Juan Pablo II, el papa evangelizador, puso en el mapa a América Latina, pero quizá olvidó a sus integrantes, los millones y millones de católicos que sufren las desigualdades de unos países eternizados en la búsqueda de unos sistemas democráticos que repartan más equitativamente los recursos. El primer papa latinoamericano, Francisco, tiene ante sí un reto descomunal en su tierra: hacer de la justicia social el estandarte de su papado.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados