Son muchas y variadas a lo largo de una vida. Las crisis asaltan de vez en cuando los cerebros humanos y suelen provocar agujeros que tardan en sanar lo que no está escrito. Incluso puede que el daño sea irreparable. Todo bicho viviente ha pasado por un bajón insoportable alguna vez en su existencia, y, si alguien no lo ha sufrido, es que es tan rematadamente imbécil que no se ha planteado ni lo que vale una sonrisa
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