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El papel del simpático en la génesis de la hipertensión vascular y de la hipertonía ocular

  • Autores: Manuel Marín Amat
  • Localización: Archivos de la Sociedad Oftalmológica Hispano-Americana, ISSN 0365-7051, Vol. 10, Nº. 9 (SEP), 1950, págs. 1020-1021
  • Idioma: español
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • El papel del simpático es fundamenatal en la génesis de la hipertensión vascular. Lo atestiguan los estudios que vienen realizando Jiménez Díaz y su escuela < acerca de los factores que intervienen en la regulación de la presión arterial >, quienes han demostrado: 1. º Que el efecto se verifica, al parecer, sin que intervenga la función de las glándulas endocrinas, siguiendo la vía nerviosa del simpático, y sin participación de la vía sanguínea. 2. º Que la excitación del simpático origina en las arterias la producción de una especie de fermento, la arterina, que actuando sobre el hipertensinógeno de la sangre (al igual que la retina) da lugar a la formación de substancias elevadoras de la presión vascular. En los órganos existen ganglios nerviosos de naturaleza parasimpática, encargados de la regulación de sus propias circulaciones, centros reguladores, que gozan de cierta autonomía, constituyendo las denominadas circulaciones locales. La regulación de la cantidad de sangre que entra y sale en los tejidos se verifica en virtud de arcos reflejos, largos, cortos y axónicos, cuya vía centrípeta o aferente está represemtada por los nervios sensitivos (y sensoriales); el centro, por los núcleos vegetativos hipotálamos, mesocefálicos, medulares y residentes en los órganos, respectivamente; y la centrífuga o eferente, la del simpático y parasimpático. El sistema vegetativo simpático-parasimpático actúa por intermedio de substancias químicas específicas, denominadas intermediarios químicos, estando en preponderancia las de acción vaso-dilatadora. El globo ocular no hace excepción a la regla general por la que se rigen las circulaciones locales; lo que ocurre es que se encuentra enmascarada por la presencia de un embalse líquido en su interior, necesario para mantener la configuración y la transparencia. Los centros reguladores de la circulación intraocular están representados por los ganglios de Krause y de Muller, y, también, los intermediarios químicos vasodilatadores se hallan predominantes en el globo ocular. Debido a la función de estos centros reguladores existe un ritmo fisiológico entre la entrada y la salida de líquidos dentro del ojo, de que resulta la tensión ocular normal. Como consecuencia de la tendencia a la vasodilatación y de la contextura anatómica especial del globo ocular, resultará cierta propensión a la retención de líquidos dentro del ojo y el aumento consecutivo de la tensión ocular: hipertensión o glaucoma esencial. Multitud de factores (enunciados) contribuyen a alterar el ritmo fisiológico simpático-parasimpático, con predominio del útltimo, facilitando la presentación de la hipertonía. En el hombre, los factores psíquicos y emocionales juegan un gran papel. La terapéutica ha de dirigirse a evitar los motivos provocadores de la hipertensión ocular, a la utilización de los miósicos lo más precoz posible y a realizar las operaciones quirúrgicas sobre el sitio donde tiene lugar el trastorno neurovegetativo, es decir, sobre la raíz del iris y cuerpo ciliar. Segunda Sesión Científica. Martes, día 5, a las 9, 30. Presidencia: Dres. Arruga y Bailliart.


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