Meritxell-Anfitrite Álvarez Mongay
Sus bosques encantados han enamorado a reyes y reinas y a la más refinada nobleza lisboeta; sus jardines mágicos han robado el corazón de escritores y poetas; hasta la Unesco cayó bajo su hechizo cuando en 1995 declaró la sierra y el casco antiguo de la ciudad Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad. Hoy los misterios y las leyendas de Sintra siguen cautivando al viajero que visita Portugal.
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