Resumen de Control y depuración del profesorado desde el sistema educativo

Francisco Martín Zúñiga, Carmen Sanchidrián Blanco

• español

  La centralización y jerarquización del estado surgido al amparo de las Cortes de Cádiz queda también patente en la organización del sistema educativo nacional. Tanto las instituciones de carácter nacional (Dirección General de Estudios o el posterior Consejo de Instrucción pública), como provincial (Juntas Provinciales de Instrucción Pública) y local (Juntas locales de Enseñanza Primaria), así como la Inspección de enseñanza no son más que meros transmisores de las disposiciones legislativas de rango superior en las que predomina el control religioso e ideológico sobre cuestiones de carácter pedagógico como la orientación, asesoramiento y perfeccionamiento de los docentes.

  A la circunstancia anterior se une la estrecha vinculación entre la iglesia católica y el estado. Fruto de ese vínculo es el Concordato de 16 de marzo de 1851, donde se expone que "la instrucción en las Universidades, Colegios, Seminarios y Escuelas públicas o privadas (...), será en todo conforme a la doctrina de la misma religión católica (...); y a este fin no se pondrá impedimento alguno a los obispos y demás prelados diocesanos encargados por su ministerio de velar sobre la pureza de la doctrina de la fe".

  Pero a los gobiernos absolutistas no sólo les interesa controlar el credo político o religioso del profesorado, sino que, en un momento dado, eliminan (depuran) a todo aquél que no piense como ellos: ejemplo de esto son las denominadas "cuestiones universitarias", como la de 1867, donde se separan de sus cátedras a Salmerón, Sanz de Río, Fernando de Castro y Francisco Giner de los Ríos.

  Planteado el problema, nuestro objetivo es analizar los distintos instrumentos de control y depuración el profesorado a lo largo del S. XIX, partiendo de fuentes primarias como repertorios legales, actas de las Juntas provinciales y locales e informes de la inspección.

• English

  The centralisation and to organize into a hierarchy of the state arisen to the protection of the Courts of Cádiz remains also patent in the organisation of the national educational system. So much the institutions of national character (General Direction of Studies or the back Council of public Instruction), as provincial (Provincial Boards of Public Instruction) and local (local Boards of Primary Education), as well as the Inspection of education are not more than mere transmitters of the legislative disposals of upper rank in which it predominates the religious and ideological control on questions of pedagogical character like the orientation, advice and improvement of the educational.

  To the previous circumstance joins the narrow links between the Catholic church and the state. Product of this bond is the Concordat of 16th March 1851, where exposes that "the instruction in the Universities, Schools, Seminars and public or private Schools (...), it will be in everything according to the doctrine of the same Catholic religion (...);

  And to this end will not put obstacle any to the bishops and other prelates diocesans attendants by his ministry to watch on the purity of the doctrine of the faith".

  But to the government absolutist not only interests them control the political or religious creed of the teachers, but, in a moment die, delete (debug) to all that that do not think like them: example of this are the designated "university questions", as the one of 1867, where separate of his chairs to Salmerón, Sanz del Rio, Fernando de Castro and Francisco Giner de los Ríos.

  Posed the problem, our aim is to analyse the distinct instruments of control and purge of teachers along the 19th century, splitting of primary sources like legal repertoires, records of the provincial and local Boards and reports of the inspection.