Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Balmes y el liberalismo

  • Autores: Conrad Vilanou Torrano
  • Localización: La Constitución de Cádiz. Genealogía y desarrollo del sistema educativo liberal: XVII Coloquio Nacional de Historia de la Educación. Cádiz, 9-11 de julio de 2013 / M. Gloria Espigado Tocino (dir. congr.), Juan Gómez Fernández (ed. lit.), María José de la Pascua Sánchez (ed. lit.), Juan Luis Sánchez Villanueva (ed. lit.), Carmen Vázquez Domínguez (ed. lit.), 2013, ISBN 978-84-9828-437-9, págs. 149-160
  • Idioma: español
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • español

      Pocos autores despertaron tanto interés en el siglo XIX como Jaime Balmes (1810- 1848), cuyos ecos se dejaron sentir en el siglo XX a raíz de los centenarios de su nacimiento y muerte. Por lo general, su nombre se ha vinculado a la tradición conservadora e, incluso, ultramontana, presentándolo como alguien reñido con la tradición liberal. Pero si analizamos con detalle su trayectoria intelectual se observa que mantuvo contactos con liberales españoles de la talla de Francisco Martínez de la Rosa y José Joaquín de Mora. En 1842 Balmes realizó un viaje por Europa, visitando primero París y, más tarde, Londres. En la capital británica se entrevistó con el cardenal Wiseman, un español nacido en Sevilla "el alter ego de Blanco White" y uno de los protagonistas principales del Catholic Revival. Con todo, no es menos verdad que también trató a Pascual de Gallanyos, al citado Mora, y a otros liberales de menor renombre pero de igual cultura (Conde, Desprats, Del Mar, etc.). Así pues, queda claro que Balmes estaba interesado en conocer de cerca la realidad económica, política y social inglesa y, especialmente, la situación del anglicanismo, después de la aparición de movimientos como el metodismo y el cuaquerismo. En cualquier caso, lo que atraía a Balmes de aquella Inglaterra decimonónica era el resurgir del catolicismo, después de la aprobación de una serie de medidas favorables a la emancipación de la minoría católica que había sido postergada desde los tiempos de Enrique VIII. Ciertamente que la historia inglesa muestra que no era incompatible en aquellos momentos del siglo XIX - cuando Balmes viajó a Inglaterra - ser victoriano y católico, lo que de alguna manera ponía de manifiesto la posibilidad de que el liberalismo y el catolicismo también tuviesen su espacio en España. Lamentablemente la muerte prematura de Balmes a los 38 años de edad - impidió que nuestro autor - que además de profesor de matemáticas, siempre se preocupó de las cuestiones educativas pudiese asentar las bases de un liberalismo que conciliase el progreso y la tradición, es decir, las aspiraciones políticas del liberalismo y el peso de la filosofía y por ende, de la pedagogía perenne.

    • English

      Few authors awoke such interest in the nineteenth century as Jaime Balmes (1810 - 1848), echoes of whose work continue to be heard in the twentieth century on the occasion of the centenaries of his birth and death. In general, his name has been linked to the conservative and, even, the ultramontane tradition, presenting him as someone set against the liberal tradition. But if we study his intellectual career in detail we find that he kept up contact with Spanish liberals of the stature of Francisco Martínez de la Rosa and José Joaquín de Mora. In 1842 Balmes made a trip around Europe, visiting first Paris and then London. In the British capital he met Cardinal Wiseman, a Spaniard born in Seville - Blanco White's alter ego - and one of the main protagonists of the Catholic Revival. However, it is no less true that he also talked to Pascual de Gayangos, the aforesaid Mora, and other liberals of less renown but equal culture (Conde, Desprats, Del Mar, etc.). Thus, it is clear that Balmes was interested in understanding the English economic, political and social reality and, especially, the situation of Anglicanism, after the appearance of movements such as Methodism and Quakerism. In any case, what attracted Balmes about that nineteenth century England was the resurgence of Catholicism, following the approval of a series of measures favourable to the emancipation of the Catholic minority which had been delayed since the time of Henry VIII. Certainly English history shows that it was not incompatible at that time in the nineteenth century - when Balmes travelled to England - to be Victorian and Catholic, which in some way pointed to the possibility that liberalism and Catholicism could also find their space in Spain. Unfortunately Balmes's premature death - at 38 years of age - prevented him -also a professor of mathematics and always concerned with education - from being able to set the bases for a liberalism which would reconcile progress and tradition, that is to say, the political aspirations of liberalism and the weight of the perennial philosophy - and finally of teaching


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno