Resumen de Mundo Antiguo. Jóvenes marchantes de arte antiguo: el relevo de una profesión (I): La Escuala de París: un maestro, tres discípulos / David Ghezelbash. Christophe Kunicki. C. Antoine Tarantino
Hubo un tiempo no muy lejano en que yo albergaba ciertas inquietudes por el porvenir de mi profesión de anticuario especializado en el arte de la antigüedad. La media de edad de mis colegas crecía de manera alarmante y no veia aparecer ningún marchante nuevo en el horizonte. Pero de pronto, por todos los rincones del mundo, han surgido talentos que han insuflado un nuevo entusiasmo, una frescura y un dinamismo inesperados a este campo. Estoy muy contento de que Tendencias del Mercado del Arte me de la oportunidad de presentarlos en varios números a sus lectores.Pocos son los "viejos" marchantes que forman un sucesor. La transmisión, el intercambio de conocimientos, de xperiencia en un microcosmos tan individualista como el del comercio del arte no son nada evidentes. Cuestión de ego por parte del marchante, de calidad y motivación por parte de los candidatos, y de la preocupación de formar un competidor que podría revelarse temible, que conociera todos sus secretos y su fichero de clientes. Un caso muy particular es el de Jean-Philippe Mariaud de Serres, que fue un anticuario parisino muy reconocido y muy respatado internacionalmente. Sus áreas de interérs eran la aqueología clásica y la glíptica antigua. Este hombre de gran carisma, trabajó también como experto para las casa de subastas francesas. Formó en su galería no una, sino tres figura incontestables del actual mercado del arte antiguo: David Ghezelbash, Christophe Kunicki y Antoine Tarantino. Les propongo descubrir sus trayectorias, sus motivaciones, y la pasión que les impulsa a través de las tres entrevistas siguentes.
