Sevilla, España
La atención a la infancia delincuente y a todas las instituciones encargadas de su tutela y educación es un fenómeno del siglo XX en España. Hasta la puesta en marcha de los tribunales para niños, el tratamiento de menores tomaba el camino del hospicio para los huérfanos, vagos y vagabundos y de la cárcel para los infractores de la ley. Los sucesivos códigos penales fueron restringiendo paulatinamente la aplicación de esta ley, gracias a la creación estos tribunales. Los Tribunales de Menores nacieron en Chicago en 1891, pero no llegaron a Andalucía hasta 1923.
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