Carmen París (Tarragona, 1966) lleva más de quince años modernizando la jota.
De hecho, internacionaliza este género a contracorriente. Porque, según ella, el folclore español se encuentra amenazado. Dice a EL SIGLO a su paso por Berlín que vivimos actualmente “un proceso de destrucción de las culturas” del que es responsable la globalización en general y, en particular, “las corporaciones”. Lo dice alguien que ha sacado tres discos con una multinacional. En ese proceso de destrucción cultural, según París, el folclore, una de las principales riquezas de España que incluye la tauromaquia, se lleva la peor parte. “Querer acabar con la tauromaquia es querer acabar con la diversidad cultural”, asegura París.
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