Los faros, como tales edificios, serán utilizados en una fase tardía de la antigüedad. Aunque su origen es incierto habría que destacar dos aspectos en su evolución: de un lado las señales luminosas realizadas mediante fuegos costeros, actividad documentada en la literatura de la época ; de otro lado las torres de vigilancia militares que pudieron constituir un paralelo arquitectónico y funcional. La escasez de restos conservados, así como la inexistencia de datos analíticos, impiden concebir hipótesis demostrables, entre ellas la utilización de señales sonoras, diurnas, etc. El estudio conjunto de materiales arqueológicos (numismática, glíptica, musivaria, etc...), Fuentes clásicas y textos de carácter mítico son fundamentales para la creación de tales hipótesis.
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