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RESUMEN:

Antes de la I Guerra Mundial, los partidos entre combinados representativos de ciudades, sobre todo en Europa, gozaron de gran popularidad. Estas selecciones tenían un potencial muy superior al de cualquier club local y los encuentros interciudades levantaban una gran espectación. Entonces, los jugadores eran predominantemente amateurs y se mantenían fieles a su club de

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El dilema de la recién nacida UEFA: Copa de Campeones de Liga o Copa de Ciudades en Ferias. Primera parte.

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Antes de la I Guerra Mundial, los partidos entre combinados representativos de ciudades, sobre todo en Europa, gozaron de gran popularidad. Estas selecciones tenían un potencial muy superior al de cualquier club local y los encuentros interciudades levantaban una gran espectación. Entonces, los jugadores eran predominantemente amateurs y se mantenían fieles a su club de toda la vida, acrecentándose así la identificación entre aficionados y entidad deportiva. Cuando los encuentros entre selecciones nacionales se consolidaron, los partidos entre ciudades fueron relegados a un segundo plano. Posteriormente, se conformaron selecciones regionales durante la primera mitad del s. XX. España y Alemania llegaron a organizar torneos oficiales con estos combinados. De esta manera, la jerarquía de partidos quedaba establecida de mayor a menor: internacionales, interregionales o interprovinicales e interciudades.

Durante el periodo entreguerras el profesionalismo se extendió por Europa siguiendo el modelo británico. Aparecieron potentes clubs que atrajeron a los mejores jugadores. Aún así, territorios como Bélgica, Suiza, Holanda, Alemania y los países escandinavos mantuvieron un control del estatuto del jugador amateur, reglamentando la transferencias entre clubs. Gracias a esto, con gran éxito de público se organizaban partidos entre combinados de ciudades aprovechando la fecha en que jugaba la selección nacional. Este tipo de partidos incluso cobraron una mayor importancia al finalizar la II Guerra Mundial por motivos económicos y políticos.

Frente a este tipo de encuentros entre combinados de predominio amateur, el fútbol profesional avanzaba. En muchas ciudades, buscando una mayor capacidad competitiva los distintos clubs se fusionaban y asumían la identificación de las distintas aficiones hasta entonces rivales. Proliferaron por el mundo los distintos campeonatos de liga y también surgió el ánimo de enfrentar campeones de distintos países, para ver qué club tenía una mayor supremacía. En Europa Central se creó, por una propuesta del austriaco Hugo Meisl, la Copa Mitropa, en la que participaban los campeones y subcampeones de Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. En posteriores ediciones entraron equipos de Italia, Suiza y Rumanía. La competición se interrumpió con la II Guerra Mundial. La Copa Mitropa fue considerada la competición internacional de clubs más prestigiosa de Europa y se daba por hecho que el club que la ganaba poseía el mejor equipo del continente.

Acabada la II Guerra Mundial, el fútbol internacional fue recobrando su actividad muy lentamente. Producto de la coordinación entre las cuatro federaciones latinas europeas (Italia, Francia, Portugal y España) se dio un gran paso cuando lograron ponerse de acuerdo y organizar la Copa Latina. Aunque participaban los clubs campeones, estos lo hacían bajo el pabellón de su correspondiente federación nacional. La Copa Latina fue la primera puerta oficial internacional que se abrió a los clubs españoles y la aprovecharon muy bien. Su nivel de competitividad mejoró, más aún, cuando empezaron a llegar las primeras figuras extranjeras. Los triunfos del CF Barcelona en 1949 y 1952, sin dejar de lado la actuación de la selección nacional en el Mundial de Brasil, espolearon los ánimos para proyectar el fútbol español al plano internacional.

Por estas fechas también empiezan a recuperarse la costumbre de jugar partidos entre selecciones regionales. Olvidada la Copa Príncipe de Asturias, los partidos de combinados locales se habían organizado con fines benéficos o festivos. No fueron frecuentes al acabar la Guerra Civil, los equipos se organizaban con los jugadores que componían las plantillas de los clubs locales sin tenerse en cuenta el lugar de nacimiento, además de invitar a figuras de otras regiones. La primera que organizó un partido internacional fue la Federación Castellana, en Madrid. Cuando la selección de Castilla venció 3-1 al Liverpool el 22 de mayo de 1952 alineó a los bilbaínos Panizo y Gaínza, entre otros. En la temporada siguiente jugaron contra el Djurgaarden sueco (5-1) y la selección de París (4-3).

Selección Castellana que derrotó al Liverpool FC en 1952: de pie, Gabriel Alonso (Real Madrid CF), Mugica (Club Atlético de Madrid), Lesmes I (Real Valladolid Deportivo), Muñoz (Real Madrid CF), Lesmes II (Real Valladolid Deportivo), Adauto (Real Madrid CF); agachados, Eizaguirre (Real Sociedad de Fútbol), Juncosa (Club Atlético de Madrid), Ben Barek (Club Atlético de Madrid), Pérez Payá (Club Atlético de Madrid), Panizo (Club Atlético de Bilbao) y Gaínza (Club Atlético de Bilbao).

Selección Castellana que derrotó al Liverpool FC en 1952: de pie, Gabriel Alonso (Real Madrid CF), Mugica (Club Atlético de Madrid), Lesmes I (Real Valladolid Deportivo), Muñoz (Real Madrid CF), Lesmes II (Real Valladolid Deportivo), Adauto (Real Madrid CF); agachados, Eizaguirre (Real Sociedad de Fútbol), Juncosa (Club Atlético de Madrid), Ben Barek (Club Atlético de Madrid), Pérez Payá (Club Atlético de Madrid), Panizo (Club Atlético de Bilbao) y Gaínza (Club Atlético de Bilbao).

Fijando ya una tradición en mayo de 1954 Madrid (también llamada Selección Castellana para evitar confusión con el Real Madrid) jugó un nuevo partido a beneficio de los campos de los equipos modestos. Se presentó ante el AC Milan, cuarto de la liga italiana, que traían varias bajas, dado que la selección azzurra se estaba preparando para el Mundial de Suiza.

Madrid, 27 de mayo de 1954

MADRID-AC MILAN 4-5

Campo: Santiago Bernabeu.

Árbitro: Novella (España).

Goles:0-1 (1′) Sörensen. 1-1 (8′) Olsen. 1-2 (10′) Silvestri. 1-3 (22′) Larini. 2-3 (32′) Molowny. 2-4 (47′) Mora. 3-4 (78′) Miguel. 4-4 (79′) Olsen. 4-5 (86′) Bergamaschi.

MADRID: Juan Alonso (Real Madrid CF) [Menéndez (Club Atlético de Madrid)]; Navarro (Real Madrid CF), Oliva (Real Madrid CF) [Tinte (Club Atlético de Madrid)], Gabriel Alonso (Real Madrid CF); Silva (Club Atlético de Madrid), Agustín (Club Atlético de Madrid); Miguel (Club Atlético de Madrid), Olsen (Real Madrid CF), Di Stéfano (Real Madrid CF), Molowny (Real Madrid CF) [Mateos (Real Madrid CF)], Escudero (Club Atlético de Madrid). <Elegidos por la prensa, dirigieron los entrenadores del Real Madrid CF y del Club Atlético de Madrid, Enrique Fernández y Ramón Colón respectivamente>. Muñoz (Real Madrid CF) fue baja

AC MILAN: Buffon (Galusso); Silvestri, Presinato (Moreno); Bergamaschi, Pedroni, Piccini (Pistorelli); Moro, Sörensen. Larini, Liedholm, Longoni.

El  siguiente pasó se dio en Barcelona. Cuando la Copa del Mundo de Suiza 1954 entraba en su recta final, la selección de la ciudad de Barcelona retomó sus actuacionen jugando contra la selección de Hamburgo, compuesta por jugadores de los tres equipos de dicha ciudad que militaban en la Oberliga Norte. La prensa también citó el partido como un Alemania Norte-Cataluña, algo bastante lejos de la realidad.

Hamburgo, 26 de junio de 1954

HAMBURGO-BARCELONA 1-3

Campo: Volksparkstadion.

Árbitro: Archer Luty (Inglaterra).

Goles: 0-1 (5′) Arcas. 1-1 (10′) Wehrmann. 1-2 (40′) Tejada. 1-3 (65′) Basora.

mientras se jugaba el mundial de Suiza.

HAMBURGO: Wunstorf (FC St Pauli); Linchtl (FC St Pauli), Meinke (Hamburger SV), Sommerfeld (FC St Pauli); Kalkowsky (FC Altona 93), Brüggen (FC St Pauli); Wehrmann (FC St Pauli), Heitkamp (FC St Pauli), Erb (FC Altona 93), Beck (FC St Pauli), Petersen (FC St Pauli).

BARCELONA: Ramallets (CF Barcelona); Argilés (RCD Español de Barcelona), Parra (RCD Español de Barcelona), Segarra (CF Barcelona); Flotats (CF Barcelona), Bosch (CF Barcelona); Basora (CF Barcelona), Suárez (CF Barcelona) [Faura (RCD Español de Barcelona)], César (CF Barcelona), Arcas (RCD Español de Barcelona), Tejada (CF Barcelona) <seleccionador: José Lasplazas>. Reserva: Soler  (RCD Español de Barcelona).

La fundación de la UEFA el 15 de junio de 1954 se produjo en un momento crucial en el desarrollo del fútbol europeo. La UEFA tenía varios proyectos en mente, como la organización de una torneo europeo de selecciones nacionales o tomar la dirección de la recuperada Copa Mitropa. Stanley Rous, entonces presidente de la Football Association, vio interesante regular formalmente los encuentros entre ciudades. El peso del dirigente inglés en la UEFA fue definitivo, ya que impulsó la presencia internacional de las cuatro selecciones británicas y propuso la creación de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias, idea que recibió muy buena acogida, donde participarían selecciones de ciudades y no clubs.

Sin embargo, en diciembre de 1954 desde Francia se planteó un reto inesperado: una competición europea de clubs campeones de liga. Se dice que todo surgió por un comentario que proclamó mejor conjunto del continente al Wolverhampton Wanderers, campeón inglés, por su victoria por 3-2 frente al Budapesti Honvéd SE, campeón húngaro; pero tampoco hay que omitir el hecho de que el Stade de Reims había barrido (3-0) al AC Milan en la final de la Copa Latina de 1953, autoproclamándose mejor equipo de Europa. Inicialmente parecía ser una idea privada, focalizada por L’Equipe; pero tanto Gabriel Hanot, quien lanzó la propuesta, y su compañero Jacques Ferran, que redactó un primer reglamento, se dirigieron a la FIFA, presidida por el belga Rodolf W. Seeldrayers. La idea gustó mucho en la FIFA, si bien, por sus propios estatutos, debía permanecer al margen de competiciones de clubs.

El conflicto estaba servido. Quizá había demasiados intereses. No podemos descartar cierto recelo de la FIFA al ver que la UEFA quería organizar una copa continental que podría rivalizar con el mismo Mundial. No tenía argumentos para frenarla, ya que en Sudamérica se venía disputando también una competición entre naciones sin ningún problema. Por eso hay quien encuentra al menos sospechoso ese decantado interés por la propuesta particular de dos periodistas franceses y la presión que ejerció sobre la recien constituida UEFA para que se hiciese cargo de la nueva competición. El problema estaba en que la UEFA estaba todavía en fase de formación y el proyecto de Stanley Rous había sido su primera apuesta. El seno de la UEFA quedó dividido en partidarios de uno u otro torneo.

En España, la Federación Catalana de Fútbol, atraída por la propuesta inicial de la UEFA, decidió volver a formar un combinado local. Esta vez asumiendo el nombre de Selección Catalana. Como este encuentro coincidió con un partido de entrenamiento de la selección española, junto a los jugadores del CF Barcelona y del RCD Español de Barcelona, para compensar algunas bajas, se alineó el argentino del Real Madrid CF Alfredo Di Stéfano, hecho que en la actualidad nos puede resultar llamativo y que entonces fue visto con gran naturalidad.

Barcelona, 26 de enero de 1955

CATALUÑA-BOLONIA FC 6-2

Campo: Las Corts.

Árbitro: Ramón Azón (España).

1-0 (1′) Faura. 2-0 (3′) Kubala. 3-0 (22′) Di Stéfano. 4-0 (26′) Kubala. 4-1 (27′) Pivatelli. 5-1 (32′) Moll. 6-1 (39′) Moll. 6-2 () Pivatelli.

CATALUÑA: Domingo (RCD Español de Barcelona); Argilés (RCD Español de Barcelona), Parra (RCD Español de Barcelona), Gimeno (RCD Español de Barcelona) [M Gonzalvo (CF Barcelona)]; Gámiz (RCD Español de Barcelona), Faura (RCD Español de Barcelona); Basora (CF Barcelona), Villaverde (CF Barcelona) [Mandi (CF Barcelona)], Di Stéfano (Real Madrid CF), Kubala (CF Barcelona), Moll (CF Barcelona) <seleccionador: José Lasplazas>. Reservas: Soler (RCD Español de Barcelona) y César (CF Barcelona)

BOLONIA FC: Giarcelli; Greco (Rota), Ballacci, Giovanni; Nelli (Jensen), Pilmark; Valentinuzzi, Pozzan (García), Pivatelli, Randon, Capello.

La primera señal de giro se produjo ya el 18 de abril de 1955 cuando se anunció que la Copa Internacional de Ciudades en Ferias sería llevada a cabo, no expresamente por el máximo organismo europeo, sino por un comité compuesto por instituciones organizadoras de las ferias internacionales y autoridades políticas y deportivas, entre las que sí figurarían los representates de la UEFA. El 20 de abril se hizo público el sistema de competición en la que participarían doce selecciones de otras tantas ciudades. Formarían cuatro grupos de los que tras disputar una liguilla a dos vueltas, saldrían los semifinalistas. Las dos últimas rondas se resolverían por eliminatoria directa a doble partido. El desarrollo cubriría dos temporadas. Este fue el sorteo:

Grupo primero: Londres, Francfort y Basilea.

Grupo segundo: Colonia, Lausana y Leipzig.

Grupo tercero: Barcelona, Viena y Copenhague.

Grupo cuarto: Milán, Birmingham y Zagreb.

Nacía ya tocada de inicio la Copa de Ferias. Porque, a instancias de la propia FIFA, el 21 de mayo de 1955 el Comité Ejecutivo de la UEFA anunció oficialmente el proyecto de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga (el término Europa quedaba reservado para una competición con selecciones nacionales). La dinámica del torneo era mucho más atractiva que la de Copa de Ferias. Además, era una clara concesión al fútbol profesional practicado por los clubs más poderosos del continente.

No fue una coincidencia que en junio de 1955 se disputase la VI edición de la Copa Latina en Francia. El espectáculo que dieron en semifinales el Stade de Reims y el AC Milan, junto con la exhibición de fútbol entre el campeón francés y el Real Madrid confirmaron que la competición entre campeones nacionales tenía el éxito garantizado. Estas tres entidades fueron posiblemente las que más se implicaron en materializar la organización de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga.

El presidente del Real Madrid CF, Santiago Bernabeu, apostó por el caballo ganador a sabiendas. Había aprovechado el prestigio de la Copa Latina para comprometer a las cuatro federaciones en el proyecto de campeones, justo en esa temporada que volvía a ser campeón de Liga en España. También se unieron los campeones de Alemania, Bélgica, Dinamarca y Suecia. Hasta 16 participantes se completó con invitados de prestigio, aunque no hubiesen vencido en sus ligas ese año.

Fueron los clubs los que decantaron la solución del dilema a favor de la Copa Europea de Campeones de Liga. Precisamente la participación del representante de Viena, es decir, SK Rapid, trajo como consecuencia la retirada de su ayuntamiento de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias. Milán no se retiró, pero estuvo representada por un equipo formado exclusivamente por jugadores del FC Internazionale.

La única que se mantuvo firme fue la Federación Inglesa, algo lógico, ya que el proyecto partía de su propio presidente. El campeón inglés, el Chelsea FC no recibió el visto bueno federativo para jugar la Copa Europea de Campeones de Liga. Fue la ausencia más notable.

La temporada 1955/56 iba a contar con dos competiciones internacionales. ¿Cuál de las dos iba a tener más éxito?

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