El pintor Gregorio de la Fuente ha sido reconocido primordialmente en su trayectoria artística por su producción muralística. Pero a lo largo de su vida fue realizando también una importantísima obra hecha en distintas técnicas como el óleo o la cerámica, lo que le valió al final de su vida obtener, como última recompensa, el Premio Lorenzo il Magnifico en la Bienal de Florencia en 1999. En estas remembranzas hemos querido dar testimonio de su personalidad y hacer algunas reflexiones sobre sus obras.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados