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Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.9 no.36 Toluca abr./jun. 2003

 

México en el contexto de la enseñanza de la demografía en América Latina

 

Mexico in the context of demographic training in Latin America

 

Manuel Ordorica Mellado

 

El Colegio de México.

 

Resumen

La evolución de los programas y de los estudios demográficos en México está íntimamente relacionada con la dinámica social y económica y los eventos históricos. En nuestro país el tema demográfico ha estado latente desde hace más de medio siglo, primero por el lento crecimiento de la población y la despoblación del país, y luego por el acelerado incremento demográfico. Estos hechos marcan el interés por la demografía. El presente artículo hace un recuento histórico de la enseñanza de la demografía en México, argumentando que los nuevos métodos y enfoques de la enseñanza de la demografía deben estar guiados por la evolución futura de los fenómenos poblacionales. El demógrafo debe tener claro cuáles son los temas centrales a investigar en los años por venir, a fin de que eso oriente la investigación y los programas de estudio.

 

Abstract

The development of Demography programs and research in Mexico is tightly related to the social and economic dynamic and to the historical events. In our country, the subject of Demography has been present for over fifty years; first, because of the slow population growth and the population distribution in the country, and later because of the rapid demographic growth. These events bring about an interest in the Demography field. The present article presents a historical account of the training in Demography in Mexico and Latin America. It argues that the framework and new methods of training Demography have to be guided by the future evolution of the population phenomena. The trained demographer has to be able to identify the future central topics in the field, in order to rearrange the research and training programs.

 

Origen y evolución de los estudios de población

La evolución de los programas y de los estudios demográficos en México está íntimamente relacionada con la dinámica social y económica y los eventos históricos. En nuestro país el tema demográfico ha estado latente desde hace más de medio siglo, primero por el lento crecimiento de la población y la despoblación del país, y luego por el acelerado incremento demográfico. Estos hechos marcan el interés por la demografía.

En México hace un poco más de medio siglo, en la década de 1940, la preocupación central de políticos y científicos sociales fue la escasez de población en el territorio nacional; en consecuencia, se promovieron acciones dirigidas a incrementar el número de habitantes, el ritmo de crecimiento de la población y la densidad demográfica. Se consideró que México era un país subpoblado, en donde el crecimiento demográfico era un requisito indispensable para el desarrollo social y económico.

En 1935, ya se había señalado que la guerra de Texas y la pérdida de la mitad del territorio mexicano son una demostración de cuán costoso puede ser no tener una política demográfica. Abunda, en la historia del país, material para demostrar que poblar México ha sido una aspiración de gobernantes y escritores (Loyo, 1935).

Dada la inadecuada distribución de la población, se fomentó la inmigración de extranjeros, de preferencia aquellos que se adaptaran con mayor facilidad a la cultura mexicana. Por tal motivo, se discutió sobre la necesidad de analizar las tendencias de la población y sus vinculaciones con el proceso de desarrollo. Se prestó especial atención al problema de la redistribución geográfica de la población y al establecimiento de programas dirigidos a diseñar políticas en materia de migración, tomando en consideración la posible inmigración que se presentaría como resultado de la Segunda Guerra Mundial (Lerner, 1967).

La finalidad de sentar las bases de una política de población centrada en el incremento del número de habitantes configuró el carácter del trabajo de investigación de esta época. Este planteamiento se manifestó en la promulgación de la Ley General de Población de 1947, la cual tenía un carácter eminentemente pronatalista.

Durante la década de 1950, aunque existía conciencia del rápido crecimiento de la población que se venía presentando, se era optimista con respecto al desarrollo económico sustentado en los avances de la tecnología y la explotación de recursos naturales. En las esferas políticas y académicas se pensaba que así sería posible superar los problemas derivados del elevado crecimiento demográfico, por lo que, en este periodo, el acelerado aumento de la población no se consideraba como un obstáculo al desarrollo (Peña, 1951).

El escaso número de científicos sociales interesados en el tema de la población demostró una variedad y dispersión de intereses, entre los cuales pueden mencionarse, por un lado, aquellos que se abocaron al conocimiento del número y características de los indígenas que residían en el país, con el propósito de buscar su integración a la sociedad mexicana (Parra, 1950) y, por otro, los que se orientaron a estimar los niveles de la natalidad en la república mexicana, así como a estudiar la fecundidad en relación con el proceso de urbanización (Whetten, 1958).

La movilidad de la población dentro de las fronteras nacionales empezaba a ser considerada en las investigaciones demográficas. Se iniciaron los trabajos orientados a vincular la situación demográfica con el desarrollo económico y el desarrollo agrícola, y se analizaron los efectos de la concentración del ingreso en un país como México, donde el crecimiento de la población había llegado a tres por ciento anual (Flores, 1954).

Si bien es cierto que los trabajos realizados en este periodo son pocos, asistemáticos y dispersos, es posible que en estos años se estuviera gestando una etapa futura en la que el tema demográfico sería motivo de discusión amplia. Al poco tiempo, la formación de especialistas en demografía y la producción de información posibilitarían una reflexión más profunda en este campo.

Cabe señalar que en el año de 1958 se fundó el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) cuya contribución en la formación de especialistas en el campo de la demografía fue decisiva para América Latina. El apoyo que esta institución brindó a El Colegio de México fue fundamental en sus inicios. Durante varios años estas dos instituciones tuvieron a su cargo la capacitación de los demógrafos en el ámbito de América Latina, siendo El Colegio de México la única institución nacional que otorgaba el grado de maestría. En la actualidad existen numerosos programas de maestría e incluso de doctorado, tanto en México como en América Latina (Quilodrán, 1999).

A este propósito contribuyó el hecho de que el censo de población levantado en 1950 basó sus conceptos, preguntas y definiciones en los lineamientos de la Comisión del Censo de las Américas (COTA). Desde entonces ha sido posible la comparación de nuestra información censal con la de otros países latinoamericanos.

Durante la década de 1960 se empezó a percibir una polarización de las posiciones respecto a la conveniencia o no de un elevado crecimiento de la población. Al inicio de la década había consenso respecto a la necesidad de promover el ritmo de crecimiento demográfico, planteamiento que al poco tiempo fue discutido en los ámbitos público y académico; se ponía en duda la existencia de un problema de subpoblación (Alba, 1979), y se empezaba a considerar la posibilidad de establecer programas orientados a regular el crecimiento de la población.

En este periodo se produjo un importante auge de la investigación demográfica en México, y puede considerarse como la etapa de su institucionalización (Alba, 1979). En 1964, se crea el programa de la maestría en demografía del Centro de Estudios Económicos y Demográficos de El Colegio de México, se dio impulso a la realización de investigaciones metódicas sobre población y se inició en el país la formación de especialistas en el campo de la población. Estos factores dieron como resultado trabajos sistemáticos y rigurosos sobre la situación demográfica del país, al tiempo que se continuó con la realización de acciones orientadas a fundamentar la necesidad de establecer una nueva política de población. También el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México llevó a cabo importantes estudios demográficos centrados en el análisis de los componentes del crecimiento de la población (Benítez, 1961).

Seguramente el trabajo que más repercusiones tuvo en el cambio de la posición respecto a las futuras acciones en materia demográfica fue un juego de proyecciones sobre la población de México a nivel nacional y por entidad federativa para el periodo de 1960 a 1980, el cual también fue la base para la programación social y económica del país (Benítez y Cabrera, 1966).

El conocimiento acerca de las características de la fecundidad ocupó gran parte del tiempo de los investigadores en diversos sectores. Fue así que se levantaron encuestas de fecundidad en la ciudad de México y en las áreas rurales del país. En 1964 se llevó a cabo la Encuesta sobre Fecundidad en la Ciudad de México, realizada por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Este trabajo permitió estimar los niveles y las tendencias de la fecundidad según características sociales, económicas y culturales. También posibilitó el análisis y la medición de los niveles de uso de métodos anticonceptivos (Alba, 1979). En 1970, como parte del programa de encuestas comparativas de la fecundidad en América Latina, se levantó una encuesta sobre fecundidad en áreas rurales.

Las instituciones de salud, por su parte, realizaron investigaciones sobre fecundidad y los niveles de aceptación de los métodos de la planificación familiar. Los logros de estos estudios, aunados a la prestación de servicios de atención materno-infantil, contribuyeron a definir las tendencias del cambio demográfico.

Además de los trabajos de investigación centrados en evaluar los niveles de los componentes del crecimiento de la población, surgieron en este periodo áreas no tratadas antes, como fue el caso de la demografía histórica (Alba, 1979).

Las investigaciones demográficas sobre componentes aislados dieron paso a estudios más completos dentro del contexto del desarrollo socioeconómico. En este sentido, las investigaciones sobre algunas consecuencias posibles en el desarrollo y la permanencia de elevados niveles de fecundidad señalaron que en México existía un nuevo problema que amenazaba con reducir las perspectivas de progreso y de bienestar: el acelerado crecimiento de la población (Barth, 1965).

Además, se realizaron los primeros modelos orientados a establecer las relaciones entre el desarrollo económico y el crecimiento de la población (Coale y Hoover, 1965). Otras investigaciones que buscaron alcanzar este mismo propósito plantearon el hecho de que el crecimiento de la población estaba estrechamente ligado a los aspectos propios del desarrollo económico y que la presión demográfica y su dinámica no tienen significado alguno por sí mismos, sino en relación con los recursos existentes y su forma de explotación (Peña, 1962). En todos estos planteamientos la pregunta subyacente era si el crecimiento de la población se presentaba como un obstáculo para el desarrollo.

También durante la década de 1960, y con base en el desarrollo y consolidación de la demografía y los estudios de población en América Latina, surgieron en la región diversos programas de posgrado orientados a la formación de demógrafos. Estos programas contribuyeron al proceso de institucionalización de la disciplina en la región, constituyéndose en un espacio privilegiado para la elaboración y discusión de los diversos enfoques teóricos y metodológicos que predominaban en ese entonces. Asimismo, contribuyeron directamente a través de la formación de varias generaciones de estudiosos de la población, quienes han hecho sustantivos aportes a esta disciplina en América Latina. Cabe mencionar, por ejemplo, además de los cursos del Centro Latinoamericano de Demografía, en Santiago de Chile y San José de Costa Rica, los posgrados en la Universidade Estadual de Campinas y el Centro de Desenvolvimento e Planejamento Regional en Brasil, entre otros. Asimismo, aunque estaba fuera de la región, el Population Research Center de la Universidad de Texas, en Austin, contribuyó de gran manera a la formación de investigadores latinoamericanos en el área de los estudios de población. Todos estos programas académicos se vieron directamente beneficiados por el desarrollo de las ciencias sociales en la región, en particular por el debate sobre el problema demográfico que predominaba en América Latina. De hecho, en la gran mayoría de los casos, los planes de estudio, los contenidos de los seminarios teóricos y metodológicos, así como la curricula de los programas estaban influidos por el debate latinoamericano sobre la dinámica de la población y el proceso del desarrollo (Canales, 1999).

Durante el decenio de 1970, la experiencia alcanzada en materia de investigación demográfica junto con la pertinencia de la información que se iba generando y la conciencia ciudadana y política alrededor de los problemas del crecimiento demográfico convergieron en la creación de una instancia política encargada de definir y ejecutar la política de población: El Consejo Nacional de Población.

En 1970 se levantó el IX Censo General de Población y Vivienda.1 En 1975-1976 se llevó a cabo la Encuesta Mexicana de Fecundidad en el marco del Programa de Encuestas realizado a nivel mundial, y en 1978 y 1979 se efectuaron las encuestas de prevalencia en el uso de métodos anticonceptivos.

Por otra parte, la participación en foros nacionales e internacionales2 produjo un efectivo intercambio de información entre investigadores y reportó una necesaria difusión de información entre diversos sectores de la población. Claramente se fue perfilando la tendencia de enmarcar los trabajos de población en el ámbito de los estudios del desarrollo económico al considerar que los hechos demográficos no son ajenos a los procesos sociales y económicos.

En 1974 fue promulgada la Ley General de Población y creado el Consejo Nacional de Población, con el fin de establecer las directrices de la política de población del país, la cual tiene como objetivo:

regular los fenómenos que afectan a la población en cuanto a su número, estructura, dinámica y distribución en el territorio con el fin de lograr que participe justa y equitativamente de los beneficios del desarrollo (Ley General de Población, 1974).

En 1977, el Consejo Nacional de Población estableció objetivos y metas en materia de crecimiento demográfico. Se planteó la meta de 2.5 por ciento de crecimiento demográfico para 1982 y de uno por ciento al 2000, buscando establecer la congruencia entre los objetivos demográficos y los aspectos de la política de desarrollo (Secretaría de Programación y Presupuesto, Consejo Nacional de Población, Centro Latinoamericano de Demografía, 1983).

La investigación demográfica de México durante la década de 1970 realizó importantes aportaciones a los conocimientos acerca de la mortalidad, la fecundidad y la nupcialidad, la migración y la evaluación de información demográfica.

Se empezó a reconocer que el avance en el conocimiento de los fenómenos de población depende en gran medida de la incorporación de investigadores de áreas afines, y no sólo del análisis demográfico. En este sentido, se observó una mayor presencia de otras disciplinas o ciencias en la explicación de los hechos demográficos, tal es el caso de la sociología, la antropología, las ciencias políticas, las relaciones internacionales, la estadística, la medicina y la economía, entre otras. Consecuentemente, en esta etapa se desencadenó, en una forma más evidente, una serie de investigaciones dirigidas a entender los aspectos demográficos bajo una perspectiva de carácter interdisciplinario.

En 1980 se realizó la Segunda Reunión de Investigación Demográfica en México. Por ese entonces fue evidente el avance en el desarrollo de técnicas para la estimación de los niveles de mortalidad; además, nuevos elementos teóricos fueron incorporados al análisis de la misma: mortalidad infantil y clase social, mortalidad intrauterina, mortalidad por causas, mortalidad por regiones y determinantes de la mortalidad.

En lo que se refiere a la fecundidad y nupcialidad, se destacaron los avances en el conocimiento sobre el proceso de formación de familias y los tipos de uniones. La consideración del grupo familiar como unidad de análisis representó un aporte sustantivo en las deliberaciones.

En materia de política de población se planteó la necesidad de incorporar temáticas relativas a los derechos humanos, la participación de la mujer en el desarrollo y la integración de los grupos indígenas. El avance en el análisis de las relaciones entre el desarrollo y la población fue escaso, toda vez que cada área venía siendo trabajada de manera independiente. Otro aspecto que llama la atención es la incorporación de la dimensión regional al estudio de los fenómenos de la mortalidad, la fecundidad y las migraciones.

La dinámica del campo de estudio y el ejercicio permanente del análisis de las tendencias demográficas hizo que nuevos temas pasaran a ser parte de la preocupación de los investigadores. Tal es el caso del envejecimiento, el efecto de la crisis económica sobre la dinámica demográfica, la salud en relación con la fecundidad, la mortalidad y la migración, el análisis de la interrelación de las variables demográficas, la demografía étnica, entre otras.

La discusión sobre aspectos teóricos para comprender la migración ganó en pertinencia y sugirieron métodos más exactos para entender mejor las causas y consecuencias de este fenómeno. En relación con la migración internacional se estudiaron los efectos de la migración indocumentada sobre los mercados de trabajo en Estados Unidos, al tiempo que se probaban nuevas metodologías para estimar la emigración a partir de datos sobre la residencia de hijos sobrevivientes y se proponía la incorporación de metodologías de estudio que permitieron analizar la situación del migrante a nivel micro (Benítez, 1989).

En el caso de población y políticas públicas se avanzó en la discusión del papel de la población en la planificación del desarrollo, haciéndose evidente la necesidad de entender las políticas de población en el contexto histórico de la economía y de la sociedad (Benítez, 1989). A finales de 1986 se realizó la Tercera Reunión Nacional sobre la Investigación Demográfica en México y en ella se incluyeron temas que no se habían tratado en el pasado. Tal es el caso del efecto de la crisis en la dinámica demográfica, el tema del envejecimiento y las necesidades futuras en investigación y docencia, entre otros aspectos.

En la década de 1980, sin embargo, junto al agotamiento del debate demográfico en América Latina, los programas de posgrado entran en una fase de crisis. En las décadas anteriores estos programas se nutrieron del debate social que caracterizaba al mundo académico (y político) de la región. Con el agotamiento del debate que invadió a los ámbitos académicos de la región, los programas de posgrado parecieron estancarse y reproducir esquemas de enseñanza y planes curriculares creados en decenios anteriores. Ante la ausencia de nuevos esquemas analíticos, así como de nuevas líneas de investigación, los posgrados de la región no tuvieron fuentes de las cuales nutrirse para su necesaria renovación. No obstante lo anterior, los programas de posgrado en población iniciaron un importante proceso de renovación y cambio en sus estructuras, sus planes de estudio y la currícula, sus contenidos, orientaciones y objetivos, con el fin de volver a sintonizarse con las tendencias de vanguardia en los estudios de población en la región (Canales, 1999).

Las nuevas tendencias en la investigación sociodemográfica deben complementarse con la apertura en los noventa de un conjunto de nuevos programas de posgrado en el área de la demografía y los estudios de población,3 los que junto al programa de posgrado del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano, hacen de México el país de América Latina con mayores recursos y mayor nivel de institucionalización en la formación de demógrafos y estudiosos de la población (Canales, 1999).

En la cuarta, quinta y sexta Reuniones Nacionales de Investigación Demográfica, realizadas en 1990, 1995 y 2000, respectivamente, nuevas áreas de investigación se abrieron, tal es el caso de la relación entre pobreza y procesos demográficos; población y ambiente; género, sexualidad y reproducción; salud reproductiva; demografía regional, población y educación; envejecimiento demográfico; demografía electoral, demografía de los negocios, entre otros temas. ¿Podemos decir que los avances logrados en la investigación son significativos? No hay duda de que la investigación demográfica se ha desarrollado de manera importante en los últimos 35 años y en los últimos 20 años los avances han sido más rápidos que los observados en periodos precedentes, que junto con un incremento significativo del número de ponencias entre la Primera y la Sexta Reunión Nacional sobre Investigación Demográfica, ponen de manifiesto la actividad en que se encuentra esta disciplina.

 

Experiencia de El Colegio de México

Ahora se presenta la experiencia mexicana en la enseñanza de la demografía en El Colegio de México, que es actualmente una de las principales instituciones generadoras de demógrafos, de donde han egresado un gran número de estudiantes de otros países de América Latina y el Caribe.

El Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano, lugar donde se ubican los estudios de población en El Colegio de México, inició sus actividades en 1964 como Centro de Estudios Económicos y Demográficos. Fue fundado por un grupo de especialistas en demografía y economía conscientes de la necesidad de contar con un centro de investigación y docencia en estas áreas. Sin embargo, un aumento considerable de las actividades del Centro de Estudios Económicos y Demográficos y el interés creciente por el estudio de la urbanización en nuestro país dio lugar, en 1981, a su división y a la creación de dos nuevos centros: el Centro de Estudios Económicos y el Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano.

El Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano ha venido desarrollando programas de investigación y docencia acerca de los fenómenos poblacionales y urbanos, entre los cuales existen fuertes interrelaciones. En términos generales, en una primera fase, que podría situarse de 1964 a la década de 1970, la investigación demográfica estuvo centrada en el análisis y la medición de los niveles y tendencias de las variables demográficas. También se caracterizó porque los programas de demografía y de economía se encontraban estrechamente interrelacionados, pero el énfasis estaba en economía. En una fase posterior, que va desde la década mencionada hasta la actualidad, las investigaciones en esta área se extienden a las causas y consecuencias del fenómeno demográfico de acuerdo con los diversos estratos y sectores de la población. Es importante destacar que la maestría en demografía surge en el momento en que la tasa de crecimiento demográfico es de 3.5 por ciento anual, la más elevada del siglo XX en México.

En esta etapa el análisis demográfico se constituye como eje central del programa en lo que se refiere a los aspectos cuantitativos y se crean una serie de cursos de orden sociodemográfico que proporcionan el vínculo entre la dimensión demográfica y las dimensiones sociales y económicas.

Desde 1964 se ha impartido en El Colegio de México la maestría en demografía, y a partir de 1985, el doctorado en ciencias sociales con especialidad en estudios de población. En 1995, estos dos programas se integraron en un sólo programa de posgrado en población.

Desde su inicio, el programa de maestría en demografía ha tenido como objetivo principal formar científicos en el análisis de los fenómenos demográficos y sus interrelaciones con el proceso de desarrollo y cambio social, poniendo especial énfasis en la problemática de México y de América Latina.

El programa de doctorado se desarrolla para continuar respondiendo a las necesidades y requerimientos del país y de la región en la formación de recursos humanos de alto nivel que tengan una rigurosa preparación en población. Para ello, se les capacita en el análisis demográfico, en metodología de la investigación demográfica, en procesos de desarrollo y se les imparten seminarios teórico-metodológicos. A partir de 1995 se denomina únicamente programa de doctorado en estudios de población.

La experiencia de estos años ha mostrado que el establecimiento de un sólo programa de posgrado otorga una mayor flexibilidad en el desarrollo de la enseñanza y aprovechamiento de los recursos de docencia en investigación del Centro de Estudios Demograficos y de Desarrollo Urbano.

La concepción del programa de estudios se basa en un manejo adecuado del instrumental teórico y metodológico del análisis demográfico y de la sociodemografía para hacer aportes originales en el campo de los estudios de la población. El programa busca la interdisciplinariedad, centrándose en el análisis de la vinculación de lo poblacional con lo social y lo económico.

En síntesis, el programa de posgrado en población de El Colegio de México cuenta con al menos tres grandes vías en el campo de la población: la primera es la continuidad del desarrollo de los temas clásicos de la demografía; la segunda se orienta a la medición de los eventos demográficos, su dinámica y sus interrelaciones, y la tercera es la investigación cualitativa dirigida a la profundización de los significados de los procesos poblacionales, considerando los componentes teóricos y metodológicos y la reflexión sobre la teoría social (Camarena, 1994: 752).

La estructura del programa trata de establecer un equilibrio entre la formación curricular y la investigación. Los cursos se pueden agrupar en instrumentales (matemáticas y estadística), sociodemográficos (seminarios de población y sociedad: migración, fecundidad, mortalidad y fuerza de trabajo), cursos teóricos y metodológicos y seminarios de especialización.

Las principales áreas de investigación que existen en el Centro y que dan origen a estos últimos seminarios son: políticas de población y demografía regional; población y desarrollo; familia, nupcialidad y fecundidad; mercados de trabajo; mortalidad y procesos de salud-enfermedad; instituciones sociales y comportamiento reproductivo; migración interna e internacional; familia y salud reproductiva; ambiente y desarrollo sustentable; envejecimiento de la población; demografía matemática y proyecciones de población.

Con esta formación han egresado 200 alumnos de la maestría en demografía y 50 del doctorado. En su mayoría, los estudiantes son de América Latina y el Caribe.

El perfil de los estudiantes es muy amplio. Muchos de ellos provienen de diversas licenciaturas como actuaría, economía, sociología, antropología, entre otras. Es debido a esa diversidad que se trabaja de manera importante en las dos vertientes: la del análisis demográfico y la de los estudios sociodemográficos.

En nuestra planta de profesores se encuentran muchos egresados del programa de maestría en demografía de El Colegio de México, y varios de ellos son egresados también de programas de doctorado en Gran Bretaña, Estados Unidos, Holanda, Bélgica y de otras instituciones académicas de México. Esto ha permitido una combinación interesante de especialistas en distintos campos del quehacer del demógrafo: la llamada escuela francesa, la escuela inglesa de estimación demográfica indirecta, la escuela norteamericana, la escuela del Centro Latinoamericano de Demografía y la propia corriente mexicana de estudios de población.

En cuanto a su labor de investigación, durante la década de 1990, el Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano ha incorporado nuevas líneas. Ejemplo de ello son el programa de salud reproductiva y sociedad y el programa de estudios avanzados en desarrollo sustentable y medio ambiente (LEAD-México), que constituye la componente mexicana del programa leadership for environment and development. El primero, que inicia formalmente sus actividades en 1993, surge como producto de la necesidad de investigación sobre las desigualdades sociales y de género frente a la salud reproductiva. El segundo, que comienza en 1991, se propone incrementar la formación de profesionales especializados en las relaciones entre el medio ambiente, la población y el desarrollo. Esta línea ha permeado diversas disciplinas y áreas del conocimiento.

El programa de salud reproductiva y sociedad busca consolidar un proceso sistemático de generación de conocimiento sobre el tema desde la perspectiva de las ciencias sociales, con el fin de aportar elementos que permitan la delimitación de un contexto más favorable para el mejoramiento de la salud reproductiva de la población mexicana.

El programa de estudios avanzados en desarrollo sustentable y medio ambiente está dirigido a incrementar el potencial de un conjunto de profesionales (asociados) para que estén en condiciones de concebir e impulsar cambios que mejoren las perspectivas de sustentabilidad del desarrollo.

Evolución de los programas de posgrado

La evolución de los programas puede dividirse en dos grandes etapas: la primera abarca de 1964 a finales de la década de 1970 y la segunda cubre el periodo de principios de la década de 1980 a la actualidad.

Durante la primera etapa, el énfasis de los programas se centró en el intento de vincular la economía con la población. Se impartieron cursos de desarrollo económico, historia económica y teoría económica. Al tiempo que se estudiaban las teorías sociológicas del desarrollo. Posteriormente, ya en el decenio de 1980, sólo se impartieron cursos teóricos de economía que permitieron dar los elementos para analizar las teorías de la población. Este enfoque perduró hasta principios de la década de 1990, se trató de establecer un vínculo más estrecho entre economía y población.

La materia de sociología del desarrollo se impartió hasta finales de la década de 1970, para luego dar paso a un curso teórico de sociología hasta finales de los noventa. En la generación de 1991 y 1993 se impartió un curso que intentaba relacionar sociología y población.

El énfasis por los trabajos económicos en esta etapa se explica por la ubicación de los estudios de población en el Centro de Estudios Económicos y Demográficos, ubicación que duraría hasta 1981.

Durante los primeros años del programa de la maestría en demografía es posible destacar la gran influencia que se tuvo del Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE). Algunos de los alumnos mexicanos egresados del CELADE, en Santiago de Chile, regresaron a México a integrar la planta de profesores del Centro de Estudios Económicos y Demográficos.

Durante varios años, las materias de fecundidad, mortalidad y migración se impartían como cursos separados, al igual que se hacía en el Centro Latinoamericano de Demografía. En estos cursos, lo cuantitativo y lo explicativo se impartían conjuntamente. También al principio se daba un fuerte énfasis en la evaluación de datos demográficos. Esta materia ha ido perdiendo importancia conforme se cuenta con datos de mejor calidad. Dicho curso se ha integrado al análisis demográfico.

A partir de 1973, estos cursos se integran tanto a las materias de análisis demográfico como a los seminarios de estudios de población. Los cursos de poblaciones estables y proyecciones de población que se impartían aisladamente también se integran a los cursos de análisis demográfico.

Un rasgo que siempre ha caracterizado a este programa de estudios y que continúa vigente es la separación que existe entre quienes hacen demografía pura y quienes trabajan con un enfoque sociodemográfico. Esto también se explica por que hay, por un lado, un gran número de profesores y estudiantes con formación matemática, egresados principalmente de la carrera de actuaría, y por el otro, un gran número de profesores y alumnos con una formación social o económica.

Durante la segunda etapa, el enfoque económico fue perdiendo importancia, ganando interés el de tipo social. En esta etapa se unifican los cursos de análisis demográfico y se integran de mejor forma los seminarios de cambio social y población, que luego se llamarían de sociedad y población. En estos seminarios se imparten las materias de fecundidad, mortalidad, migración y fuerza de trabajo, con un enfoque explicativo vinculado a lo social y económico.

Al inicio del decenio de 1980 se abrió un mayor número de materias optativas, entre las que destacan los cursos de población y salud, estructura agraria y población, fuerza de trabajo, demografía histórica y demografía matemática. A mitad de la década de 1990 se incorporó la migración internacional y la salud reproductiva (cuadro 1).

 Estructura actual del posgrado en población

Actualmente, el programa de posgrado en población contiene un curso intensivo previo de matemáticas y estadística. En este curso se enseñan los elementos básicos de matemáticas y estadística que son indispensables para la mejor comprensión de algunos aspectos del análisis demográfico y de la estadística. Este curso no es curricular, sino que se ofrece como apoyo para la preparación del rubro correspondiente del examen de admisión. El programa cuenta con cuatro áreas principales:

1. Área técnico-metodológica. Tiene como objetivo proporcionar una base sólida en el análisis demográfico y estadístico incluyendo la enseñanza de los métodos más avanzados. Esta área comprende los siguientes cursos:

Análisis demográfico. El objetivo de estos cursos es proporcionar el instrumental metodológico y técnico que permita analizar los componentes de la dinámica demográfica en cuanto a sus niveles, tendencias y perspectivas, poniendo énfasis en las interrelaciones existentes entre los mismos.

Estadística. En esta serie de cursos se estudia la función descriptiva y paramétrica de la estadística, tomando en cuenta su aspecto probabilístico. Asimismo, se proporcionan elementos de estadística multivariada y de procesos estocásticos. En todos los casos se destaca su aplicación al estudio de los fenómenos demográficos.

Cursos metodológicos. Cursos destinados a profundizar en el conocimiento y manejo de los métodos y técnicas más avanzados (de carácter cuantitativo y cualitativo) en el análisis de los fenómenos poblacionales.

2. Área teórica. Serie de cursos destinados a examinar con sentido crítico las aportaciones de la sociología, de la economía, así como del propio análisis demográfico, al estudio de la población.

Introducción a los estudios de población. Este curso está destinado a proporcionar una visión histórica de la dinámica poblacional y de las doctrinas de la población.

Políticas de población. Se analizan los elementos teóricos conceptuales inmersos en las políticas de población y la relación que guardan con el proceso de desarrollo.

Población y desarrollo. Revisión de diversas conceptualizaciones sobre procesos de crecimiento y desarrollo y el papel que desempeña la dinámica demográfica en tales procesos.

Sobrevivencia y condiciones de vida, dinámica de la fecundidad y cambio social, población y trabajo, y migración y distribución espacial de la población. Estos cursos están orientados a revisar de manera sistemática y crítica las características, niveles y tendencias de los fenómenos demográficos, así como los marcos teóricos y analíticos utilizados para explicar sus cambios. Al mismo tiempo, se revisan las fuentes de información y la metodología empleada en el análisis realizado; en ellos se enfatizan las orientaciones y resultados de la investigación en América Latina.

3. Área de especialización. Por medio de los cursos de especialización, se espera que el alumno del doctorado profundice en el conocimiento existente en un campo temático particular, y en su caso, relacionado con su proyecto de tesis. Las principales áreas de investigación que se realizan en el Centro, y que dan origen a estos cursos, son: trabajo y movilidad territorial, familia y reproducción, demografía matemática, población y salud y población y sustentabilidad.

4. Área de investigación. Incluye los cursos de metodología de la investigación, los seminarios de tesis y las tutorías de tesis. Los cursos de metodología tienen como propósito apoyar a los estudiantes en la elaboración de su tesis. A partir del tercer semestre del doctorado, los seminarios de tesis tienen como propósito proporcionar a los estudiantes el foro adecuado para la discusión de sus proyectos y avances, mientras que las tutorías están reservadas al intercambio del alumno con su director de tesis.

Un taller de reflexión

En abril de 1999 se realizó un taller sobre perspectivas de la educación de posgrado en demografía organizado por El Colegio de México, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Guadalajara, y la John Hopkins University.

Debido a la multiplicación de los programas de posgrado, resultaba importante evaluar la situación del mercado de trabajo de especialistas en el campo de los estudios de población, definir el perfil de conocimiento, habilidades y actitudes de los egresados de estos programas en función de las necesidades actuales y futuras del país, y en consecuencia, evaluar la oferta educativa que existe actualmente en este campo en México.

Este taller tuvo como propósito reunir a un grupo de expertos con el fin de discutir sobre los requerimientos actuales y futuros de especialistas en estudios de población en México, y en función de ello se definieron los contenidos curriculares y no curriculares de los programas de posgrado en esta disciplina necesarios para los próximos años. El grupo de trabajo estuvo constituido por profesionistas pertenecientes a organizaciones públicas y privadas que demandaban especialistas en población en México, por un lado, y por académicos responsables de los programas de posgrado en población o con amplia experiencia en la docencia de la sociodemografía en el país o en Estados Unidos. Las instituciones participantes fueron las siguientes: Brown University, Johns Hopkins University, Princeton University, University of Pennsylvania, El Colegio de México, El Colegio de la Frontera Norte, El Consejo Nacional de Población, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, la Fundación Ford, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Universidad Nacional Autónoma de México, Levanta, y Berumen y Asociados (estas dos últimas son empresas que realizan encuestas y demografía de los negocios).

Los objetivos específicos de la reunión fueron examinar el estado actual del mercado de trabajo de los graduados de los programas de posgrado en población e identificar las necesidades futuras del trabajo de especialistas en población; determinar en qué medida los programas de posgrado en población de las distintas instituciones académicas responden a las necesidades del país; identificar áreas de posible modificación al contenido y forma de los programas de posgrado, y proponer un programa de trabajo que permita implementar acciones y evaluar avances durante los próximos años.

Entre los principales problemas detectados por las distintas instituciones se encontraron: la carencia de nuevas oportunidades de trabajo por falta de empleo; el poco o nulo crecimiento del sector académico apoyado por el Estado; descuido en la divulgación de actividades del demógrafo; limitación del conocimiento del sector privado sobre el quehacer del especialista en población; la necesidad de una redefinición del objeto de estudio de la disciplina una vez que descienda la fecundidad; la ambigüedad entre el concepto de políticas de población con el de planificación familiar; tener que ocuparse de lo que las agencias financieras imponen; falta de fondos públicos asignados a la investigación científica; envejecimiento en la estructura por edad de los demógrafos por falta de renovación; falta de coordinación entre instituciones; la no integración de la política de población en la planeación de otros sectores; toma de decisiones políticas en temas de población sin tomar en cuenta la opinión de demógrafos; inadecuados tabuladores salariales para especialistas en población, y centralización de las oportunidades en la capital de la república.

También se detectaron algunas oportunidades para el demográfo entre las que destacan: la necesidad de diseñar políticas públicas con fundamento demográfico; conciencia creciente en los medios de comunicación de los problemas de negocios; integración de grupos multidisciplinarios; utilización de técnicas modernas en el procesamiento de datos; desarrollo tecnológico que puede enriquecer la educación y la docencia como videoconferencias, sistemas de información geográfica, modelos estadísticos, entre otros aspectos.

Entre los problemas identificados por El Colegio de México se encuentran los siguientes: hay una separación entre docencia e investigación que inhibe el desarrollo de capacidades; no hay una profundización en el análisis de las fuentes de datos (origen, crítica, sustento); falta de actualización del profesorado en técnicas de enseñanza; no se incluyen fundamentos de: técnicas de muestreo, cuestionarios, encuestas, métodos cuantitativos; heterogeneidad de los aspirantes con deficiencias en matemáticas, y teorías sociales; reducción de los trabajos de investigación al análisis secundario de datos por limitaciones de tiempo y dinero; carencia de análisis espacial de los fenómenos sociodemográficos; falta de integración entre demografía formal y la sociodemografía; falta de integración de tesis con investigación en los centros; falta de aplicación de estadística multivariada en las tesis; falta de conocimiento de métodos cualitativos; falta de entrenamiento en cursos de cómputo, y tiempos largos de graduación.

Entre las recomendaciones que se hicieron en este taller se encuentran: involucrar a los estudiantes en investigaciones de los centros de investigación; actualización del profesorado en nuevas técnicas de enseñanza; realización de cursos sobre fuentes de datos con el manejo de la información y sus problemas, incluyendo módulos de muestreo, encuestas, cuestionarios y métodos cualitativos; incluir un seminario sobre análisis espacial de los fenómenos sociodemográficos; impulsar la integración entre docencia e investigación; promover cursos y talleres para profesores y alumnos; promover la actualización a profesores en métodos cuantitativos; promover la comunicación y colaboración entre colegas con distintos enfoques; diseñar cursos conjuntos entre profesores que trabajan métodos cualitativos con los que trabajan en métodos cuantitativos; difundir las posibilidades de la demografía en la planificación, e identificación de problemas nacionales a fin de sugerir tesis con apoyo institucional ligadas al problema detectado.

 

Otras experiencias en América Latina

La enseñanza de la demografía en el resto de los países de América Latina inició aproximadamente en las mismas fechas que en México. La preocupación por los problemas de crecimiento demográfico y el reconocimiento de la relación que guarda la dinámica de población con los procesos del desarrollo hicieron indispensable la formación de profesionales en este campo científico y la difusión de los conocimientos sobre la población entre profesionales de otras disciplinas.

El camino seguido no fue fácil, como tampoco lo fue en el resto del mundo. Sauvy se lamentó de la despreocupación de los poderes públicos por los estudios de población. La demografía aflora después de la Segunda Guerra Mundial estimulada por dos fenómenos opuestos: la despoblación de algunos países y el impulso demográfico de los pueblos subdesarrollados. La demografía, como disciplina académica, recibió interés después de la Segunda Guerra Mundial.

Antecedentes de la enseñanza de la demografía en la región latinoamericana fueron los cursos y el adiestramiento en estadística organizados por el Instituto Interamericano de Estadística para América Central y el Caribe entre 1954 y 1960; la inclusión de un curso sobre elementos de estadísticas demográficas en el Programa del Centro Interamericano de Enseñanza de Estadística Económica y Financiera creado en 1953, y los cursos de demografía y estadísticas vitales dictados en el Centro Interamericano de Estadística creado en 1953.

La enseñanza de la demografía en América Latina tropezó en sus inicios con una serie de obstáculos, tales como: ser una disciplina casi desconocida, la escasez de personal docente, la existencia de un ambiente académico limitado, el poco interés que despierta su estudio cuando no se sabe relacionar la variable demográfica con los fenómenos socioeconómicos, la falta de un adecuado mercado de empleo y el equivocado concepto de confundir el estudio científico de la población con el control de la natalidad.

Un paso fundamental en el desarrollo de la enseñanza en América Latina lo constituyó, como ya se dijo, la creación del Centro Latinoamericano de Demografía por convenio entre las Naciones Unidas y el gobierno de Chile, representado por la Universidad de Chile en 1957 y cuya actividad se inició un año después.

El prestigio del Centro Latinoamericano de Demografía se incrementó apreciablemente desde un principio por la labor tan fructífera que cumplió en América Latina en los campos de la enseñanza, la investigación y la asistencia técnica, así como por el importante efecto multiplicador de su acción a través de sus exbecarios en los diversos países de la región latinoamericana.

La enseñanza de la demografía se desarrolló en Santiago de Chile mediante un programa regular en tres cursos de diversos niveles: básico, avanzado y de especialización. El curso básico incluía una especialización equivalente a analista en demografía. El curso avanzado establecido a partir de 1959 había sido una continuación del curso básico. El curso de especialización se impartía haciendo participar a los estudiantes en las labores de investigación del Centro Latinoamericano de Demografía.

La acción del Centro Latinoamericano de Demografía se ha realizado y realizó respectivamente, por intermedio de su sede en Santiago de Chile y de su subsede, la cual se estableció en San José de Costa Rica, donde atendía las necesidades en el campo demográfico de los países de América Central y el Caribe.

Asimismo, se organizaron cursos internacionales con la colaboración del mencionado Centro para proporcionar conocimientos demográficos a funcionarios públicos, profesores universitarios, profesionales de diversos campos del conocimiento, especialmente médicos y auxiliares de salud. El Centro Latinoamericano de Demografía colaboró en la realización de cursos nacionales para funcionarios públicos de las oficinas de estadística y planificación, profesionales y universitarios de diferentes disciplinas y cursos en universidades con fines de institucionalización de enseñanza de la demografía.

La demografía se abrió paso en las universidades latinoamericanas, principalmente en los programas de medicina, economía, sociología y en las especialidades de estadística y actuaría.

En pocos países de América Latina se realizó la enseñanza de la demografía a nivel de posgrado. Profesionales de distintas disciplinas de las ciencias sociales comprendieron la necesidad de entender mejor los fenómenos demográficos, por lo cual demandaron que los respectivos conocimientos les fueran proporcionados en cursos especiales después de haber obtenido algún título profesional.

Cinco países de la región latinoamericana destacan por la enseñanza de la demografía a nivel de posgrado, éstos son: Brasil, Argentina, Colombia, Costa Rica y Chile.

En Brasil, el censo de 1940 abrió las perspectivas para la demografía por medio de los trabajos preparatorios de su realización, y después, de los estudios de interpretación y de análisis. La presencia en el Brasil del destacado demográfo italiano Giorgio Mortara determinó un impulso notable a los estudios demográficos por medio del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. A su vez, el Centro de Desenvolvimento e Planejamento Regional en la Universidad Federal de Minas Gerais desarrolló una maestría en economía con especialidad en demografía económica desde 1974; a partir de 1985 inició el programa de posgrado, con dos niveles de formación: maestría y doctorado.

El Centro de Estudos de Demografía Histórica da America Latina de la Faculdade de Filosofia, Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de Sao Paulo inició en 1976 una maestría y un doctorado en demografía histórica. Por su parte, el Núcleo de Estudos de Populacao de la Universidade Estadual de Campinas inició en 1985 un doctorado en ciencias sociales con especialidad en población.

En Argentina, la labor desarrollada por el Instituto de Biometría de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires fue relevante en el desarrollo de la demografía. En 1986 se inició la maestría en demografía social en la Universidad Nacional de Luján, y más recientemente, el posgrado en población en la Universidad Nacional de Córdoba.

Por lo que se refiere a Chile, el hecho de ser sede de los diversos organismos internacionales, específicamente del Centro Latinoamericano de Demografía, determinó que fuera uno de los países más favorecidos en cuanto a la enseñanza de la demografía. En Chile se han preparado demógrafos en el Centro Latinoamericano de Demografía y se ha enseñado la demografía como materia integrante de otros programas desarrollados por organismos internacionales. Actualmente, la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile desarrolla el postitulo internacional interdisciplinario en población y desarrollo sustentable del programa global de formación en población y desarrollo sustentable, auspiciado por el Fondo de las Naciones Unidas, por la Universidad de Chile y por el Fondo de Población de las Naciones Unidas.

En Colombia, un paso muy importante lo constituyó en 1961 la fundación del Centro de Estudios de Desarrollo Económico de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, cuyas investigaciones pusieron en evidencia la necesidad de estudios demográficos que complementaran el análisis económico. En 1974 se ofrecía la maestría en estudios de población en la Facultad de Estudios Interdisciplinarios de la Pontificia Universidad Javeriana; asimismo, en 1978 se inició la maestría en economía con especialidad en población en la Universidad de los Andes. Actualmente se ha iniciado una maestría en demografía en la Universidad Externado.

Costa Rica es uno de los países que conjuntamente con Brasil, Chile y Argentina tuvieron las primeras cátedras de demografía en centros superiores de enseñanza; además, aquel país resultó muy favorecido por la instalación de la subsede del Centro Latinoamericano de Demografía.

En América Latina se ha impulsado la enseñanza de la demografía de manera importante en los últimos tres decenios, como resultado del desarrollo que esta disciplina ha alcanzado en el mundo y específicamente por la preocupación del rápido crecimiento demográfico. Sin embargo, considero que el tema demográfico todavía no ha alcanzado una difusión deseable en todos los niveles. Quizá es por que todavía no existe una conciencia generalizada en los círculos de decisión respecto a la importancia de la ciencia demográfica.4

Para una mejor comprensión de la evolución de los programas de población en América Latina, ver cuadro 2.

 

Futuro demográfico y nuevos paradigmas en México

Es importante destacar que los nuevos métodos y enfoques de la enseñanza de la Demografía deben estar guiados por la evolución futura de los fenómenos poblacionales.

Aun cuando se ha observado una rápida declinación de la fecundidad y de la mortalidad, se perciben grandes diferencias entre los diversos grupos sociales y áreas geográficas. Podríamos decir que en nuestro país hay dos patrones demográficos claramente diferenciados: el de una región con una estructura por edad joven, con alta natalidad y alta mortalidad, y el de una región con baja mortalidad, baja natalidad y con una estructura por edad en acelerado proceso de envejecimiento, lo cual redunda en un crecimiento demográfico lento. Dada la dinámica demográfica mencionada, dos temas llaman la atención de algunos de nuestros investigadores: el acelerado crecimiento de la población en edades activas y la rápida tasa de incremento de la población en edades avanzadas, ambos aspectos estrechamente vinculados con el proceso de envejecimiento de la población.

México, al año 2000, era un país con 97 400 000 personas, según los resultados del XII Censo General de Población y Vivienda; con una tasa de crecimiento demográfico de 1.5 por ciento anual (CONAPO, 1995). Entre 1970 y 2000, los mexicanos hemos tenido que construir otro país como el de principios de la década de 1970. La esperanza promedio de vida al nacer llegó a casi 75 años, nivel casi semejante al de varios países de Europa. La tasa de mortalidad infantil ha descendido a poco menos de 25 defunciones de niños menores de un año de edad por cada mil nacimientos; mientras que la tasa global de fecundidad disminuyó a 2.5 hijos por mujer, lo cual representa casi la tercera parte de la fecundidad observada en 1970. Mientras que el binomio concentración-dispersión continúa y todavía se observan grandes desequilibrios en la distribución de la población.

Una preocupación recurrente en la investigación ha sido el de la desigualdad frente a las diferentes dinámicas demográficas y urbanas. En particular, un interés reciente ha sido el de la pobreza, lo que se ha venido manifestando en varios de los estudios realizados.

Como resultado de la disminución en los niveles de fecundidad, la población de 0 a 14 años ha descendido en números absolutos; la de 15 a 64 años se duplica en periodos de aproximadamente 40 años, y la de 65 años y más, lo hace en ciclos de poco menos de 20 años.

Estos datos permiten apreciar el acelerado proceso de envejecimiento que está sufriendo la población mexicana. Debido a lo anterior, será necesario que la demografía incursione en los campos de la biología, la gerontología y la genética.

Desde el punto de vista del análisis demográfico de la mortalidad, será importante realizar tablas de vida detalladas de los 65 años en adelante, a fin de profundizar en el análisis del comportamiento de la mortalidad en esta etapa. También se tendrá que estudiar en forma muy meticulosa la mortalidad en los primeros días de vida. Esto porque en las restantes edades la mortalidad será casi nula.

Como resultado de la rápida disminución en los niveles de la mortalidad en todos los grupos de edades, la gran mayoría de los niños tienen no solamente a sus padres vivos, sino a sus abuelos e incluso a sus bisabuelos. Existen tres generaciones vivas al mismo tiempo, por lo que el concepto de familia ampliada será un tema relevante en el análisis de la dinámica demográfica.

Debido a la disminución en los niveles de fecundidad, los niños y las niñas tendrán en un futuro próximo un hermano o una hermana, a diferencia de los seis o siete que tenían a mediados del siglo XX. El tiempo de convivencia de un padre con su hijo es ahora de cinco o seis decenios, en vez de los 10 o 20 años que convivían cuando la mortalidad era elevada.

Se sabe que la ciencia será capaz de modificar el patrimonio genético. Todas las combinaciones son posibles entre el óvulo, el espermatozoide y el útero, por lo que un recién nacido puede recibir un patrimonio genético proveniente de una pareja ajena a su madre y a su padre (Tabah, 1994: 724). Pronto será normal decidir el sexo de un individuo antes de su concepción.

La mayor esperanza de vida al nacer de las mujeres crea un cuadro difícil para ellas. En una sociedad en vías de desarrollo, como la mexicana, ser mujer, pobre, vieja y enferma son características discriminatorias. Debido a lo anterior, el demógrafo deberá establecer una estrecha vinculación con el actuario, y conocer diversos sistemas y técnicas de la seguridad social a fin de realizar modelos de simulación que presenten soluciones alternativas. Este análisis deberá centrarse principalmente en las mujeres, ya que por su mayor longevidad, viven solas por periodos largos, sin que muchas puedan acceder a los beneficios de la seguridad social.

La ampliación del periodo fértil puede provocar que la cúspide de la fecundidad se recorra a edades más avanzadas. También será común observar más de una unión en una persona, lo que traerá importantes efectos sobre el crecimiento de la población. De ahí que la nupcialidad y la divorcialidad serán temas de interés en el futuro.

Debido a las diferencias económicas que se observan entre regiones y grupos sociales, las migraciones internacional e interna continuarán siendo temas de interés entre los demógrafos mexicanos. Además, pudiera revertirse la dirección de los flujos migratorios desde las zonas metropolitanas hacia las áreas rurales, por lo que el análisis de los efectos de estos movimientos sobre los servicios será de gran interés. Especial atención deberá prestarse a la estructura familiar de los migrantes y su efecto sobre el comportamiento de la fecundidad (Tabah, 1994: 718).

Las grandes diferencias sociodemográficas de la población indígena respecto al resto de la población mexicana hacen que la demografía étnica pase a ser un tema de investigación futura que adquirirá gran relevancia.

 

Las fuentes de información y los modelos

Gran parte de las técnicas estadísticas aplicadas en la demografía son de carácter estático y determinístico. Es necesario utilizar y desarrollar modelos dinámicos y estocásticos que permitan el análisis de la explicación de los fenómenos sociodemográficos, como el Filtro de Kalman que supone parámetros que son funciones del tiempo, es decir, los parámetros no son variables aleatorias sino procesos estocásticos.

El análisis demográfico de las biografías, al fundamentarse en procesos estocásticos, permite un conocimiento más profundo y detallado de los hechos demográficos.

Dentro de pocos años se desarrollará en México la cédula de identidad, por lo que el Registro de Población pasará a ser una fuente relevante en el análisis de los fenómenos sociodemográficos. Es casi seguro que esta fuente le quitará el lugar de importancia a los censos de población y vivienda, a las estadísticas vitales y a las encuestas sociodemográficas. Esto conducirá a redefinir las técnicas y métodos de la demografía.

 

Trayectoria laboral de los demógrafos mexicanos

Una pregunta que es importante responderse para orientar la enseñanza en la demografía es: ¿dónde trabajan los demógrafos? En 1994, con motivo del XXX aniversario de la maestría en demografía de El Colegio de México, se realizó una encuesta para conocer la trayectoria laboral de los alumnos y exalumnos del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano. Los resultados señalan que más de la tercera parte ha trabajado en el sector público y sólo 16 por ciento en el académico. Además, 31 por ciento ha trabajado en los dos ámbitos, lo que indica que gran parte de los estudiantes ha trabajado en el sector público desarrollando investigaciones orientadas a la definición de las políticas de población, tanto a nivel nacional como estatal (Muñiz, 1994). Otros se dedican a la generación y producción de datos sociodemográficos y algunos aplican sus conocimientos en las áreas del sector salud. Los que trabajan en el sector académico se encuentran en pocas instituciones como: El Colegio de México, El Colegio de la Frontera Norte, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, entre otras.

Las condiciones que enfrentan las generaciones de demógrafos son preocupantes, dado que existen sólo dos ámbitos principales (aunque no exclusivos) de empleo para los egresados de demografía: el académico y el sector público. Además, las posibilidades que tradicionalmente ha tenido el egresado de insertarse laboralmente en una institución académica han sido reducidas (Camarena, 1994: 755). Entre los factores que han hecho difícil su incorporación al trabajo académico están: el escaso número de instituciones dedicadas al estudio de la población, la amplia concentración de dichos centros en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, el hecho de que generalmente esos centros tienen cubiertos sus puestos de investigación con personal de muchos años de experiencia y que el número de dichos puestos es reducido y con escaso crecimiento. Sin embargo, la apertura reciente de programas de posgrado en instituciones distintas a El Colegio de México y el creciente número de centros, principalmente en provincia, que han incorporado el tema demográfico como parte de sus áreas de investigación, han abierto espacios potenciales de empleo para los egresados de las nuevas generaciones (Camarena, 1994: 756).

El egresado que se inclina por la vida académica tiene con frecuencia que optar entre la demografía y su disciplina de origen, viéndose en ocasiones obligado a renunciar al ejercicio de la primera o, en el mejor de los casos, a trabajar en una doble vertiente (Camarena, 1994: 756). Es importante señalar, por un lado, la escasez de ofertas laborales para el egresado del doctorado y, por el otro, que no se obtienen mejorías económicas como resultado de haberlo cursado (Camarena, 1994: 757). Las condiciones económicas del país afectan a los demógrafos, ya que a un egresado de la maestría considerada de excelencia se le ubica en un nivel salarial en ocasiones más bajo que el de los pasantes de licenciatura, ya de por sí bajo. Después de haber cursado un doctorado, también de excelencia, se enfrenta a niveles de remuneración similares o inferiores a los que pudo obtener con la formación original de la licenciatura (Camarena, 1994: 758).

Todo ello hace necesario reflexionar sobre el enfoque de la demografía en México. Es importante abrirse hacia otros campos, sobre todo a la demografía de los negocios, donde algunas empresas requieren del trabajo del demógrafo. Existe una necesidad cada vez mayor de contar con profesionales altamente especializados, no sólo en el análisis sino también en la generación y sistematización de la información demográfica, lo mismo de verdaderos planificadores demográficos que realicen funciones de integración y coordinación, tanto en las oficinas de planeación demográfica a nivel nacional y estatal como de otros sectores (salud, desarrollo urbano, educación, empleo, etc.) que reclamen también el trabajo de un planificador en población (Camarena, 1994: 759). Más recientemente, el demógrafo se ha integrado en las áreas de mercadotecnia, seguros y en trabajos electorales (sobre todo en la realización de encuestas dirigidas a conocer en forma rápida los resultados electorales, o para evaluar sistemas tales como el padrón electoral).

Hay que crear redes de información, así como establecer sistemas de seguimiento, comunicación y retroalimentación con los egresados y con sus lugares de trabajo.

 

La oportunidad de hacer un balance

En México, durante el decenio de 1960, se realizaron los primeros modelos orientados a establecer las relaciones entre el desarrollo y el crecimiento de la población, aun cuando tuvieron poco éxito en el avance del conocimiento.

En la década de 1970, la experiencia obtenida en investigación demográfica junto con la información que se iba generando, y la conciencia política alrededor de los problemas del crecimiento demográfico, convergieron en la creación de instancias políticas encargadas de definir y ejecutar la política de población, por lo que muchos estudios se dirigían a avanzar en la planeación demográfica.

La discusión del papel de la población en la planificación del desarrollo avanzó en la década de 1980, haciéndose evidente la necesidad de enmarcar las políticas de población en el contexto histórico de la economía y de la sociedad. Se buscaba la integración de las políticas de población en la planeación del desarrollo. La moda de los modelos y el interés de las agencias internacionales en la integración de las políticas dirigieron la investigación demográfica.

Para la década de 1990, se favoreció y se apoyó de manera importante la investigación en medio ambiente, en género y en salud reproductiva. Sin embargo, en la medida en que los niveles de fecundidad continúen descendiendo hasta llegar al nivel del reemplazo, las agencias donantes seguramente reorientarán sus apoyos hacia temas de salud en la vejez y hacia otros ligados con el envejecimiento. Esto ocurrirá en la mayor parte de los países de América Latina.

Conforme se cierran posibilidades de inserción laboral para el demógrafo en el ámbito académico y en el sector público, principalmente en las zonas metropolitanas, se abren nuevas vertientes en la provincia, sobre todo en instancias orientadas a la definición de políticas de población en el ámbito regional y estatal. De ahí que resulta prioritario fortalecer el análisis demográfico y el desarrollo de métodos de proyección de población a nivel microrregional. Es importante que los demógrafos trabajen también con sistemas de información geográfica. Asimismo, el demógrafo tiene mucho que decir en los procesos electorales, tanto en lo que respecta a cuestiones de geografía electoral, como a la redistritación, y en lo referente al Padrón Electoral. La demografía electoral puede ser una rama que surja en forma importante en los próximos años.

El tema del aborto se discute cada vez más y se ha vuelto prioritario debido a la elevada mortalidad materna por aborto y a que el número de abortos crece entre las mujeres adolescentes. De ahí la importancia de construir métodos de medición del número de abortos y modelos sociodemográficos que permitan explicarlo.

En el futuro, el demógrafo deberá ampliar más su curiosidad hacia trabajos realizados por otras disciplinas. La demografía tiene que avanzar en cooperación con la estadística, la matemática, la economía, la sociología, la antropología y la biología, entre otras ciencias.

Los temas relacionados con el empleo y la pobreza revisten una alta prioridad para los demógrafos. El estudio de la población marginal de los medios urbanos, así como de los rurales, necesita de la cooperación entre el demógrafo, los sociólogos y los economistas.

La investigación futura será de carácter nacional, aunque progresivamente tendrá mayor cooperación regional e internacional. Los problemas serán más complejos y se requerirá del intercambio de experiencias entre científicos de distintas disciplinas.

Las técnicas de intercambio de información como el internet, al posibilitar el establecimiento de mensajes que permiten diálogos interactivos sobre experiencias entre investigadores de países alejados, tendrá la ventaja de despertar curiosidad y estimular la competencia y la reflexión sobre el significado de la investigación (Tabah, 1994: 707-708).

Finalmente, es papel del demógrafo convencer a los responsables de la acción política y al público de la importancia del tema poblacional. De ahí que el campo de la educación en población podrá permitir una mayor conciencia sobre los aspectos sociodemográficos. Es importante avanzar en la incorporación de temas de demografía, sexualidad, ambiente y familia en la curricula de los programas de educación primaria y secundaria, a fin de que la población tenga más conocimiento sobre estos aspectos.

No quiero dejar pasar un aspecto importante para reflexionar, el cual tiene que ver con el apoyo financiero que agencias internacionales y Naciones Unidas le están dando a los temas de salud reproductiva y ambiente. Esto ha originado que la investigación se concentre en esas áreas, por lo que otros tópicos del análisis demográfico han dejado de ser estudiados. Este desequilibrio puede inhibir la investigación demográfica pura, debido a que los demógrafos estudian principalmente los temas donde se encuentran los recursos financieros. Por esto, el demógrafo debe tener claro cuáles serán los temas centrales a investigar en los años por venir, a fin de que eso oriente la investigación y los programas de estudio.

 

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Notas

1 Es importante mencionar que en México se han levantado censos de población de manera regular. En 1895 se levantó el primer censo con características modernas y en 1900 el segundo. A partir de entonces se realizan censos cada 10 años. En 1995 se levantó un conteo de población. En el año 2000 se levantó el más reciente censo general de población y vivienda.

2 En 1970 se realizó la Primera Conferencia Regional de Población. En 1974, la Asociación Mexicana de Población organizó la Reunión sobre Población y Desarrollo Social; en este mismo año se efectuó la Conferencia Mundial de Población en la ciudad de Bucarest. En 1977, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología coordinó la Primera Reunión Nacional sobre Investigación Demográfica en México y también en este año se llevó a cabo la XVIII Conferencia General de la Unión Internacional para el Estudio Científico de la Población. A principios de la década de 1980 se crea la Sociedad Mexicana de Demografía, organización no gubernamental que tendría a su cargo la realización de reuniones nacionales de demografía cada cinco años.

3 Se han abierto los siguientes programas: la maestría en estudios de población, de la Universidad Autónoma de Hidalgo; la maestría en estudios de población, así como la especialidad en estudios de población en el doctorado en ciencias sociales de El Colegio de la Frontera Norte; la maestría en estudios de población en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales; la maestría en estudios de población y desarrollo regional del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México; la maestría en estudios de población en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, así como el diplomado del Instituto Tecnológico Autónomo de México en demografía para el mercado.

4 Algunos planteamientos de este apartado han sido tomados del artículo "La enseñanza de la demografía en América Latina" de Benjamín Samamé Pacheco, en las Actas 2 de la Conferencia Regional Latinoamericana de Población, 1970, en la sesión número 7: Investigación y Enseñanza de la Demografía en América Latina, organizada por la Unión Internacional para el Estudio Científico de la Población, México, 1972.

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