VERTIR AGUAS RESIDUALES DEPURADAS EN HUMEDALES PUEDE CAUSAR LA MUERTE DE LAS AVES ACUÁTICAS


Abstract: Main conclusions of a study in which there has taken part the CSIC, directed by the scientist of the CSIC Ibone Anza, of the Institute of Investigation in Hunting resources, together with the Regional Center of Studies of the Aguaen, which indicates to itself that the wastes water spilled one badly treated causes the excessive increase of nutrients and consistent seaweed overabundance in the wetlands, and that joined to the increase of pathogenic bacteria in the area facilitate the sprouts of avian botulism.

Key words: waste water, spilled, wetlands, birds, botulism, death.

Resumen: Principales conclusiones de un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dirigido por la científica del CSIC Ibone Anza, del Instituto de Investigación en
Recursos Cinegéticos, junto con el Centro Regional de Estudios del Aguaen, el que se señala que el vertido de aguas residuales mal tratadas ocasiona el aumento excesivo de nutrientes y consecuente sobreabundancia de algas en los humedales,y que unido al aumento de bacterias patógenas en la zona facilitan los brotes de botulismo aviar.

Palabras clave: agua residual, vertido, humedales, aves, botulismo, muerte

Un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), publicado en Applied and Environmental Microbiology y dirigido por la científica del CSIC Ibone Anza, del Instituto de Investigación en
Recursos Cinegéticos, junto con el Centro Regional de Estudios del Agua, ha concluido que el vertido de aguas residuales mal tratadas ocasiona el aumento excesivo de nutrientes y consecuente sobreabundancia de algas en los humedales, lo que unido al aumento de bacterias patógenas en la zona facilitan los brotes de botulismo aviar.

Hay que recordar que debido a la escasez de agua en el río Guadiana, se ha propuesto el uso de aguas residuales depuradas para la conservación de humedales como el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. En La Mancha es frecuente que, ante la ausencia de ríos y también para mantener niveles de agua que faciliten la cría de aves, se viertan aguas residuales tratadas en lagunas
naturales. Según señala el estudio , esta práctica puede tener efectos negativos para la conservación de humedales. En efecto,
la presencia de bacterias patógenas para las aves es mayor en muestras de agua, sedimento y heces de aves en las lagunas que reciben aguas residuales (Navaseca en Daimiel y La Veguilla en Alcázar de San Juan) que en las Tablas de Daimiel, que no recibe aguas residuales directamente.
Ya a aparición de un brote de botulismo en Navaseca en verano de 2010 estuvo asociada con cambios físicoquímicos en los sedimentos y en las aguas del humedal, que favorecieron la falta de oxígeno y el desarrollo de la bacteria C. botulinum en el fondo. Esta, al multiplicarse, genera una potente toxina que afecta a las aves acuáticas.Estos cambios se relacionaron con la inestabilidad de un medio en el que junto con las aguas depuradas entran gran cantidad de nutrientes (nitratos y fosfatos), que conducen a la eutrofización (sobreabundancia de algas que enturbia las aguas) del ecosistema. La C. botulinum se multiplica fácilmente y genera más toxina en los cadáveres de aves.Cuando las aves mueren intoxicadas con la bacteria, ésta se multiplica en sus cadáveres, después, las larvas de mosca que crecen en ellos acumulan la bacteria y su toxina. Estas larvas “tóxicas” son ingeridas por otras aves que mueren y generan más alimento para el crecimiento de C. botulinum, así los brotes se propagan hasta que las temperaturas bajan.
El trabajo también ha encontrado C. botulinum en heces de aves acuáticas todo el año, lo que indica que lo pueden llevar habitualmente en el tracto digestivo. Por eso, la muerte de estas aves puede facilitar el comienzo de los brotes, ya que unos pocos cadáveres son suficientes para generar toxina que maten muchas más aves, dado que en los humedales abastecidos con aguas residuales hay más patógenos aviares, las probabilidades de que las aves enfermen y mueran son mayores, lo que puede explicar la recurrencia de los brotes.
El botulismo aviar es una de las enfermedades que mata más aves acuáticas silvestres y en los últimos años afecta también a las granjas de aves domésticas. Cuando se produce un brote pueden morir miles de aves. “En definitiva, los humedales abastecidos con aguas residuales, más que suponer un beneficio para la conservación de la biodiversidad, podrían actuar como trampas ecológicas para las aves acuáticas”, concluye la directora del estudio.

Fuente: Nota de prensa del CSIC

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