Los parásitos se encuentran de forma habitual en la clínica de aves mantenidas como mascotas, y es necesario para el clínico poder reconocerlos a tiempo y actuar en consecuencia. La detección de formas parasitarias en aves no es siempre un indicador de enfermedad parasitaria, ya que en algunos casos se establecen relaciones parásito-huésped e infecciones asintomáticas. La aparición de enfermedades sistémicas o factores inmunosupresores puede romper este equilibrio, lo que permite una mayor replicación parasitaria y el consiguiente cuadro clínico.
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