Muchos miembros de la alta nobleza se vieron sumidos en un proceso de grave endeudamiento durante el siglo XVI en el reino de Castilla, pese a que fue una época de crecimiento económico. El segundo conde de Monteagudo, señor de Almazán, fue uno de los que en fecha más temprana, en 1524, tuvo que declararse en suspensión de pagos, después de haber tomado prestadas grandes cantidades de dinero durante su viaje a Flandes con el rey en 1520. El autor reconstruye en este artículo el proceso de endeudamiento de este noble, identificando los principales factores que explican las crónicas dificultades financieras que tuvo que afrontar hasta su muerte en 1547.
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