las alhajas de plata destacaban un cáliz renacentista y un relicario barroco con las armas de los Montemar, que han sido localizados en la sacristía mayor del mismo templo del Pilar.
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