OBJETIVOS Demostrar cuál es la mejor decisión para tratar una uropatía obstructiva de larga evolución: la derivación urinaria convencional mediante un catéter ureteral doble J o la prótesis metálica termoexpandible Memokath 051, en base a la supervivencia estimada del enfermo, la cantidad de recambios de catéter que va a necesitar y el coste que cada acto terapeútico va a conllevar.
METODOS Se recogieron los datos de costes de la inserción de un catéter ureteral doble J teniendo en cuenta visitas preoperatorias y postoperatorias, acto quirúrgico con costes estructurales, médicos, de material fungible y de la prótesis. A continuación se hizo una simulación de los costes de inserción de una prótesis Memokath 051, en base a los datos del cateterismo ureteral. Se realizó un árbol de decisión y un análisis económico de Coste Efectividad (ACE) para medir la efectividad de las dos intervenciones sanitarias. A través de él se identificaron, cuantificaron y valoraron los costes de las dos alternativas de intervención sanitaria disponibles para alcanzar la resolución de la obstrucción ureteral.
RESULTADOS Los datos de costes de cada procedimiento son: catéter doble J en régimen de cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) 1.275,44 �, prótesis metálica termoexpandible en CMA 4865,16 �, doble J con ingreso de 1 día 1424,52 � y prótesis con ingreso de un día 5014,24 �. La diferencia de costes entre el catéter ureteral y la prótesis metálica termoexpandible es de 3589,72 � por cada tratamiento en CMA a favor del catéter ureteral.
CONCLUSIONES A pesar de su alto coste inicial la prótesis metálica termoexpandible ofrece ventajas económicas añadidas al catéter ureteral convencional doble J en el tratamiento de la obstrucción ureteral maligna. A partir del tercer cambio de catéter ureteral doble J, y si la supervivencia del paciente es lo suficientemente prolongada, la opción más coste efectiva es la prótesis metálica en régimen de CMA.
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