La fiebre de origen dentario puede ser de tipo accesional o adoptar la forma septicémica grave. Si la boca está francamente infectada debe procurarse su inmediata limpieza quirúrgica; pero la hipótesis del origen dentario de la fiebre no se agota porque la boca tenga aspecto de normalidad, hay que recurrir al examen radiográfico de las raíces dentarias. Hemos de anotar el peligro de dar por agotada la investigación al encontrar una sepsis clara en la boca, pues ésta puede coexistir con toda clase de focos sépticos. Los dientes muy infectados deben ser extraídos, y los afectos de supuraciones abordables a los recursos internos serán tratados por vacunoterapia.
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