1. Los adjetivos en *-u- en indoeuropeo
Los adjetivos en *-u- constituyen una de las categorías sufijales más arcaicas dentro del indoeuropeo. Este sufijo ha conocido una gran productividad en la prehistoria de las lenguas indoeuropeas, pero no en época histórica, donde generalmente aparece como recesivo excepto en lituano, lengua en la que autores como Arumaa (1951, p. 29) han recopilado hasta 1.500 ejemplos. Entre los adjetivos en *-u- reconocidos como antiguos se pueden citar los ejemplos de *dhrs-ú- > griego θρασύς; “audaz”, que es un derivado del perfecto *dhórs- / dhrs-; y *gwrh -u- > griego βαρύς “pesado”, derivado de un perfecto *gwórh2- / *gwṛh2-. La antigüedad de este tipo de adjetivos fue corroborada tras el desciframiento del hitita realizado por Hrozný (1915), puesto que se pudo apreciar que en esta lengua están atestiguados varios adjetivos antónimos en -u- como, por ejemplo, assu- / idalu- “bueno / malo” o pargu- / hallu- “alto / profundo”.
Lamberterie (1990) clasifica los adjetivos en *-u- en varios grupos según las diferentes familias de lenguas indoeuropeas:
1) Griego, indoiranio, anatolio, báltico. En estas lenguas el sufijo -u- tiene una productividad bastante alta. En sánscrito este sufijo se usa abundantemente para formar participios de temas verbales secundarios, desiderativos en -sa- y presentes de denominativos con un valor desiderativo. En griego y en anatolio los adjetivos en -u- están bien atestiguados. Por último, dentro de las lenguas bálticas, los adjetivos en -u- se encuentran de manera testimonial en antiguo prusiano y han desaparecido en letón, pero en lituano, como se ha visto anteriormente, gozan de una gran productividad.
2) Lenguas celtas y germánicas. En estas lenguas los adjetivos en -u-están en vía desaparición y únicamente presentan una decena de ejemplos.
3) Latín y lenguas eslavas. En estas lenguas los adjetivos en -u- han desaparecido y su flexión original ha sido reemplazada por sufijos secundarios. En latín, este tipo de adjetivos se corresponde con los adjetivos en -ui, tipo suāvis “dulce” < *suād-ui- frente al indoeuropeo *suād-ú-, donde se aprecia la adición secundaria de -/-. Por su parte, a los adjetivos en -u- en eslavo se les ha añadido el sufijo secundario -ko-, como, por ejemplo, en sladükü “dulce” frente, de nuevo, al indoeuropeo *suñd-ú-.
4) Armenio. Los adjetivos en -u- en armenio presentan una particularidad morfológica heteróclita -r-/-n- que será estudiada en el siguiente apartado.
5) Tocario. No hay testimonios de adjetivos en -u- en tocario, aunque se han querido ver restos de ellos en el adverbio en tocario B mrakwe “un poco” < *mre^l-wo-m. Para expresar las nociones semánticas que desempeñan los adjetivos en -u- en otras lenguas indoeuropeas, el tocario ha desarrollado un tipo de adjetivos con el sufijo -r en tocario A y con el sufijo -re en tocario B, ambos procedentes de *-ro-. Véase tocario A svuár, B svuáre “dulce” < *suád-ró-, frente a *suñd-u-.
En cuanto a la semántica de los adjetivos en *-u-, estos designan cualidades físicas, de formas y dimensiones. Por lo tanto, pertenecen al vocabulario fundamental indoeuropeo, el de la vida cotidiana, y, normalmente, se agrupan por parejas de antónimos, por ejemplo: *(h )wrH-ú- / h fe) ngh-u- “ancho / estrecho”; *bh(e)ngh-ú- / *t(e)nh -ú- grueso / delgado”; *gwrh -ú- / l(e)nehw-ú- “pesado / ligero”, etc. El griego1 es la lengua indoeu-ropea donde estas relaciones de antonimia funcionan de una manera más sistemática entre los adjetivos en *-u-: ταξύς / βραδύς; “rápido / lento” o όξύς; / βαρύς; “afilado / pesado”. En otras lenguas indoeuropeas también aparecen estos pares de adjetivos en *-u-: védico gurú- / laghú- “pesado / ligero”; lituano saldüs / kartüs “dulce / amargo”; gótico. hardus / qairrus “duro / suave”.
Como ejemplos de adjetivos en *-u- que están atestiguados en varias lenguas indoeuropeas pueden citarse:
Nominativo singular *sweh d-ú-s “dulce” > griego ήδύς; védico svāduh; gótico suts; latín suávis2.
Nominativo singular *gwrh -u-s “pesado” > griego βαρύς védico gurús; gótico kaurus; latín grauis.
Según Sihler (1995), la declinación en indoeuropeo de los temas en *-u- es la siguiente:
Singular | Plural | |
Nominativo | *-u-s | *-ew-es |
Vocativo | *-ou> | *-ew-es |
Acusativo | *-u-m | *-un-s |
Genitivo | *-ow-s | *-e(w)-om |
Dativo | *-ew-ey | *-u-bH |
Ablativo | *-úd | *-u-bhi 1 |
Locativo | *-éu> | *-u-su |
Instrumental | ¿*-w-eh / *-u-h? | *-u-bhi |
1 Esta reconstrucción que propone para Sihler (1995) para el dativo-ablativo plural de un tema en -u- es la menos aceptada. La propuesta más común de reconstrucción de estos casos es *- bh(i)os o *-mos, véase Villar (1975); Meier-Brügger (2003) o Fortson (2010)2, entre otros.
2. Los adjetivos en - u- en armenio clásico
Los adjetivos en -u- en armenio clásico han desarrollado una particularidad morfológica frente al resto de lenguas indoeuropeas en las que este tipo de adjetivos están atestiguados. Consiste en una flexión heteróclita -r-/-n-, que únicamente tiene lugar en los siguientes casos: el nominativo y acusativo singular presenta un tema en -r- + desinencias, mientras que todos los casos del plural presentan un tema en -n- + desinencias. El resto de casos en singular, es decir, el genitivo, el dativo, el ablativo, el locativo y el instrumental presentan una flexión regular en -u-. Esto está ejemplificado a continuación en el adjetivo canr “pesado”:
Singular | Plural | |
Nominativo | canr 2 | canunk' |
Acusativo | canr | canuns |
Genitivo | canu | canunc' |
Dativo | canu | canunc' |
Ablativo | canuē | canunc' |
Instrumental | canu | canumbk ' 3 |
Locativo | canu | canuns |
2 Nominativo y acusativo singular *canu-r > canr.
3 La dental nasal m evoluciona a labial nasal n en contacto con la oclusiva labial sonora -b.
Si se establece una comparación entre la declinación de los temas en *-u- propuesta para el indoeuropeo, vista anteriormente, y la de los adjetivos armenios en -u- se aprecian las siguientes diferencias:
Indoeuropeo | Armenio clásico | |
Nominativo - acusativo singular | *-u-s | -u-r > -r |
Nominativo plural | *-ew-es | -un-k' |
Acusativo - locativo plural | *-um-s / *-u-su. | -un-s |
Genitivo - dativo - ablativo plural | *-(e)w-om *-u-bH | -un-c' |
Instrumental plural | *-u-bhi. | -um-b-k' |
En los diferentes autores que han tratado los adjetivos en -u- en armenio clásico no hay consenso acerca del origen y desarrollo de la particularidad heteróclita que presentan estos adjetivos. Meillet (19362) parte de que los temas en *-u- en indoeuropeo estaban sujetos a ser alargados por *-en- y *-er-, origen de los temas alternantes en *-wen- y *-wer- que se encuentran, por ejemplo, en védico pivan- (masculino), pivarí- (femenino) “hinchado, lleno”. Por ello, los adjetivos armenios en -u- como p 'ok 'r “pequeño” presentan está flexión, con el nominativo singular en -r-, que reposaría sobre un antiguo final neutro3 en *-ur, mientras que el plural tiene el sufijo -n-. Según este autor, lo que demostraría que *-ur es un final de un neutro es el hecho de que sustantivos como eréc ' “sacerdote”, que claramente representan un masculino, tienen el alargamiento en -n- en el plural, pero no en -r en el nominativo singular:
Singular | Plural | |
Nominativo | eréc' | eric'unk' |
Acusativo | eréc' | eric 'uns |
Genitivo | eric 'u | eric 'anc' |
Dativo | eric 'u | eric 'anc' |
Ablativo | eric 'ué | eric 'anc' |
Locativo | eric 'u | eric 'uns |
Instrumental | eric 'u | eric 'ambk' |
Godel (1975) denomina esta flexión heteróclita como flexión mixta, la cual incluye sustantivos y un pequeño grupo de adjetivos que no forman un grupo homogéneo excepto por una característica común: el contraste entre el singular y el plural en su declinación. Dejando a un lado algunas particularidades, Godel (1975) clasifica la flexión mixta en dos grupos: 1) el tema en -n- se añade al plural; 2) el tema en -n- se añade al singular4.
En este caso, los adjetivos en -u- pertenecen al primer grupo, en los que -n- se añade al plural. Como ejemplos de adjetivos con plural en -n-, este autor proporciona canr “pesado” y barjr “alto”, manr “pequeño”, pʻokʻr “pequeño”, kʻałcʻr “dulce”, etc.
Así, este tipo de adjetivos en -Cr pierde la -r en todas las formas fexio-nadas, excepto en nominativo y acusativo singular, frente a sustantivos como ezr “borde, periferia”, dustr “hija” o alewr “harina”, que, por el contrario, la preservan en todos los casos:
Nominativo - acusativo singular | canr | ezr |
Genitivo - dativo - locativo singular | can-u | ezer |
Nominativo plural | canun-k' | ezer-k' |
Godel (1975) propone que en proto-armenio había dos clases de palabras en -Cr: una con -r como parte del tema (ezr “borde, periferia”, dustr “hija”, alewr “harina”, etc.) y otra con -r como morfema que marca el nominativo y acusativo singular (mełr “miel”, asr “lana”, p 'ok 'r “pequeño”, canr “pesado”, etc.). En armenio clásico, el formante -r permaneció inalterado excepto por un cambio casual hacia la declinación en -a- en el plural, donde existe genitivo-dativo-ablativo plural ezer-ac' “borde, periferia”, junto a ezer-c '. La segunda clase de palabras con -r sufrió varias alteraciones, ya sea en el singular - pérdida de la flexión en artawsr “lágrima”, cunr “rodilla” y algunos adjetivos, como gołtr “tierno, blando” que es indeclinable -, o en el plural - la extensión del tema en canun- “pesado”, p 'ok 'un- “pequeño”, y un cambio hacia la declinación en -a-: nominativo plural artasu-k' “lágrimas”, cung-k' “rodillas” > genitivo-dativo-ablativo plural artasu-ac' y cng-ac' -. La desaparición de la flexión original aparece claramente en formas como genitivo-dativo-locativo singular mełer “miel”, instrumental singular mełerb (en lugar de meł-u); genitivo-dativo-locativo singular t'anjru, t'anjroy, de t'anjr “grueso, abundante”.
Lamberterie (1990) escribe que los antiguos sustantivos neutros y adjetivos en *-u- del indoeuropeo han tenido en armenio otro tipo de suerte. Estos siguen una flexión heteróclita, que presenta en los casos rectos del singular una flexión en *-ur > -r, mientras que en los casos oblicuos se mantiene *-u(w) + la desinencia casual correspondiente: genitivo-dativo-locativo -u < genitivo *uw-e/os, dativo *-uw-ei y locativo *-uw-i. En plural, los sustantivos neutros presentan una flexión de colectivos en *-(u)wa como, por ejemplo, *ĝonwa “rodilla” > griego homérico γοῦνα; armenio nominativo plural cungk'5, genitivo plural cngac'. Por el contrarío, los adjetivos en -u- siguen en su mayoría una flexión nasal en plural: nominativo manunk' (de manr “pequeño”), acusativo-locativo manuns, genitivo-dativo-ablativo plural manunc', instrumental plural manumbk'. Aquí se puede apreciar un tema en *-un en plural alternando de ordinario con un singular en *-ur. Sin embargo, el adjetivo barjr “alto” presenta un nominativo plural barjunk', pero un genitivo-dativo-ablativo plural barjanc'. Según Lamberterie (1990), esto implica restituir un tema *-on- / -n- a partir de la correspondencia con otras lenguas indoeuropeas como védico bhránt-, avéstico bdrdzant-, etc. < *bhrg-ónt-, pero sin la -í última. Es decir, que el sufijo indoeuropeo *-u- del adjetivo solo aparecía en armenio en singular, con una forma simple en la flexión de los casos oblicuos, esto es genitivo, dativo, ablativo, locativo e instrumental, y con una forma alargada por -r en los casos directos (nominativo y acusativo); mientras que el plural presenta un tema en nasal que se une directamente a la raíz y que ha conservado (-un- / -an-) o eliminado (-un- / -un-) la alternancia vocálica.
Olsen (1999), en su obra dedicada al sustantivo armenio de la Biblia, afirma que los adjetivos aquí tratados designan conceptos básicos. De estos, unos tienen un origen indoeuropeo bien establecido, mientras que otros presentan una etimología incierta: barjr “alto”, manr “pequeño”, p'ok'or “pequeño”, t'anjr “grueso”, canr “pesado”, k'ałc'r “dulce”. Los casos oblicuos del singular de estos adjetivos tienen temas en -u-, sin embargo en el plural presenta un tema en -n- que podría reflejar en algunos casos, como ya propuso Lamberterie (1990), un formación anterior en *-nt-: nominativo plural barjownk', acusativo-locativo plural barjowns y genitivo-dativo-ablativo plural barjanc', de barjr “alto” similar al sánscrito bhrhánt- /-at. Según esta autora, la -r del nominativo-acusativo singular debe explicarse como analógica, pero aparte de la influencia recibida por parte de los heteróclitos también es posible que exista una contaminación con los adjetivos en *-ro. Estos, que se encuentran habitualmente junto con los temas en -u-, es posible que contribuyeran al paradigma, como es el caso del tocario, donde los adjetivos en -u- fueron destituidos por los tipos en *-ro: tocario A pärkär, tocario B pärkare “largo” frente al hitita parkus “alto”; tocario A swār tocario, B swāre frente al sánscrito svādu “dulce”.
B. O. Olsen considera que en armenio clásico la evolución regular *-nt> -n- después de una vocal sin acento podría haber sido un factor decisivo en el desarrollo de esta flexión heteróclita: el tema variante secundario en -n- barjun - / barján (< *-ont- / -ṇt-) facilitaría una reinterpretación del adjetivo “alto” como un heteróclito y, por lo tanto, se podría asumir que el proceso analógico comenzó con los antónimos manr “pequeño” y pʻokʻor “pequeño”, después se extendió a los adjetivos relacionados semánticamente tʻanjr “grueso, abundate” y canr “pesado”, y finalmente se extendió a todos los antiguos adjetivos en -u-, incluyendo kʻałcʻr “dulce”.
En relación con este tipo de adjetivos heteróclitos en -u- existen una serie de sustantivos neutros en -u- que presentan una -r en los casos directos del singular, es decir, en nominativo y acusativo, mientras que en el resto de casos siguen la declinación regular de los temas en -u-. Estos sustantivos son artawsr “lágrima”, cnur “rodilla”, mełr “miel” y asr “lana”6. Según Olsen (1999), quien apoya la explicación de Klingenschmitt (1982) la única explicación posible del sufijo -r en estos sustantivos en -u- es la extensión analógica de la -r final a partir de los paradigmas heteróclitos7.
3. Testimonios del armenio bíblico
En este apartado se procede a la recopilación de todos los adjetivos en -u- con flexión heteróclita presentes en la Biblia8. La elección de este texto se debe a que es la primera obra que existe en armenio clásico, datada del s. V d. C., aunque presenta el inconveniente de que es una traducción de la Biblia griega y no es literatura original armenia9. Además de la recopilación de estos adjetivos, se estudia también su etimología y los derivados que han surgido a partir de estos.
3.1. Adjetivos en -u-
3.1.1. barjr, -rju “alto”
Etimología:
Mientras el tema en singular presenta un tema en -u-: *bhrgh-ú-> barju-, con paralelos en otras lenguas como el hitita parku-, en el plural se ha extendido un tema alternante en *-nt *bhrghónt- / *bhrghnt- (> sánscrito brhánt-, avéstico bdnzant-, etc). Como apunta Olsen (1999), el arcaísmo de esta formación es evidente a partir de la variación apofónica -unk', -uns (*-ont) frente a -anc ' (< *-nf), la cual nunca se encuentra en los temas en -n - analógicos de este tipo. La única característica secundaria es la generalización de la variante sin acento *-nt- > -n, de donde se esperaría *bhrghónt- > *barjownd- / *bhrghnt- > barján.
Derivados:
barjr-ana-m10: “levantarse, ascender”, verbo intransitivo. El sufijo -ana- suele indicar que el sujeto llega a ser una cosa11.
barjr-owt'iwn: “elevación, acto de levantar”. El sufijo -owt'iwn forma sustantivos abstractos a partir de otros sustantivos y adjetivos12.
barjr-a-berj: “muy alto”; en armenio la repetición de un adjetivo en composición da lugar a un adjetivo superlativo13. Otros ejemplos son mecamec “muy grande”, c'arac'ar “muy malo” Jermajer “muy cálido”, aragarag “muy rápido”, donde se aprecia la reduplicación de los adjetivos con una vocal -a- de unión, al igual que en barjraberj. En este caso, aún quedaría por explicar la alternancia vocálica en -e- que presenta el segundo término de la reduplicación14.
3.1.2. canr, -nu “pesado”15
Etimología:
Según Olsen (1999) este adjetivo está semánticamente muy conectado con t'ajnr “grueso, gordo”, pero su etimología es muy oscura. Pedersen (1905) propuso una conexión con el verbo cnanim “engendrar” de donde canr también podría significar “embarazada”. No obstante, como apunta Olsen (1999), este último significado es probablemente secundario puesto que no hay testimonio de ello en la Biblia. Pedersen (1905) también propuso que el instrumental singular de canr es canumb, que seguiría el tema en -n- que aparece en el plural de estos adjetivos en -u-. Sin embargo, Clackson (1994), tras realizar una búsqueda de esta forma en la Biblia, únicamente ha identificado varios casos que siguen la flexión regular del instrumental singular en los adjetivos en -u-, es decir, canu.
Derivados:
canr-ana-m: “convertirse en pesado, hacer más pesado”. canr-owt'iwn: “pesadez, peso”.
3.1.3. manr, -nu “pequeño”
Etimología:
manr es el único adjetivo de este tipo, junto con barjr, que presenta una etimología no problemática. Como etimología de manr se ha propuesto una protoforma *mnu-, que también está atestiguada en griego, concretamente en el lexicógrafo Hesiquio, quien cita μάνυ μικρόν. En antiguo irlandés está atestiguada la forma menb “pequeño”, que se remonta a *mnuo o *menuo, con grado pleno. Lamberterie (1990) también relaciona el adjetivo griego * μανύς16 con manr, cuya etimología sería *m°nu(r).
Derivados:
manrezm: “cortar en trozos pequeños”, verbo transitivo. Algunos temas verbales en -e-, como sucede en este caso, son verbos denominativos transitivos que expresan una acción17. El sufijo empleado para formar este tipo de verbos denominativos es *-ye/o-, con caída de -y-. Este se emplea también en otras lenguas indoeuropeas para formar verbos denominativos, como el griego n¡xr\ “honra” > zijuá(y)oj “honrar”; védico deva- “dios” > devayá “servir a los dioses”; latín finís “frontera” > finio “limitar”, etc.
manuk, gen. sg. mankan: “niño”. Lamberterie (1990) considera que el sufijo secundario -k-, ya sea su origen un desarrollo propiamente armenio o un préstamo iranio, es necesariamente de fecha armenia. Prueba de ello es que una gutural heredada directamente del indoeuropeo se palataliza en armenio en contacto con -u-17. Estas formaciones en -uk sobre bases de adjetivo en *-u- son bastantes comunes en armenio. Otros adjetivos de construcción similar son anjuk18 “derecho” y darbuk19 “desigual, rugoso”, a los que habría que unir sustantivos en -ukn como dalukn “icteria” o mluk(n) “chincheta”.
3.1.4. p'ok'r, -k'u “pequeño”
Etimología:
Olsen (1999) recoge que este adjetivo está de alguna manera relacionado con el griego TiaTg “niño”, latín paucus “poco”, védico putrá- “hijo”, etc. Según esta autora, las diferencias formales que presenta p 'ok 'r se pueden explicar de diversas maneras: 1) *p- > p'-, en lugar de h-/0-: esta evolución fonética tiene otros paralelos y puede ser considerada como un refuerzo expresivo o como una asimilación; 2) *-k- > -k'-: podría compararse con el latín paucus; 3) el vocalismo que presenta p 'ok'r podría ser visto como el resultado de una disimilación *phukhu- > p^oBu 20 en los casos oblicuos del singular.
Derivados:
p 'ok 'r-ana-m: “crecer menos”, “llegar a ser más pequeño”, verbo intransitivo.
p 'ok 'r-ezfin: “afeitar, cortar el pelo”, verbo transitivo. p'ok'r-owt'iwn: “pequeñez”, sustantivo abstracto. p 'ok 'r-ik: “muy pequeño”. p'ok'rk-owt'iwn: “pequeñez”, sustantivo abstracto.
3.1.5. k'ałc'r, -c'u “dulce”21
Etimología:
según Olsen (1999), k'ałc'r recuerda ligeramente al indoeuropeo *suadu- > sánscrito svādú-, griego rjdúg, latín suāvis, al menos en la sílaba inicial *sua- > armenio k 'a- y en la formación de un tema en -u-. El resto de la forma podría explicarse por una influencia secundaria de la forma de la palabra para “salado”, posiblemente *sald-tio. Una confusión similar a esta, entre los conceptos de “salado” y “dulce”, probablemente a través de un significado intermedio “sabroso” se encuentra en lituano saldús, antiguo eslavo eclesiástico sladъkъ “dulce” frente al verbo lituano sudity “sazonar, salar”. Pedersen (1905) sugirió una relación con k'ałc' “hambre”, < *sulds-, y, por lo tanto, el significado original sería “apetitoso”. Según esta autora, si la explicación de Pedersen (1905) es correcta, el tema en -u- de k 'ale 'r podría ser explicado por la adición del sufijo nominal -iu-, como sánscrito sah-yu- “fuerte”.
Derivados:
k 'ale 'r-ana-m: “crecer o llegar a ser dulce”, verbo intransitivo.
k 'ale 'rezm: “crecer”.
k'ałc'r-owt'iwn: “dulzura” “suavidad”, sustantivo abstracto.
Existen dos sustantivos derivados de k'ałc'r que se refieren a entidades inanimadas concretas que se caracterizan por ser dulces: 1) k'ałc'r-u “mosto”, sustantivo en -u- que designa una variedad de vino dulce sin alcohol; 2) k 'ale 'r-am “berilio”, elemento químico cuyas sales tienen un sabor dulce. Es por ello que en inglés se denomina glucinium, derivado del griego ɣλυκύς “dulce”.
4. Conclusiones
Tras realizar una búsqueda de los adjetivos en -u- en armenio bíblico, se ha podido observar que estos son menos frecuentes que en otras lenguas indoeuropeas, puesto que únicamente se han identificado cinco ejemplos, barjr “alto”; canr “pesado”; manr “pequeño”; p 'ok'r “pequeño”; k 'alar “dulce”, frente a otras lenguas como el griego o el lituano donde los adjetivos en -u- son muy abundantes. En cuanto a la explicación de la flexión heteróclita -r-/-n- que tienen estos adjetivos en -u-, se ha observado que las diferentes gramáticas y estudios no presentan una teoría común acerca de su origen.
En cuanto a los derivados de los adjetivos en -u- analizados, estos utilizan el sufijo -ana- para crear verbos denominativos intransitivos en los que, semánticamente, se señala que el sujeto llegar a ser algo. Sin embargo, para crear verbos transitivos, se añade el sufijo -e- < *-ye/o- al adjetivo en -u-. En cuanto a los derivados nominales, el sufijo -owt'iwn es utilizado por estos adjetivos para crear sustantivos que designan entidades abstractas. También está atestiguado en un caso, en barjr “alto” > barjraberj “muy alto”, el mecanismo de la reduplicación adjetival para formar adjetivos superlativos.
Finalmente, se han identificado una serie de sustantivos derivados que designan entidades concretas tanto inanimadas como animadas: ma-nuk “niño” (< manr “pequeño”), k'ałc'ru “mosto” y k'aic'ram “berilio” (< k'ałc'r “dulce”).