Al agente del Cesid en excedencia, Vicente López Pascual, le ha durado dos semanas su flamante cargo de director general de Telecomunicaciones e Informática del Gobierno de Canarias. Las presiones y temores de políticos y ciudadanos le han obligado a dimitir. Sus oscuras y truculentas actividades en El Salvador, cuestionadas por el entonces embajador de España en ese país, Fernando Alvarez de Miranda, se encartan en la amistad que cultivó con militares de sangriento pasado.
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