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Historia (Santiago)

versión On-line ISSN 0717-7194

Historia (Santiago) v.38 n.1 Santiago jun. 2005

http://dx.doi.org/10.4067/S0717-71942005000100026 

 

RESEÑAS

SERGIO VILLALOBOS R. y RAFAEL SAGREDO B., Los estancos en Chile, Fiscalía Nacional Económica y Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago de Chile, 2004, 164 págs.

Sergio Villalobos y Rafael Sagredo nos presentan un trabajo sobre la historia de los estancos en Chile, desde el periodo colonial hasta el establecimiento de la república. Un estudio que se une a los que se han hecho sobre los asuntos fiscales en la formación de los estados modernos en América Latina, donde la organización fiscal fue sustancial para definir el porvenir de las incipientes naciones. El libro está editado con lujo, en papel cuché, con profusión de ilustraciones, cuadros y gráficas, y es una edición numerada, como suelen ser estas publicaciones financiadas por las instituciones republicanas. Esperemos que en esta ocasión la circulación de dicho volumen sea una realidad y no se quede en la bodega de los almacenes nacionales, como suele suceder.

Se hace una presentación del trabajo por parte de un funcionario de la Fiscalía, en la que se da una explicación de la obra y su importancia, corta y clara, lo cual siempre se agradece. A partir de ahí se hace una introducción y explicación de los estancos en el reino español y posteriormente en Chile. El trabajo continúa en orden cronológico desde el establecimiento de los estancos en ese reino, con referencias históricas pertinentes para México y Perú, recordemos que ese espacio formó parte del virreinato peruano, hasta su desaparición en la república a fines del siglo XIX, como en casi todos los casos latinoamericanos.

A partir de la idea de la discusión de la fiscalidad estatal como elemento fundamental de cualquier Estado, los autores plantean la creación de los estancos como privilegio del poder absoluto. Las necesidades financieras imponían cambios sustanciales en la administración de la hacienda real, asunto que no resolvieron en su momento y que generó cambios, continuidades y problemas en los estados latinoamericanos del siglo XIX. Es ahí donde los autores, Villalobos y Sagredo, hacen su aportación, al señalar la importancia de los estancos en su momento, así como los cambios y situaciones económicas que favorecieron su continuidad y entorpecieron el avance liberal de los estados nacionales.

Los autores parten de las condiciones de la economía colonial para dar una explicación a la existencia de los estancos, los cuales fueron establecidos poco tiempo después que en otros virreinatos; el caso inicial fue Nueva España, de ahí pasó a Perú y, de ahí, al espacio de este estudio. La permanencia republicana de la institución, en casi todos los países americanos, se justificó mientras otorgaban dividendos fiscales, aunque en el ínterin se discutió mucho su existencia para, finalmente, determinar su abolición como parte de la indispensable modernidad liberal decimonónica. Otra idea importante a señalar fue la existencia de este tipo de instituciones fiscales controladas por el Estado en el mundo occidental, o sea, la realidad chilena, como cualquiera de América Latina, de ese y de cualquier momento, estaba estrechamente vinculada a la situación fiscal del mundo. Aquí habrá que hacer un señalamiento, en el sentido de que en algunos estados ya se estaba aplicando otros sistemas impositivos como el income tax, y se estaba dejando de lado la vieja estructura fiscal, el antiguo régimen pasaba a mejor vida. Dicotomía presente en la política económica chilena.

España, aun a pesar del proceso reformista iniciado desde mediados del siglo XVII, tuvo varios contratiempos, por llamarlos de algún modo, para poder implementar una reforma estructural a la Real Hacienda, aunque habría que señalar que se dieron intentos y proyectos para llevarla a cabo, ahí está el famoso catastro del marqués de Ensenada. Lo único que le quedó a la Corona española, al final de cuentas, fue el estancar ciertos productos de amplio consumo para recaudar más impuestos y así cubrir su constante déficit fiscal.

Dentro de esos artículos se encontraba la pólvora, el mercurio (azogue), los naipes, el papel sellado, el tabaco, la sal, por mencionar algunos. No todos tuvieron la importancia y recaudación que requerían los gastos reales y republicanos en su momento, como lo señalan los autores. Podemos hablar de rentas importantes y mediocres de acuerdo a cada producto. Algunos de ellos se convirtieron posteriormente en parte sustancial del control fiscal del Estado moderno, otros, dejaron de existir y, otros, se utilizaron constantemente en parte del siglo XIX como una renta que dejaba buenos dividendos, o bien, que podía servir para el pago de la deuda pública y/o negocio particular, donde la hacienda chilena debería obtener algunos ingresos.

De todos los estancos que se crearon en el periodo colonial algunos destacaron por su importancia en términos de ingresos para la caja real de Madrid. Unos establecidos desde el siglo XVI, como el del mercurio y el del papel sellado, y otros que se crearon después pero que se convirtieron en parte fundamental de la real hacienda, como fue el caso del tabaco y la sal, por ejemplo. Otro que apareció en esos tiempos fue el de los naipes, pero sus ingresos fueron siempre escasos y no tuvieron mayor trascendencia. Así, Villalobos y Sagredo, lo señalan clara y oportunamente. Parte de su trabajo se centra en analizarlos, con especial énfasis en el tabaco, como una de las rentas importantes que obtuvo la real hacienda y, posteriormente, la republicana.

La investigación parte de una breve historia de la hacienda real española, ubicando las formas de aplicación de los impuestos, las reformas implementadas y las instituciones que le dieron vida. La reseña es corta pero interesante y necesaria por las características mismas de la publicación, buscar un público más amplio que el especialista, objetivo que hay que resaltar como una práctica necesaria de los historiadores para hacer más accesible sus estudios.

A partir de lo anterior, se hace un análisis de las diversas propuestas, organización y establecimiento de los estancos en el siglo XVIII chileno, desde las disposiciones reales y su aplicación en América, primero Nueva España y posteriormente Perú. Para pasar a analizar su funcionamiento e impacto en la recaudación fiscal. Asunto importante, ya que solo así se puede valorar la trascendencia de los impuestos en el mantenimiento del Estado en cualquier tiempo.

El texto se presenta en dos secciones, los estancos coloniales y los republicanos. La división en la primera parte está determinada por el producto estancado, así tenemos capítulos dedicados al azogue, los naipes, la pólvora y el tabaco. Aquí hay que destacar la importancia que adquirieron algunos de estos productos, mismos que fueron vistos y propuestos para imponer gabelas para el mantenimiento de la real hacienda. Tres son parte importante de la vida colonial chilena: el descubrir minas de mercurio posibilitó resolver la demanda del mismo en América y, al mismo tiempo, tener otro ingreso fiscal importante que serviría para cubrir los gastos del Estado español. Las condiciones de la calidad del mineral americano obligó a desarrollar técnicas sofisticadas y aunque costosas, indispensables para el beneficio de la plata, siendo el azogue el principal insumo de tal proceso.

En el caso de la pólvora, la situación fue distinta, era un insumo importante para las armas y por lo tanto la Corona tenía que tener el control de su producción, la seguridad fue parte fundamental. Posteriormente su incorporación al proceso de extracción de los minerales fue indispensable. Lo que posibilitó una mayor demanda en el periodo republicano.

El asunto del tabaco es particular, es una planta americana que se descubrió hacía tiempo, pero cuyo consumo se incrementó por la moda y, en el siglo XVIII, se amplió de tal manera que se buscó aumentar su producción y la elaboración de diversos artículos. La calidad de la planta fue determinante para el consumo. Los autores hacen una explicación completa del proceso y, sin escatimar, nos presentan los avances y problemas a los que se enfrentó la renta del tabaco. Su importancia quedó demostrada desde hacía tiempo, pero los datos que nos aportan lo hacen más evidente.

De los estancos establecidos y estudiados en este texto, solo uno fue menor, el de los naipes, pero dado el proceso de secularización social, los juegos de azar se convirtieron en parte importante de la vida de los habitantes de la ciudad, además la creación del ejército y sus permanentes acantonamientos propiciaron el juego como parte lúdica de convivencia. Aunque, como lo señalan Villalobos y Sagredo, en los naipes y el tabaco parte de la población encontró una salida a las muchas preocupaciones y problemas que los afligían. O por lo menos un consuelo.

Cuando el texto se introduce en la república, su presentación cambia y se abre a una discusión de política económica importante: la permanencia de la vieja estructura fiscal ante las necesidades del gasto público del Estado recién independizado. Una discusión sustancial que es mencionada cabalmente por los autores. Sin entrar en detalles y asuntos complicados, nos presenta el avance y retroceso de mantener los estancos y cómo establecer los nuevos ingresos. En pocas palabras, la necesidad de formar las finanzas públicas que dieran sustento al Estado chileno.

La historia es similar a la desarrollada en otros espacios americanos, la permanencia de esta renta como un ingreso importante del gobierno; la discusión fue el intentar establecer los cambios necesarios y discutidos como inevitables desde tiempo atrás, la alternativa era común, el establecimiento de la contribución personal income tax, el problema fue el cómo lograrlo, cómo hacer el cambio ante una penuria constante de las finanzas públicas. El solo hacer desaparecer el ingreso de esa renta impactaba en más de la mitad de los recursos públicos chilenos.

Los intentos para darle una posible solución a la renta del tabaco fueron numerosos, los ingresos, basados en la ampliación del consumo, eran pingües y eso provocaba el retraso constante en la aplicación de la reforma fiscal. Tema recurrente en los gobiernos latinoamericanos, la permanencia de ciertas rentas de antiguo régimen fue la constante. Fue más allá, se buscó de alguna manera privatizar la renta y convertirla en un negocio particular, asunto que no resultó, como lo señalan los autores y que causó más gastos y deuda pública a los gobiernos liberales chilenos. El control se incrementó cuando se estancó la sal, otro producto que reportó ingresos importantes para la hacienda pública.

La cuestión fue que para la república las necesidades eran mayores y los cambios fueron indispensables, así, la discusión sobre la permanencia de los estancos fue otra más que tuvieron que enfrentar; la contribución directa y única, al parecer, era la alternativa, el problema fue cómo aplicarla. El asunto no era menor, como bien los demuestran los autores a través de los cuadros y su explicación, la renta aportaba parte sustancial de los ingresos, la transición tenía que ser costosa.

Otro argumento importante que se resalta en el estudio es el cambio en la política económica decimonónica, la cual buscó y apoyó el establecimiento de la libre competencia como uno de los factores que darían paso a la construcción del mercado nacional, el monopolio se veía como una instancia retrógrada que impedía la libertad de comercio y los estancos no eran más que el ejemplo claro de esa condición económica, por eso era necesario buscar el cambio y aplicarlo.

Para ello se tuvo que hacer permutas en la política y en la economía, asuntos que van aparejados; no fue sino hasta 1880 que se promulgó la ley que puso fin al estanco y abrió las posibilidades de la libre competencia. Historia similar, con distintos impuestos, a lo que se vivió en otros países latinoamericanos.

El trabajo está bien escrito, el lenguaje es claro y preciso, lo cual hace que la lectura sea rápida y amena, algo que hay que señalar para que estos trabajos no sean solo para especialistas, sino que su público sea más amplio. La selección de ilustraciones, cuadros y gráficas es apropiado y agradable, no son excesivos, aunque se habla de la importancia económica, los datos son oportunos y no abruman.

Por último hay una bibliografía importante que orienta a los lectores a buscar completar, o incrementar, sus conocimientos; aunque el aparato crítico no aparece en el texto, lo que hace que la lectura sea agradable, el estudio muestra gran rigor académico. El texto es necesario para entender el acontecer fiscal de Chile; las permanencias, los cambios, las discusiones, las propuestas e intentos por modernizarse quedan claramente explícitos en el trabajo. Los ingresos y la formación del mercado nacional son labores que tenían que llevar a cabo los gobiernos de los países independientes y, con base en ello, lograr el crecimiento y desarrollo económico que requerían para llegar a la ansiada modernidad liberal.

JORGE SILVA RIQUER
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey
Campus Ciudad de México