Angela Merkel ya no es la dueña y señora del Viejo Continente. La última reunión del Consejo Europeo evidenció lo imposible que resulta a la canciller imponer soluciones para Europa en materia de fronteras y refugiados. La hasta ahora preponderante posición de Berlín en el continente se está topando con eficaces resistencias que impiden la consecución de acuerdos y que se adopten las propuestas de la capital germana ante la llegada de demandantes de asilo a suelo europeo. De ahí que la última reunión de jefes de Estado y de Gobierno de los 28, que sirvió para poner fecha de caducidad al Brexit no quedara para el recuerdo como la última y definitiva frente a la presente crisis migratoria.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados