Reseñas

 

Resaca del olvido: centenario de Griselda Álvarez (1913-2013)

 

Julia Preciado Zamora*

 

* CIESAS Occidente. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel I. julia@ciesas.edu.mx.

 

Este libro estaba obligado a titularse con las palabras de la poetisa que rememora. Nos dice Griselda Álvarez: "Las cosas viven más. Alguien se ha ido / y sin embargo está. Sobre la ausencia / clava la voz de un libro su presencia, / la voz sin voz, resaca del olvido".¹ La primera idea que retenemos del título es el de un crudo olvido, pero el diccionario, al que siempre recurro en busca de iluminación, y no de definiciones, explica que resaca es el "limo o residuos que el mar o los ríos dejan en la orilla después de la crecida" (DRAE, 2001), y este libro ambiciona ser un vestigio, un testimonio o una metáfora de la partida (hace cuatro años) de una poetisa hacia la mar profunda.

¿Con qué propósito Enrique Ceballos y Efrén Rodríguez compilaron Resaca del olvido: centenario de Griselda Alvarez (1913-2013)? Ceballos lo dice con claridad: homenajear a la exgobernadora justo a los cien años de su nacimiento, pues —como se repite con frecuencia en Colima— Griselda fue una mujer importante en las letras y en la política; siempre en ese orden. Más allá del propósito que ya enuncié, me pregunto ¿por qué los compiladores quisieron agrupar en este libro cincuenta textos escritos acerca de Griselda Álvarez? Como lectora, adelanto la respuesta: Resaca del olvido... es útil porque captura en sus 357 páginas textos escritos acerca de Griselda Álvarez, de 1972 a 2013.

Enrique Ceballos y Efrén Rodríguez le economizan al interesado la búsqueda de textos sobre Griselda que han aparecido en diversos medios, pues los han reunido en este libro que lleva pasta rojas y la fotografía de una Griselda niña, personificada de ángel. Gracias al esfuerzo de ambos compiladores, el lector puede ahora consultar esos escritos en un solo lugar. Pienso en lo fatigoso que podría haber resultado la búsqueda de estos en libros, revistas y periódicos, así como en bibliotecas de México y de otras latitudes. Sin duda se trató de una labor agotadora, como ya lo señaló Oscar Rivera Ríos en su colaboración en esta antología, cuando nos cuenta cómo dio con los libros de Griselda en estantes virtuales de bibliotecas nacionales y extranjeras.

Esta compilación reúne ocho diferentes géneros de textos, divididos en igual número de capítulos: cantos a Griselda, entrevistas a la homenajeada por parte de autores locales, prólogos de libros, ensayos, reseñas, semblanzas, ejercicio del poder y crónicas. Como historiadora siempre leo los pies de página y en este libro los seguí y entendí que las fuentes de las que se nutrieron los compiladores fueron los periódicos El Comentario, Diario de Colima y Ecos de la Costa; las revistas GénEros, Interpretextos, Barro Nuevo, Tierra Adentro, Palomas al Viento, Imagina un mundo sin violencia, Gaceta de la Universidad de Colima y Boletín Colima Aquí. También sustentaron su esfuerzo en obras confeccionadas por Griselda, así como en textos de otros autores, especialmente aquellos de corte bibliográfico.

El argumento de Resaca del olvido. me parece que se centra en trazar la figura de Griselda, poetisa y política, a través de las plumas de autores colimenses. Enrique Ceballos y Efrén Rodríguez reunieron suficientes materiales para publicar dos tomos. Aquí reseño el primero; en él se agrupan las plumas de autores colimenses en torno a Griselda Álvarez; en el segundo —que aparecerá próximamente— se concentrarán los escritos de autores nacionales sobre la poetisa.

En una primera lectura me pareció que el criterio para seleccionar los textos del primero de los dos tomos era localista. ¿No hubiese sido más enriquecedor combinar miradas locales y nacionales en un mismo volumen? Lo pregunto porque si el hilo conductor que atara el libro hubiese sido el tiempo y no la vecindad, observaríamos a una Griselda, poetisa y política, a través de las épocas por las que transitó a los ojos de escritores de aquí y de allá. Solo entonces se revelaría ante nosotros su figura trazada con múltiples tonalidades. Si de los cien textos que reunirán los dos volúmenes se utilizara uno por cada año transcurrido desde que nació Griselda, se advertiría con claridad su figura, por lo que creo que mejor hubiera sido partir desde la línea del tiempo y no desde un punto geográfico cuya referencia central es el Volcán de Fuego. Pero el volcán atrae más que el paso de los tiempos y siempre será el obligado centro de referencia para los que piensan y escriben desde Colima.

Luego, conforme avancé en la lectura de Resaca del olvido..., entendí de todas formas que se trata de un Colima que se lee a través de Griselda Álvarez. De ahí que los narradores colimenses, con esa certidumbre que da la vecindad, se tomen una licencia para "describir el escribir" de la poetisa. Cuando ellos buscaron completar un cuadro impresionista de Griselda Álvarez, trazaron con sus plumas palabras entrañables que la recordarán en su oficio de poetisa o en su cargo de gobernante. Lo digo porque oficio y cargo no siempre son sinónimos.

Los cincuenta textos que componen esta obra, y que consideran tanto a la poetisa como a la gobernadora, se escribieron desde distintas perspectivas, pues nunca pensaron sus autores que acabarían acogidos entre las pastas de un mismo libro. Por esto mismo no cargaron con la consigna de hablar bien de la poetisa y mal de la gobernadora, o mal de la poetisa y bien de la gobernadora. No. Los textos originales nacieron para cumplir diferentes propósitos; fue posteriormente la casualidad —y gracias a las pesquisas de Enrique Ceballos— que terminaron en un mismo tomo. Pero hay algo más: el objetivo de Enrique y de Efrén fue presentar diferentes miradas sobre Griselda Álvarez, pero siempre en textos breves. Ninguno de los coordinadores pensó en historiar el quehacer de Griselda; más bien se abocaron a compilar sus textos publicados y se olvidaron de otros que pudieron haber construido una versión más redondeada de la figura de Griselda Álvarez. Pienso, por ejemplo, en la media docena de conversaciones que sostuvo con entrevistadores en la Ciudad de México, como Rolando Cordera, Carmen Aristegui o Denise Maerker. Hubiera impresionado leer sobre Griselda Álvarez en su propia voz, respondiendo a las preguntas agudas de sus entrevistadores; hubiera contrastado con sus notas autobiográficas, como las que sé que aparecen en Cuesta arriba... (Álvarez, 1992) y que tienen el sabor —y el olor— de unas notas escritas de manera pausada y pensadas para la posteridad.

Además de las entrevistas con Cordera, Aristegui o Maerker, descubrí que Griselda habló con personas provenientes del extranjero. Por ejemplo, en la Internet se encuentra el texto de una entrevista que le hizo Victoria E. Rodríguez (2010), autora mexicano-estadounidense. La cito porque son muy reveladoras las palabras de Griselda sobre el repetido tema de nombre es destino:

Griselda Álvarez, la primera mujer gobernadora en México, provino de una larga línea de políticos. Su bisabuelo fue el primer gobernador de Colima; su padre, también gobernador del estado de 1919 a 1923, participó en la Revolución y fue amigo de Venustiano Carranza. Durante [la] entrevista [conmigo], tras mostrarme la palma de su mano y las venas que corrían cuesta arriba por su brazo, Álvarez describió cómo la política estaba en su sangre y en su línea de vida, y cómo ella había sabido incluso desde pequeña que un día ella o su hermana se convertiría en gobernadora del estado de Colima.

Aunque al respecto de la administración de Griselda Álvarez no puedo agregar mucho, porque de esos días no tengo memoria, advierto que las opiniones que provienen de quienes la conocieron en su cargo como gobernadora van cargadas de admiración. A mí me interesó más la Griselda poetisa, la misma que atrajo a futuros escritores que, en su momento, frecuentaron sus libros.

¿Quiénes serán los lectores de Resaca del olvido...? ¿Lo pensaron los coordinadores para un público general o para uno específico? Estoy segura que va dirigido a grandes públicos; les recomiendo a los futuros leedores acercarse a esta obra saltando el orden que marca el índice, es decir, empezando por los títulos o temas que llamen primero su atención; una segunda opción será leerlo de acuerdo a la preferencia o estimación que cada uno sienta por los autores que aquí aparecen.

La poesía y la historia están más relacionadas de lo que comúnmente se cree. Por ello reservé, para cerrar, un segundo significado que me dio el diccionario acerca de resaca. Resaca es también "el movimiento en retroceso de las olas después que han llegado a la orilla" (DRAE, 2001). Esta definición, a mi parecer, metafórica, tiene implícita la noción de tiempo, un después infinito, un regreso del presente al pasado. Es por ello que Resaca del olvido... huele a historia, si bien es cierto que para una historiadora el pasado es presente, también lo es que el futuro es un tiempo al que siempre arribaremos; un futuro que un día será pasado. ¿Se tornará ese futuro, entonces, en la resaca del olvido de la que nos habló la poetisa?

 

Bibliografía

Álvarez, Griselda (1992). Cuesta arriba. Memorias de la primera gobernadora. Colima: Universidad de Colima/Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]

Álvarez, Griselda Álvarez ( 1980). Desierta compañía. Colima: Universidad de Colima.         [ Links ]

Real Academia Española (2011). Diccionario de la Real Academia Española. Recuperado de: http://www.rae.es/rae.html        [ Links ]

Rodríguez, Victoria E. (2010). Women in Contemporary Mexican Politics. Austin: University of Texas Press.         [ Links ]

 

Nota

Enrique Ceballos Ramos y Efrén Rodríguez (coords.) (2013). Resaca del olvido: centenario de Griselda Álvarez (1913-2013). Colima: Tierra de Letras/Archivo Histórico del Municipio de Colima /ALACyT.

1. Soneto "Pala".Véase Griselda Álvarez (1980).