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Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VII, núm. 146(125), 1 de agosto de 2003

LA BARRIADA LAFFITTE DE LOS REMEDIOS. UN EJEMPLO DE SEGREGACIÓN SOCIAL EN LA SEVILLA DE LOS AÑOS SESENTA

José Luis Ruiz Ortega
Instituto Severo Ochoa
San Juan de Aznalfarache, España


La barriada Laffitte de Los Remedios.  Un ejemplo de la segregación social en la Sevilla de los años sesenta (Resumen)

La eliminación de la barriada Laffite constituye un ejemplo de los procesos empleados para limpiar los espacios señalados por la especulación inmobiliaria. Situada en Los Remedios, área convertida en los años sesenta del pasado siglo en residencia de la burguesía sevillana, donde ocupaba un enclave estratégico a la salida del nuevo puente del Generalísimo. Calificada como suburbio, alojaba a familias procedentes de Triana y otros lugares incluidos en el proyecto de ensanche aprobado para urbanizar la zona. El Ayuntamiento actuó como brazo ejecutor de Los Remedios S. A., concesionaria y arrendadora de las viviendas de la barriada, expulsando a los vecinos con destino a refugios o polígonos de viviendas en el extrarradio de Sevilla.

Palabras clave: suburbio, Los Remedios, segregación social.

The quarter Laffitte at Los Remedios.  An example of social segration in the 1960's Seville (Abstract)

The removal of the quarter Laffitte gives an example of the methods used to clean the areas marked by real estate speculation. It was set in Los Remedios, an area transformed in the residence of sevillian bourgeoisie. The sixties of the last century. This area occupied a strategically enclave next to the new bridge “Generalísimo”. Assessed as a suburb, the families who were lodged here came from Triana and other sites included in the project of expansion approved to urbanise the area. The town hall acted as executive weapon of Los Remedios S. A., concessionaire and lessor of the quarter housing, expelling the neighbours to shelter and housing sites in the outer part of Seville.

Key words: suburb, Los Remedios, social segregation.

España experimentó durante los años sesenta del siglo XX la mayor aceleración  en el proceso de urbanización, paralelo a la industrialización económica. Con ayuda de diferentes instrumentos, como los planes de ordenación redactados a partir de la Ley del Suelo de 1956 u otros proyectos de ensanche aplazados durante décadas, se prepararon extensas bolsas de suelo destinadas a acoger un variado catálogo de edificaciones promovidas por el capital privado. Las distintas administraciones contribuyeron a la promoción inmobiliaria empresarial, aportando  ayudas y subvenciones a la construcción de viviendas o facilitando la ocupación de los solares, al disponer las infraestructuras necesarias y liberarlos de otros usos marginales como el de servir de soporte a núcleos de infravivienda.

 Breve consideración sobre el chabolismo en la década de  los sesenta

El déficit residencial arrastrado desde las primeras décadas de la centuria había provocado la proliferación de barrios de chozas, chabolas y suburbios de diversa tipología, levantados en la periferia o aprovechando otros espacios desocupados temporalmente en las áreas centrales. El Censo de Viviendas de 1960 contaba 127.899 viviendas rudimentarias o improvisadas, localizadas en la mayor parte de las ciudades, con mayor concentración en Barcelona, Madrid, Cádiz, Granada y Sevilla. Paralelamente, un informe del Banco Mundial calculaba que en España, a comienzos de los años sesenta, más de 400.000 familias ocupaban alojamientos inhabitables; mientras que otras 600.000 compartían su vivienda con otras.

Un informe de La Sección de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, censaba en 1959 treinta y dos grupos de chabolas, ocho de los cuales se situaban en la margen derecha del Guadalquivir; entre ellos, dos ocupaban  terrenos del ensanche de Los Remedios, sin incluir la barriada Laffitte[1].

La búsqueda de espacios de calidad, apreciados por la burguesía para fijar su residencia, focalizó la presión especulativa hacia los vacíos existentes en las áreas centrales, donde se trasladó además una parte de las familias de clase alta tras abandonar los degradados cascos históricos. Los ensanches ejecutados parcialmente, como el trianero, ofrecían una excelente oportunidad, a los intermediarios especuladores y sociedades inmobiliarias, para obtener enormes beneficios al densificar estas áreas con bloques de pisos destinados a las clases medias (ESTÉBANEZ, J. 1991).

Tras la arriada de 1961, provocada por el desbordamiento del arroyo Tamarguillo, el Ayuntamiento sevillano creó la Secretaría de Viviendas y Refugios, entre cuyos objetivos se fijaba el de  proporcionar alojamiento a las familias procedentes de los núcleos erradicados en la ciudad. En el sector occidental hispalense se desmantelaron, entre 1962 y 1965, diez asentamientos ocupados por 1.865 familias, incluida la demolición de la barriada Laffitte para dejar expedita la totalidad de la superficie de Los Remedios.

La urbanización de Los Remedios

Los terrenos situados al sur del arrabal de Triana atrajeron el interés de los especuladores inmobiliarios a partir de la segunda década del siglo XX. A ello contribuyó sobre todo la decisión municipal de señalarlos como esenciales para el crecimiento exterior de la ciudad, destinándolos a ser edificados para mitigar la escasez de viviendas. Desde entonces aparecieron incluidos en los distintos proyectos de ensanche como piezas sustanciales de la Sevilla futura[2].

Dotados de un elevado valor de posición por a su proximidad al centro histórico y por constituir la prolongación natural del arrabal trianero; situados en la orilla opuesta del Guadalquivir, frente al ensanche meridional de la ciudad preparado para acoger la Exposición Iberoamericana; la construcción del puente de San Telmo vino a resolver la necesidad de conexión,  potenciando la centralidad del lugar.

Hasta entonces conformaban un área rural, ocupada sobre todo por huertas, propiedad de nobles y burgueses que se hicieron con la mayor parte de los predios aprovechando la desamortización eclesiástica. Algunos de ellos vinculados con la industria alfarera, utilizaban ciertos lugares para la extracción de la arcilla utilizada en las industrias emplazadas en la margen fluvial. Es el caso de  Julio Laffitte Castro, dueño de una extensa huerta y fundador de la fábrica utilizada posteriormente para organizar la barriada que nos ocupa.

En 1919, Ricardo Goizueta fue adquiriendo varias fincas hasta hacerse en poco tiempo con un considerable patrimonio de suelo con expectativas de urbanización. En marzo de 1920 y en alianza con la familia Herrera, propietaria de una extensa superficie en la periferia del arrabal, intentó requerir la concurrencia municipal y obtener de forma gratuita la conversión de uso de los suelos agrícolas. Seis meses después constituyó, con otros parientes y allegados, la sociedad anónima Los Remedios S. A. para urbanizar los predios rústicos, parcelarlos y vender los solares resultantes[3].

Fracasada la tentativa de pactar con el Ayuntamiento la urbanización, en parte por la oposición de la Unión Comercial[4] y en parte al quedar el sitio relegado del área a ocupar por la Exposición Iberoamericana, en 1924 Manuel Cristóbal Mañas promovió la redacción de un proyecto de ensanche interior acogiéndose a los beneficios de la Ley de Ensanche de 18 de marzo de 1895. El Proyecto de Mejora, Saneamiento y Ensanche Interior de Sevilla en Triana incluyó una operación de reforma y saneamiento de una pequeña zona del arrabal para justificar la aplicación de la citada norma.

La transformación de esta porción meridional de Triana suponía el derribo, previa expropiación, de los inmuebles existentes y la erradicación de sus ocupantes. Se afectaron cuarenta y cinco inmuebles, la  totalidad de los emplazados en las calles Gonzalo Segovia, Tulipán y Quemada, además de los situados en el extremo sur de las calles Fortaleza, Betis y Pagés del Corro, que constituían un variado conjunto formado por corrales de vecinos, viviendas unifamiliares y establecimientos industriales obsoletos. La mayor parte propiedad de rentistas avecindados en el centro urbano entre los que abundan las mujeres, estando presentes algunos apellidos nobiliarios y de la alta burguesía hispalense además del Ayuntamiento.

Allí se alojaban doscientas familias en régimen de alquiler, subarrendadas o simplemente recogidas por otros parientes. Aunque sólo un inquilino y un comerciante pudieron presentar el contrato legal para hacer valer sus derechos, el Ayuntamiento exigió a la sociedad concesionaria el compromiso de alojar en Triana a los vecinos afectados por las expropiaciones, con objeto de salvar la oposición surgida a la tramitación del proyecto y facilitar la ejecución de las obras de urbanización previstas en el mismo[5]. Con ese fin,  Los Remedios S. A. edificó en 1930 dos corrales de vecinos en la calle Salado, proyectados por el arquitecto del ensanche Fernando García Mercadal. Entre ambos contenían apartamentos insuficientes para acoger a la totalidad de los afectados y  veintidós familias hubieron de ser recogidas en unos alojamientos preparados al efecto en las naves de la fábrica Los Remedios.

La formación de la barriada Laffitte

 Situación y posición

La propiedad adquirida por Ricardo Goizueta a Julio Laffitte estaba constituida por el establecimiento industrial, dedicado a diversas producciones alfareras, y una huerta, situados junto al Guadalquivir al final de la calle Juan Sebastián Elcano; única vía trazada en el lugar con anterioridad a la aprobación del proyecto, que discurría paralela al cauce fluvial y se encontraba escasamente urbanizada.

El lugar ocupaba una posición periférica en el área del ensanche, alejado del puente de San Telmo y en el extremo opuesto al arrabal histórico [figura 1]. Sin embargo, la orientación hacia el sur de las edificaciones levantadas en Los Remedios durante la segunda mitad de los años cincuenta y, sobre todo, el proyecto de construir un nuevo puente para conectar con el Paseo de las Delicias, multiplicaron la centralidad de los terrenos ocupados por la fábrica[6].

 
Figura 1. Plano del Ensanche de Sevilla en Triana. Los Remedios.
Fuente: AHMS Negociado de Obras Públicas.  Elaboración propia.

 

Con motivo de la construcción del puente, Los Remedios S. A. promovió una operación urbanística más amplia, que suponía la transformación del plano original del sector meridional del ensanche. Bajo la dirección del arquitecto Luis Recasens Méndez Queipo de Llano, se planeó la construcción de una glorieta a la salida del puente para distribuir el tráfico hacia el interior del barrio y en dirección al puerto. Para facilitar lo primero se prevé convertir la calle Virgen de Luján en una gran vía estructurante de todo este espacio, asignándole la función de servir de conexión fundamental entre el centro urbano y el nuevo campo de ferias previsto en el extremo occidental de Los Remedios. Para lo segundo se propone construir una amplia ronda de circunvalación entre el límite del barrio y los terrenos de la Junta de Obras del Puerto [figura 2].

 
 
Figura 2. Proyecto de glorieta para la conexión del nuevo puente con el sector sur de Los Remedios.
Fuente: AHMS Sección de Ordenación Urbana.  Negociado de Proyectos y ejecuciones 21/1953.
 
La Barriada Laffitte ocupaba la mayor parte de las manzanas 12, 13 y 168, que constituían la parte fundamental del soporte físico de estas propuestas.Además, como consecuencia de la prevista reforma urbana, los solares sobrantes destinados a la edificación verían multiplicado su precio, según la lógica de la estrategia especulativa consistente en la reserva de lotes de suelo en áreas centrales a la espera de su revalorización derivada del desarrollo urbanístico. Entre 1954 y 1960 la tasación oficial de los terrenos se incrementó en un 56,2 por ciento, al tiempo que el precio en el mercado más que se cuadruplicó, pasando de 800 a 3.500 pesetas el metro cuadrado[7].

La resultante no podía ser más evidente, tanto para la ejecución de las obras públicas necesarias, como para hacer efectivos los beneficios de la apreciación del suelo, la barriada de Laffitte sobraba constituía un estorbo, al interferir en los proyectos municipales y contrariar el interés del capital inmobiliario.
 

 El vecindario

La crisis económica experimentada en los años treinta, agravada en Sevilla por la resaca de la Exposición Iberoamericana, la difícil situación social y los enfrentamientos políticos que degeneraron en conflicto civil retrasaron, hasta bien entrada la década de los cuarenta, la ejecución de los trabajos para la urbanización del ensanche. Agobiados por la escasez de viviendas, numerosas familias aprovecharon los abandonados terrenos para levantar chozas y chabolas, organizándose los núcleos anteriormente citados.

Para dejar expeditos los solares y poder edificarlos, Los Remedios S. A. ofrecieron a los residentes en los asentamientos chabolistas trasladarse a los alojamientos preparados en la fábrica de Laffite. Idéntico destino tuvieron los vecinos de los inmuebles trianeros afectados, cuya expropiación se retrasó hasta la mitad del siglo anterior; a los que acompañaron otras personas alojadas en el caserío de huertas y predios rurales incluidos en el ensanche. Nuevos matrimonios constituidos por residentes de la barriada obtuvieron de la sociedad concesionaria el permiso para ocupar e incluso construir nuevas viviendas.

En agosto de 1963, la barriada Laffitte estaba habitada por 979 personas, agrupadas en 232 familias distribuidas en dos núcleos o patios de la antigua  fábrica [figura 3]

 
Figura 3. Barriada Laffitte en Los Remedios.
Fuente: Plano Topográfico levantado por la Sección Técnica de Urbanismo.  Elaboración propia.

 

- En el Patio de Santa Matilde: residían 127 familias, compuestas por 536 personas.

- En el Patio de Santa Cecilia: habitaban 105 familias, compuestas por 443 personas[8].

Casi la cuarta parte de las familias, el 73,7 %, habían sido realojadas, mientras que las restantes se habían constituido posteriormente por hijos o familiares de las primeras y estaban recogidas en el domicilio de los padres o parientes. En algunos casos, Los Remedios S. A. había arrendado algunos de estos alojamientos a personas sin relación alguna con la ejecución del ensanche.

Casi el sesenta por ciento de las realojadas venía de los inmuebles expropiados en el arrabal, antiguos vecinos de los corrales como el número 26 de la calle Gonzalo Segovia de donde llegaron veinticinco familias; mientras que algo más del dieciséis por ciento procedía de fincas rústicas. Una cuarta parte habían ocupado infraviviendas en distintos lugares del ensanche: "Campo de Concentración", "Casa de los presos"; o "Cortijo del Guajiro" [figura 4].

 
Figura 4. Procedencia de las familias alojadas en la barriada Laffitte.
Fuente: AHMS Negociado de Obras públicas, expediente /1963.  Elaboración propia.

 

Por utilizar los alojamientos abonaban un alquiler mensual a Los Remedios S. A; éste oscilaba entre veinticinco y ciento ochenta y cinco pesetas, arrojando una renta media de cuarenta y siete pesetas. Las familias originarias de la casa número 2 de la calle Diana, afectada junto a su contigua por la reforma del proyecto aprobada para aquella zona en 1952, no pagaban renta. Las diferencias no se encuentran ni en la antigüedad de la residencia, ni existe relación directa con el origen de los alojados. Es deducible que debía estar en razón a la capacidad y características de los departamentos ocupados en cada caso, de los que no hemos hallado descripción exacta.

Un breve análisis de la estructura demográfica nos muestra una población madura, con un  36,84 por ciento menores de 16 años y un 6,26 por ciento mayores de 64 años. Una relación por sexos favorable a las mujeres, 109,9 por cada cien hombres. Entre los adultos, están casados el 59,09 por ciento y viudos el 9,09 por ciento.

El tamaño familiar medio es de 4,22 personas, el 12,68 por ciento son familias numerosas -con cuatro o más hijos-, aunque abundan las núcleos familiares compuestos por un sólo individuo o por uno de los padres y un sólo hijo que, frecuentemente conviven con otras familias en el mismo hogar.  El 27,46 por ciento de los alojamientos están compartidos, en algo más de la mitad de los casos por padres que recogen a las familias constituidas por sus hijos; calculándose una ocupación de  1,44 núcleos familiares por hogar.

En cuanto a la composición por actividad económica, el 37,05 por ciento de los vecinos son activos, de los cuales se encuentra en paro el 3,89 por ciento de los adultos. Por sectores, algo más de la mitad se emplea en la industria y la construcción, siendo significativa la cantidad de obreros de empresas estatales como los astilleros de Elcano o la Junta de Obras del Puerto. El sector terciario ocupa algo menos de la mitad de los activos, destacando las trabajadoras del servicio doméstico. [figura 5]

 
Figura 5. Ocupación de los vecinos de la barriada Laffitte.
Fuente: AHMS Negociado de Obras públicas, expediente /1963.  Elaboración propia

El proceso de erradicación de la barriada Laffite

En 1963, la eliminación de los alojamientos se convirtió en un objetivo prioritario para  la sociedad concesionaria, por encontrase en su fase final las tareas de urbanización del ensanche; además habían dado comienzo las obras del puente y se encontraba en vías de solución el dilatado contencioso sobre la ampliación de la calle Virgen de Luján. El Ayuntamiento, interesado igualmente, se prestó decididamente a colaborar en este asunto firmando un convenio con Los Remedios S. A. "para resolver la situación de las familias que viven en los distintos alojamientos provisionales en el lugar conocido como barrio Laffitte". La Corporación Municipal adquirió la obligación de proporcionar vivienda a cada una de las familias, liberando de esa responsabilidad a la concesionaria a cambio de dos millones de pesetas[9].

Para justificar la operación, el Ayuntamiento se enganchó a una estrategia iniciada previamente por Los Remedios S. A. destinada a declarar la insalubridad y mal estado del núcleo; con ese fin incluyó la barriada en el censo municipal de suburbios. Un mes antes, la sociedad concesionaria, propietaria, arrendadora de las viviendas y responsable legal de su mantenimiento, había solicitado la apertura de un expediente de ruina, solicitud que al ser rechazada inicialmente volvió a reiterar seis meses después, recurriendo por la vía del contencioso administrativo la segunda negativa municipal en febrero de 1964. Para reforzar la condición marginal atribuida a la barriada, la sociedad dejó de cobrar los alquileres.

Los informes de los técnicos municipales pusieron de manifiesto la falta de consistencia de los argumentos esgrimidos. Atendiendo a los aspectos técnicos, la Sección de Obras desestimó en dos ocasiones la declarar la ruina de los inmuebles. Desde el punto de vista del derecho, la Asesoría Jurídica Municipal mantuvo que la Corporación carecía de capacidad coercitiva para desalojar las viviendas contra la voluntad de sus inquilinos y que la única posibilidad legal consistía en expropiar la barriada y el desahucio por la vía administrativa.

Por su parte, la Sección de Patrimonio hacía ver la insuficiencia de la cantidad de dos millones de pesetas, aportada por Los Remedios S.A., para construir las viviendas necesarias para el realojo, aún contando con la contribución del Instituto Nacional de la Vivienda. Poniendo, con ello, en evidencia la actitud municipal de sumisión a los intereses empresariales.

Sin embargo, los concejales se mantuvieron firmes. La intervención del edil Romero López en la sesión de la Permanente Municipal, el 25 de noviembre de 1964, puede sintetizar la posición general. Consideraba que la barriada era un estorbo para la construcción del puente del Generalísimo y que al Ayuntamiento no quedaba más remedio que desalojar a los vecinos indemnizando repartiéndoles los dos millones de pesetas aportados por Los Remedios S. A.

Frente a la actuación del Ayuntamiento, los vecinos reaccionaron rechazando que se firmase el convenio sin contar con ellos y sobre todo la calificación de las viviendas como chozas y la inclusión de la barriada en el censo municipal de suburbios. Consideraban que la situación de los alojamientos y la disposición de servicios, como la instalación eléctrica, el agua corriente y los aseos individuales, los distinguía de la condición de chabolas.

Argumentaban los rasgos que los diferencian de la población alojada habitualmente en los asentamientos chabolistas. Haciendo constar su condición de “trabajadores honrados”, en su mayoría con empleos fijos, muchos en empresas estatales, en la administración y en servicios públicos como Televisión Española o RENFE; además de algunos propietarios de modestos comercios. Resaltaban su grado de integración social, mencionando su condición de ex combatientes y mutilados de guerra, o familiar de caído en el frente ruso con la División Azul.

Destacan su sacrificio anterior al verse obligados a abandonar sus hogares en Triana para contribuir al desarrollo urbanístico de la ciudad. Pero, sobre todo, hacen valer sus derechos como inquilinos con contrato legal vigente y para ello deciden depositar regularmente el importe de los alquileres en una Notaría[10].

La opinión de los técnicos y la resistencia vecinal condujeron al Ayuntamiento a buscar una solución más flexible, que pudiera ser aceptable aunque sin llegar a ser satisfactoria para los residentes. Consistía en ofrecerles pisos en zonas consideradas como de buena posición en la ciudad y en condiciones económicas fáciles de asumir. Sin embargo, esta opción se encontró con la dificultad derivada de la inexistencia de viviendas libres en las barriadas municipales, pues éstas eran ansiadas por la multitud de familias acogidas en refugios o procedentes de los asentamientos chabolistas erradicados en toda la ciudad[11].

La tardanza en limpiar la zona exasperaba a Los Remedios S. A., cuyos directivos acusaron al Ayuntamiento de incapacidad y de carecer de voluntad para ejecutar lo convenido. Llegando a imponer al Alcalde un plazo de tres meses para concluir el desalojo, instándole a hacerse cargo de la barriada. Al cumplirse un año desde la firma, la concesionaria presentó al Ayuntamiento una reclamación formal previa a la demanda civil por incumplimiento del acuerdo.

Finalmente, en julio de 1965, llegó la solución de parte de la Secretaría de Viviendas y Refugios, que gestionó ante el Instituto Nacional de la Vivienda la cesión al Ayuntamiento de 197 viviendas protegidas en el barrio A del Polígono de San Pablo. Éstas se destinaron a alojar a las familias titulares de los contratos de alquiler, haciéndose cargo la Corporación del pago de la entrada inicial a cuenta de los dos millones de pesetas aportados por Los Remedios S. A. El resto de las familias, hasta las 246 evacuadas finalmente, que se encontraban recogidas por familiares en los departamentos de la antigua fábrica, fueron trasladadas a refugios; parte a los existentes en la barriada de La Paz y parte a los denominados “casitas bajas” del Polígono de San Pablo[12].

Conclusión

Los 1.136 vecinos erradicados finalmente de la barriada Laffitte no fueron los primeros, pero ocuparon un lugar entre otras muchas familias trianeras expulsadas por la especulación inmobiliaria. Éstos se incluyen entre los afortunados al obtener viviendas en el Polígono, mientras que la mayor parte debieron conformarse con alojarse en los refugios, donde hubieron de soportar condiciones muy difíciles durante años.

Tras edificar la barriada del Tardón -por el I. N. V. entre 1955 y 1957- y el grupo residencial Nuestra Señora del Carmen -por la O. S. H. A. en 1956- y dejar expedito el camino a la iniciativa privada, las distintas administraciones renunciaron a promover viviendas en el apreciado sector occidental de Sevilla.

Sin que haya sido cuantificada con precisión, una parte considerable de las familias avecindadas en el sector se vieron obligadas a desplazarse a otras zonas de la periferia urbana. En la década de los sesenta como consecuencia de la eliminación de los asentamientos chabolistas y en el siguiente decenio debido a la ruina consentida de los corrales y patios de vecinos, que otrora dieron carácter al arrabal trianero.

Si este proceso es consustancial a la lógica del capitalismo imperante, su análisis contribuye a desenmascarar al Ayuntamiento hispalense y a otras instituciones ciudadanas que, parapetadas tras el discurso de conservar la Sevilla que sucumbía bajo la especulación inmobiliaria, actuaron como instrumentos de la clase detentadora del poder.
 

Notas

[1] Archivo de la Universidad de Sevilla: Informe de la vivienda en Sevilla. Formados por 679 infraviviendas,  habitadas por 2.883 personas, agrupadas en 769 familias; con una densidad de 4,25 personas por alojamiento. En el conjunto de la ciudad residen en estas condiciones 21.000 personas, agrupadas en 4.249 familias y alojadas en de 4.042 chozas.

[2] El alcalde liberal Pedro Rodríguez de la Borbolla propuso que el Ayuntamiento los adquiriese con este fin dentro del  Plan de Reformas de Sevilla y los terrenos de Tabladilla, presentado el 5 de abril de 1918. Plan general de urbanización de los alrededores de Sevilla y de prolongación y ensanche de algunas de sus calles, acoplado al nuevo puerto de Alfonso XIII, de Miguel Sánchez-Dalp y Calonge  (1912); Plan de Ensanche Exterior de Sevilla del arquitecto municipal Juan Talavera Heredia (1917).

[3] Los Remedios  S. A. se constituyó con un patrimonio de 678.270,2 metros cuadrados de suelo rústico, valorado en 3.453.140 pesetas de 1924. Por su parte los Herrera son dueños de 221.923,4 metros cuadrados en esta zona.

[4] Patronal del comercio sevillano, próxima al Partido Conservador, promovió un recurso ante el Gobierno, consiguiendo que éste anulase el acuerdo de Goizueta y Herrera con el Ayuntamiento para urbanizar los terrenos.

[5] Archivo Histórico Municipal de Sevilla (desde ahora A. H. M. S.) Negociado de Obras Públicas, expediente 80/1923. El artículo 39 del Pliego de Condiciones Facultativas: Construcción de viviendas para los vecinos de las casas expropiables: El concesionario, antes de desalojar, deberá construir en la zona del proyecto o en otro lugar de Triana, en régimen de arrendamiento en armonía con los precios de Sevilla y con los que venían pagando los vecinos”.

[6] En especial el núcleo promovido por la Diputación Provincial a ambos lados de la calle Virgen de Lujan. El puente se incluía en el Plan General de Accesos a Sevilla, aprobado por Orden del Ministerio de Obras Públicas de 3 de marzo de 1956.

[7] A. H. M. S. Negociado de Obras Públicas, expediente 240/1960 y Sección de Ordenación Urbana, Negociado de Proyectos y Ejecuciones, expediente 21/1953.

[8] Por mandato de la Alcaldía, la guardia municipal realizó un censo de la barriada en agosto de 1963, que proporciona información suficiente para el análisis demográfico e incluso otros detalles indiscretos, propios de la época, referentes a la conducta social de los vecinos.

[9] Aprobado por el Pleno Municipal el 6 de febrero de 1963. A. H. M. S. Negociado de Obras Públicas, expediente 309/1963.

[10] Escrito remitido al Alcalde y al Gobernador Civil de Sevilla el 30 de agosto de 1963, firmado por veinticuatro vecinos. A. H. M. S. Negociado de Obras Públicas, expediente 309/1963

[11]Como ejemplo, doscientas setenta viviendas que construía el Patronato Municipal de la Vivienda en la barriada de La Barzola, estaban reservadas para alojar a los vecinos del llamado Polígono de San Julián, modesto barrio de casas tradicionales situado junto a la muralla, en el interior del casco histórico, que fue materialmente arrasado en la primera mitad de la década de los sesenta.

[12] Los Remedios S. A. presionó para incluir entre los expulsados a dos familias residentes en el antiguo chalet de la fábrica, donde estuvieron instaladas sus propias oficinas, pues constituían también un estorbo para las operaciones urbanísticas de la sociedad. Éstas obtuvieron pisos en el barrio D del Polígono de San Pablo, en idénticas condiciones que las anteriores.

 

 

Bibliografía

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MARTÍN GARCÍA, A. Sevilla (1872_1994) Ciudad y Territorio. De lo local a lo metropolitano, Sevilla: Fundación Cultural del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla, 1996.

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RUIZ ORTEGA, J. L.Triana y Los Remedios. El desarrollo urbano del sector occidental de Sevilla en el siglo XX.  Tesis doctoral inédita, 2002.
 

 
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Ficha bibliográfica:
RUIZ, J. L. La barriada Laffitte de Los Remedios.  Un ejemplo de la segregación social en la Sevilla de los años sesenta. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2003, vol. VII, núm. 146(125). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(125).htm> [ISSN: 1138-9788]

 
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