Desde un punto de vista estratégico, la comunicación cuando es eficaz, ayuda a resistir a las organizaciones frente a los posibles cambios que puede haber de manera eventual.
Esta comunicación va unida irremediablemente con la evitación de imposiciones unilaterales por parte de la dirección que pueda frenar un correcto uso comunicativo y, sin duda alguna, también va unida con el fomento a que los trabajadores se sientan motivados para comunicar todas las contingencias que puedan existir en su empresa. En el artículo aquí presentado, estas comunicaciones versarán en materia de seguridad y salud en el trabajo.
No en vano, esta comunicación resulta ser una disciplina inherente e inseparable de la PRL en una empresa, donde la escucha activa y el diálogo con los grupos de interés se convierte en una dimensión fundamental y crucial de la prevención. Las empresas no deben escatimar esfuerzos en comunicar internamente a sus trabajadores sobre todo lo relativo a su seguridad y salud.
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