SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.13 número38La Naturaleza entre la cultura, la biología y el derecho. Esperanza Martínez YáñezCiencia, compromiso y cambio social. Textos de Orlando Fals Borda. Nicolás Armando Herrera Farfán y Lorena López Guzmán (Comps.) índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Polis (Santiago)

versión On-line ISSN 0718-6568

Polis vol.13 no.38 Santiago ago. 2014

http://dx.doi.org/10.4067/S0718-65682014000200028 

Polis, Revista Latinoamericana, Volumen 13, Nº 38, 2014, p. 629-635

Comentarios y reseñas de libros

 

Observaciones Latinoamericanas

Sergio Caba & Gonzalo García (Editores) 

Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, Chile, 2012, 203 págs. 

Alejandro Fielbaum S.

Universidad Adolfo Ibáñez, Valparaíso, Chile. Email: afielbaums@gmail.com

 


Hace algunos meses, Walter Mignolo respondió a una breve alabanza de la obra de Slavoj Žižek en la que el español Santiago Zabala (2012) lo destaca como el pensador de nuestra era. Mignolo objeta allí el supuesto eurocéntrico de la universalidad filosófica que permite suponer que puede existir, para todo espacio, un tiempo en común que permita a un filósofo ser el pensador de todas las culturas. El mismo Žižek, de hecho,  ratifica, con su diagnóstico, la objeción de Mignolo, al defender explícitamente un eurocentrismo de izquierda (por ejemplo, en Žižek, 1998). En su previa respuesta al texto recién mencionado (2010: 23-27), Mignolo recuerda que, para Fanon, el hombre negro no tenía más opción que la lucha, sin que fuese necesario para él preguntarse por el marxismo, como sí lo es para Žižek. El hombre colonizado, por tanto, según Mignolo, ha de generar sus saberes, desde su experiencia. Por ello, Mignolo termina su reciente texto (2013) recordando lo indicado por Sartre acerca de Fanon: los pensadores del tercer mundo ya no parecen estar hablándoles a los del primero. Lo que quiere decir, en nuestro presente, que Mignolo no está preocupado de la obra de Žižek en particular, sino, como el mismo Mignolo lo explicita, de la excesiva importancia que podría tener Žižek, o cualquier otro autor europeo, para pensar más allá de Europa, es decir, donde se puede sin que deba estar Žižek. Lo que lo aproblema es que un pensador español resalte la propuesta comunista de Žižek, sin considerar de dónde proviene, en la geopolítica del conocimiento, una propuesta teórica y política que podría ser, en tanto programa eurocéntrico, parte del problema y no de la solución. 

Recientemente, el esloveno ha respondido de duro modo a Mignolo, valiéndose justamente de Fanon para sostener lo contrario. Esto es, que la liberación del hombre es la sustracción de unas y otras formas de determinación que permiten señalar, por ejemplo, que el negro es esclavo, o que el marxismo es europeo. La liberación, para Žižek, pasa por la constitución de una nueva universalidad en la que se consuma, ahora deliberadamente por parte de los colonizados, la previa discriminación colonialista de los saberes colonizados. La verdadera victoria contra la colonización, sostiene el esloveno, no es el retorno a una auténtica sustancia precolonial, ni tampoco una síntesis entre los orígenes premodernos y la civilización, sino la pérdida definitiva de la vida precolonial. La herida colonial, en ese sentido, no debe curarse. Por el contrario, abre la posibilidad de la borradura del resto del cuerpo que aún no ha superado su naturaleza previa a la modernización, y que debe superar sus previas determinaciones para alcanzar la universalidad a la que no podría haber llegado sin la colonización: "debemos tanto problematizar el contenido positivo de una universalidad impuesto (el contenidos particular que secretamente privilegia) como afirmar el aspecto liberador de la herida a nuestra identidad particular" (2013: 24). 

Si partimos la reseña de un libro de recientes debates latinoamericanos mencionando este reciente debate no es solo porque la confrontación entre dos nombres relevantes de la teoría crítica y el debate latinoamericano contemporáneo debiera ser de interés para cualquier lector interesado en estos temas, sino porque además parece marcar el desafío crucial que hoy posee una teoría crítica latinoamericana. A saber, el de elaborar una reflexión que rehúya tanto del particularismo de la identidad, por decolonial que esta se precie de ser, como de un universalismo que termine siendo solidario de perspectivas eurocéntricas, por comunistas que estas deseen ser(1). El libro que compilan Sergio Caba y Gonzalo García destaca, justamente, por presentar reflexiones heterogéneas que otorgan parte de la siempre parcial claridad para encarar aquel desafío. En particular, para pensar qué estatuto de realidad posee eso que llamamos Latinoamérica, y cómo pensar en ello. Creo que los distintos artículos del libro pueden leerse como variadas estrategias para responder a esa pregunta, que ya instalan los editores al sostener en el prólogo que su vocación no es la de reivindicar a priori una particularidad geográfica, cultural e histórica (p.11). Todo lo contrario, pareciera que su interés es el de interrogar las formas de construcción, y posible transformación, de esa realidad particular. 

En torno a tales preguntas, comprendidas con la necesaria amplitud para dar pie a variadas reflexiones, surge un libro con textos escritos por intelectuales de renombre, provenientes de distintos países, instituciones y disciplinas. Tal heterogeneidad se traduce en un libro que aborda la discusión sobre Latinoamérica desde múltiples aristas. De manera groseramente esquemática, podemos distinguir en el libro los artículos que se centran en plantear preguntas de índole metodológica y teórica de aquello que se centran en algún tema en particular de la historia y la cultura latinoamericana(2). Entre los primeros se hallan "Pensar teórico y pensar epistémico: Los desafíos de la historicidad en el conflicto social", de Hugo Zemelman; "Acerca del giro decolonial y sus contornos", de María Eugenia Borsani; "Desobediencia Epistémica, Pensamiento Independiente y Libertad De-Colonial", del ya mencionado Mignolo. El primero de estos textos reflexiona ante el irreductible desfase (p.19) entre teoría y realidad del que surge todo conocimiento, insistiendo en los incesantes resguardos epistemológicos que deben darse para no sustancializar o simplificar lo estudiado. Para ello, apuesta por un pensamiento epistémico que pueda colocarse ante la realidad con herramientas flexibles, capaces de captar la variabilidad de la realidad, lo que resulta particularmente relevante en Latinoamérica para poder utilizar de forma adecuada conceptos que suelen ser pensados para otras realidades. 

Son apuestas para pensar en ese traslape lo que se presentan en los textos Borsani y Mignolo. La primera narra los derroteros del paradigma que hereda el segundo, cuyo texto retoma sus ya conocidos argumentos acerca de la importancia de asumir el carácter localizado del conocimiento, contra la falsa pretensión eurocéntrica de universalidad. Destacando la bella idea de Fanon de hablar como acarrear el peso de una civilización, Mignolo presenta, entre otros ejemplos, la sintomáticamente desconocida crítica de intelectuales africanos a los modelos de desarrollo hegemónicos en su continente, presentando la crítica de los filósofos africanos Paulin Hountondji y Kwasi Wiredu a modelos de desarrollo africano pensados desde categorías europeas o estadounidenses. Con ello, critican Hountondji y Wiredu, los científicos africanos reproducen la lógica colonial impuesta por los europeos, al pensar, por así decirlo, sopesando una civilización ajena y denegando la propia. Contra esa lógica, Mignolo rescata la chance de otra forma de enunciación, contraria a la teo y egopolítica colonial, capaz de pensar desde y para la civilización que se carga, sus heridas y futuros: "Este es el punto donde las opciones decoloniales, sostenidas en la geo y corpo-política del conocimiento, se comprometen tanto con descolonizar el conocimiento, como con el hacer-conocimiento decolonial, desenganchándose de la red del conocimiento imperial/moderno y de la matriz colonial del poder" (p.91). 

Los restantes artículos del libro indagan en distintas tramas en las que distintos pensadores latinoamericanos han habitado las tensiones entre pensamientos extranjeros y locales, a partir de tensiones que no parecen poder resumirse, tan simplemente, entre la imitación o el desenganche de lo moderno. Antes bien, muestran cómo las distintas narraciones sobre el continente no parten desde límites fijos entre lo interior y lo exterior, sino que reimaginan y disputan sus fronteras, desde relaciones bivalentes que cuentan con la opción de traducir lo que a Mignolo le resulta necesariamente impropio. El mero nombramiento de los títulos de los artículos muestra, en efecto, la heterogeneidad de tiempos y espacios estudiados, como de posibles abordajes a lo que allí se juega: "La idea de origen en el concepto de América", de Hernán Neira, "América Latina en la sociedad mundial", de Aldo Mascareño, "El concepto Segunda Independencia en la historia de las ideas en América Latina: Una Mirada desde el Bicentenario", de Javier Pinedo, "Novela Histórica y Extrañamiento: tensiones y pleitos entre la metaficción y la historiografía", de Jorge Osorio, "El Caribe y su apuesta teórica", de Román de la Campa, " Tramas de la subjetividad latinoamericana. Reflexiones fanonianas", de Alejandro de Oto, y "El ideario político de los esclavos insurrectos en los primeros años de la revolución de Haití", de Juan Francisco Martínez. 

El artículo de Mascareño, a modo de ejemplo, resulta de interés por su abordaje del lugar de América Latina desde una mirada teórica que poco lugar ha tenido en la reflexión latinoamericana, como la teoría de sistemas. Ciertamente, esa ausencia no es casual, en el entendido de que la descripción luhmanniana de las deslocalizadas operaciones de sistemas de la operación sociedad mundial torna esquiva, si no imposible, la pregunta por los espacios particulares. Mascareño, sin embargo, aspira a repensar tal cuestión sin un concepto de lo propio o lo local que sería impensable desde la teoría de sistemas, sino con una noción del lugar que refiere al espacio social particular de interacción entre las estructuras y las semánticas de la sociedad mundial (p. 97). Tras describir, de forma algo apresurada, las semánticas de la unidad y la diferencia en los autores más conocidos de la ensayística, la literatura y la sociología latinoamericana, Mascareño ejemplifica con las discusiones sobre el populismo, sobre el Convenio 169 de la OIT y los derechos fundamentales la especificidad que asumen tendencias mundiales en el espacio regional latinoamericano, a partir de una modernización distinta que ya no se deja leer en un binomio tan simple entre lo propio y lo extranjero(3). 

La advenida de lo moderno, por tanto, no siempre se contrapone a una experiencia certera sobre sí mismo existente antes de la modernización. Antes bien, la idea misma de identidad latinoamericana –esto es obvio pero suele ser útil recordarlo- es tributaria de nociones europeas de identidad, particularmente cuando se conjuga en términos nacionales. Esas tensiones se presentan en el análisis de los discursos tempranos de la modernización de las naciones, situados en un tenso deseo por ser simultáneamente particulares y universales, que se orienta el trabajo de Pinedo, quien presenta algunas de las reflexiones decimonónicas sobre la necesidad de la emancipación mental, y las propuestas políticas del siglo XX por la emancipación económica. El autor tematiza, desde allí, en torno a las posibilidades de dar por exitoso el proceso actual de independización de los órdenes políticos latinoamericanos. Desde su texto, por tanto, bien puede concluirse que la eventual consecución de la modernidad en el continente, y los tipos de modernidad que puedan existir, siguen estando en disputa, a partir de la opción de leer de más de una forma la modernidad posible, y deseable, en el continente. Martínez y De La Campa, de hecho, muestran ello desde de los debates sobre el Caribe y sus tensas relaciones con las ideas modernas. Mientras el primero muestra las tendencias heterogéneas dentro de los ideales políticos de los esclavos en la revolución haitiana enfatizando en el carácter universalista de sus demandas, el segundo tematiza, a propósito de las obras de Benítez Rojo y Glissant, el carácter heterogéneo de los saberes que surgen desde y sobre la reflexión sobre el Caribe. Su ensayo muestra variados modos en que los ensayistas estudiados exponen historias y relaciones que exceden las lógicas nacionalistas o liberales, enfatizando en conexiones que permiten, desde y más allá del Caribe, instaurar otro modo de pensar los lugares y las lenguas. Así, la teorización crítica acerca del Caribe no sólo excede, en sus temas y lecturas, la geografía caribeña. Más profundamente, se vale de otra modernidad posible, a contrapelo de la modernización existente, para cuestionar el colonialismo moderno. 

En ese sentido, podemos concluir esta reseña destacando, a partir del texto de De Oto, la posición de un Fanon que ya no es el del universalismo de Žižek ni del particularismo de Mignolo, excediendo su marco especular en tanto pensador capaz de apostar por la irrupción de lo disímil en la historia. Con el peso de una civilización por venir, irreductible a lo ya existente, Fanon instala un habla que se anuda y desanuda en el carácter siempre contingente de una historicidad que es capaz de interrumpir la previa experiencia particular sin dejarse subsumir en un concepto universal, sino que mantiene la infinita posibilidad de otra forma de vida: "La historicidad fanoniana inaugura lo que podríamos denominar políticas de liberación. Ellas tienen un carácter contingente en su constitución y existencia pero ante todo hacen evidente que la liberación de las practicas opresivas del régimen colonial ocurre tanto en la dimensión fáctica de la resistencia como en la reconfiguración del pensamiento social que se vuelve posible a partir de ella y con ella, ya que uno de los principales problemas en términos conceptuales que afronta la obra de Fanon es el universo simbólico reducido que ofrece el colonialismo como formación histórica y social. Así el principal desafío de su escritura es el de ensanchar los límites de las representaciones sociales, desanclar a los individuos de las historias de confinamiento que habitan. Fanon y sus contemporáneos estaban conscientes de los riesgos de no dar lugar a la emergencia de lo heterogéneo, de todo lo que emerge como diferencia en el mundo, hacia adentro y hacia fuera de ella" (p.173). Así, Fanon abre la opción de pensar el desdibujamiento de las antiguas identidades, a partir del necesario vértigo que impone lo que viene. Desplazando el sentido con la afirmación de la heterogeneidad, concluye De Oto, no se trata de una afirmación fragmentaria ante la totalidad, sino de atender a los momentos críticos que suturan las continuidades de la existencia. Latinoamérica, en ese sentido, no sería una herida por curar, o un cuerpo por seguir hiriendo. En lugar de ello, se deja pensar como un cuerpo heterogéneo que, siendo más y menos que uno, con sus heridas y multiplicidades, se reinventa, una y otra vez. 

En suma, la compilación que ofrece Caba y García permite pensar en torno a estas y otras tantas tramas, ofreciendo al lector un rico panorama de discusiones contemporáneas que han de seguir profundizándose con otras tantas lecturas más. En un país en el que las reflexiones sobre temáticas latinoamericanas siguen siendo sintomáticamente exiguas, su publicación marca una novedad que se agradece, una lectura que se impone. No tanto por las certezas a las que los ensayos llegan, sino por la posibilidad que brinda de instalar nuevas preguntas a las que autores jóvenes, como los compiladores, han de comenzar a responder asumiendo la necesidad de pensar con, pero también contra, las viejas respuestas. 

Notas

(1) En ese sentido, se extraña en el libro la alternativa de pensar Latinoamérica a partir de una deconstrucción de la lengua y el lugar que no haga escoger entre una u otra identidad, sino que logre situar al pensamiento en su esquivo trazo. Por ejemplo, en Chile, Pablo Oyarzún, en torno a Celan, ha pensado, recientemente, acerca de una relación de extrañeza entre lugar y existencia (2005: 36). Ciertamente, hay otros ejemplos posibles sobre esa incerteza, muchos de los cuales abarcan de forma más directa preguntas y textos más recurrentes en los estudios latinoamericanos. Por de pronto, Patricio Marchant y Silviano Santiago.

(2) Ciertamente, una lectura de los textos en su complejidad bien puede desarmar tal distinción, en el entendido de que los textos correspondientes a la primera categoría no dejan de dialogar con historias concretas, y que los de la segunda no son una mera aplicación de teorías, sino que se valen de unas y otras historias para plantear algunas reflexiones teóricas. La riqueza de los textos, en efecto, radica en su renuencia al encasillamiento que aquí, dados los límites de espacio de una reseña, realizamos simplemente para poder presentarlos.

(3) Huelga aclarar que no queremos decir, con esto, que la realidad latinoamericana deba ser estudiada desde la teoría de sistemas, o que esta, al menos en sus versiones dominantes, no sea tributaria de una consideración lineal de la historia con sesgo eurocéntrico. Nuestro punto está en que incluso desde tales teorías pueden marcarse, ciertamente con problemas, las diferencias con los lugares de enunciación desde la cual surgen. El punto, en concreto, está en que lo relevante no es qué se lee, sino cómo. Leer a Žižek, u otro pensador europeo, por tanto, no resulta siempre problemático, al punto que podría incluso ser más provechoso que leer a otros pensadores latinoamericanos, en el entendido de que el rendimiento crítico que pueden poseer para pensar a Latinoamérica no está en su identidad, sino en las posibilidades que brindan para pensar la identidad.

Bibliografía 

Mignolo, Walter (2010), "The geopolitics of knowledge and the colonial difference". Disponible en http://praxispublica.org/wp-content/uploads/2010/10/WALTER-MIGNOLO-GEOPOLITICS-OF-KNOWLEDGE-DUKE-UNIVERSITY.pdf 

Ídem (2013), "Yes, we can: Non european thinkers and philosophy". Disponible en http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2013/02/20132672747320891.html 

Oyarzún, Pablo  (2005), Entre Celan y Heidegger, Metales Pesados, Santiago.  

Zabala, Santiago, "Slavoj Zizek and the rol of the philosopher". Disponible en http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2012/12/20121224122215406939.html 

Žižek, Slajov, (1998), "A Leftit Plea for "Eurocentrism". Critical Inquiry, Vol. 24, No. 4 (Summer, 1998), pp. 988-1009 

Ídem (2014), "The Impasses of Today’s Radical Politics". Crisis and Critique, Volume 1, Issue 1, 2014, 9-44