El desarrollo de la arquitectura moderna en España va desde el principio indisolublemente ligado al del mobiliario y el diseño. Podemos ver en las primeras obras de los miembros del GATEPAC esta aproximación simultánea al mueble y la arquitectura modernos que se producen en el centro de Europa. En el Club Náutico de San Sebastián de Aizpurúa y Labayen podemos ver como la estética purista, el espacio fluido y las referencias náuticas se combinan con el uso de mobiliario de tubo de acero nacido en la Bauhaus. Otras obras de la época, como la joyería Roca o la sede del GATCPAC en Barcelona, se reafirman en este vínculo entre arquitectura y mobiliario moderno. De hecho, en esta misma sede del GATCPAC se pone énfasis en la relación entre diseño e industria a través de la comercialización del mobiliario que producen arquitectos como Marcel Breuer o Mies van der Rohe para empresas como Thonet. Pero si en Europa la industrialización del mobiliario y la arquitectura modernos nunca resultó efectiva en esa época, tampoco España se salvó de esta contradicción. Tanto por cuestiones de gusto como de adecuación a la tecnología y la economía del momento, el mobiliario y la arquitectura de corte industrializado se combinan con referencias a lo popular y artesanal, como muestran las casas de fin de semana en el Garraf, de Sert y Torres-Clavé o las sillas de madera y mimbre diseñadas por Torres-Clavé para el Pabellón de la República Española. Evidentemente, esta dicotomía entre la industria y la artesanía se vería agudizada por las condiciones socioeconómicas que se producen tras la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial y aparece muy bien resumida en la popularísima silla BKF o Butterfly, creada por el grupo argentino Austral, del que forma parte Antonio Bonet, miembro estudiante del GATEPAC exiliado tras la guerra. Mientras tanto en España los intentos de recuperar el hilo de la modernidad que la guerra interrumpe se refieren a una tímida recuperación de este movimiento moderno anterior a la guerra pero también a la arquitectura moderna que se produce en ese momento, por un lado en Estados Unidos y en los países escandinavos, donde ya ha tenido lugar una industrialización efectiva del mobiliario moderno, y por otro lado en Italia, donde unas condiciones socioeconómicas similares a las españolas permiten también un reflejo en la arquitectura y el diseño. Estas características se combinan en el concepto de “integración de las artes”, que lleva a muchos arquitectos a trabajar en el diseño total del ambiente interior de sus edificios. Como ejemplos paradigmáticos tenemos el diseño integral del Gobierno Civil de Tarragona por Alejandro de la Sota, de aspecto y acabados puristas pero realización en gran parte artesanal, y los interiores de las casas en la Barceloneta de Jose Antonio Coderch, de referencias claramente populares pero más vinculadas a la industrialización y la producción en serie.
Palabras clave: Arquitectura, mobiliario, industria, GATEPAC, Alejandro de la Sota
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