Coincidiendo con el inicio del verano austral (meses de noviembre y diciembre), un grupo de investigadores españoles llegó a las montañas Ellsworth, una cordillera de gran interés geológico próxima al paralelo 80º S, que contiene las montañas más altas de la Antártida, y que constituye uno de los mejores afloramientos rocosos de todo el continente. Los expedicionarios lograron alcanzar la cumbre más alta de la Antártida, el monte Vinson, de 4.897 metros, realizando observaciones y recogida de muestras de roca y nieve para estudios geológicos, geomorfológicos y geoquímicos.
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