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Contenido sociológico de los Círculos de Abuelos. Experiencia
cubana de la extensión de la educación física a la tercera edad

   
* Profesora Titular de Sociología del Deporte
Master en Pedagogía universitaria
Profesora de Sociología del Deporte en la Facultad de Cultura
Física de Pinar del Río
 
**Profesor Titular de Bioquímica de la Actividad Física.
Master en Didáctica de la Biología
Profesor de Bioquímica de la actividad Física en la Facultad de
Cultura Física de Pinar del Río
 
 
MsC. Ida C. Galván Rodríguez*
MsC. José Juan González Troya**

iscfpnr@inder.co.cu
(Cuba)
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 58 - Marzo de 2003

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    El ejercicio físico en la vejez, es una parte importante del problema total del anciano, pues éste ayuda a que personas habi­tuadas a un ritmo de vida dinámico, con rendimiento físico y mental, no se retiren de ella, pues resultaría un serio daño para él, pudiéndole proporcionar traumas psíquicos, morales y socia­les, acelerando el proceso involutivo hacía una vejez ociosa.

    De ahí que tengamos el deber de integrar al anciano a esta esfera, porque es un grupo de población numerosa e importante y con características particulares.

    Todos aquellos relacionados con la esfera de la Cultura Física, tenemos una tarea hermosa con relación al anciano, pues integrarle a esta actividad es colaborar con el gran objetivo de no solo añadir más años a la vida, sino más vida a los años.

    Los Círculos de Abuelos ayudan a la resocialización de estos hombres, a elevar la calidad de su vida, pues fortalecen su salud y se arraiga la valencia por sí mismo.

    Es responsabilidad de todo un conjunto de personas o entidades, incorporar a estos adultos mayores a una Educación Física racional dentro de su zona residencial, elevándolos de esta forma a que hagan una contribución activa al fomento de su salud, a la capacidad de rendimiento físico, y a que cultiven nuevos contactos sociales con personas que pertenecen a su propia generación.

    La experiencia sobre el tema nos enseña, que estos sujetos de edad avanzada, una vez incorporados a la actividad física, se intensifica su sentimiento de autovaloración, de ocupación del tiempo libre y se va desechando la pérdida del contenido de la vida, porque una Educación Física efectiva, llena de regocijo y moti­vación, va encaminada a satisfacer las características y necesi­dades de los abuelos en esta etapa de la vida.

    El Círculo de Abuelos ayuda a desperjuiciar el criterio de que la longevidad sea estimada culturalmente, como síndrome, morbosidad, detrimento, caducidad o quebranto de estos decanos.

    Hay que atender seriamente a este grupo poblacional, porque muchos de estos sujetos antes de entrar en la llamada "Tercera Edad" dedicaron años de su vida a la creación de la base material y espiritual de la sociedad, siendo palpable su contribución cultural y socioeconómica. Muchos fueron maestros, ingenieros, campesinos, empleados, dirigieron colectivos laborales y después que interrumpieron su actividad como trabajadores, sus contactos sociales se modificaron y el círculo de amistades que se concen­traba generalmente en su centro de trabajo prácticamente desapa­rece, siendo reemplazado por aquel que se va a cultivar o reani­mar en su zona residencial.

    En la literatura consultada pudimos conocer, según investigaciones realizadas, que luego de cinco años de jubilación en estos sujetos, comienza a arraigarse el sentimiento de cons­tituir una carga familiar. Los ancianos se autovaloran a partir de las actuaciones de los que lo rodean hacía él, construyendo su "yo" a partir de sus relaciones con los demás, de ahí la importancia que adquiere el rol social en la construcción del mismo.

    Por existir este criterio por parte de los ancianos, podríamos pensar que una acción de profilaxis, puede ser preparar en primer lugar a este longevo para asimilar los retos que le reser­va esta nueva etapa de la vida, para ello podrían ayudar las organizaciones laborales, los medios de difusión masiva, el médico, la familia el profesor de Cultura Física de su localidad, es decir conformar una educación a nivel societal. Laborando con acciones y hechos para demostrarle a los ancianos que aún la vida le brinda posibilidades de reafirmación, como su incorporación a la actividad deportiva, pues ésta implica ser fuente zona de felicidad, interiorizándose así recursos sociales y personales muy útiles.

    La integración al Círculo de Abuelos promueve cambios sustancia­les en la conducta de los ancianos, además la comunicación que establezca el profesor de Cultura Física con ellos, puede servir para detectar precozmente determinadas enfermedades, reducir riesgos, acercarse a los problemas del anciano, dándole solución en algunos casos, o apoyo en otros; para así influir sobre la actitud del abuelo con respecto al Círculo y así mismo.

    Este clima de comunicabilidad entre ambos puede llegar a tal punto que el anciano sienta confianza en sí mismo y se muestre optimista por la actividad en que está inmiscuido. Cuando esto ocurre estamos en el momento exacto de utilizar al abuelo con mayores posibilidades para ponerlo frente al Círculo, bajo nues­tro asesoramiento hábil, pues utilizando esta coyuntura, el abuelo monitor sirve de gran ejemplo para ganar adeptos al Círculo, para mantener a los asiduos y para convencer a los exépticos; en síntesis mediante su presencia activa garantiza la estabilidad de un grupo social donde priman los años vividos.

    Después que las dudas pertenecen al pasado el anciano se conven­ce que la actividad física para que se revierta en salud y bien­estar social debe ser sistemática, éstos se convierten en el grupo social más exigente, apasionados y convencidos de la nece­sidad de la práctica del deporte.

    En investigaciones realizadas, muchos se retraen en no haber comenzado antes su participación en el Círculo, pues han visto que después de su incorporación han contrarrestado la tendencia al aislamiento, que se incrementa según pasan los años y afianzan el criterio que gracias al ejercicio físico han recobrado un sentimiento de utilidad personal, erradicando el concepto de que su vida ha perdido un contenido social.

    Además podríamos recomendar, que para estabilizar nuestro grupo de veteranos, el profesor de Cultura Física, debe ser ejemplo ante todo, cuidar por su apariencia personal, por su vocabulario, por su autodisciplina laboral, para demostrar un exquisito tacto pedagógico para tratar al abuelo al corregirles los errores en la ejecución del ejercicio, para inspirarle confianza a la hora de realizarlos.

    Cuando esta reciprocidad Profesor-Círculo sea profunda se pueden utilizar a los abuelos para el embellecimiento de su local, fomentar actividades recreativas propias de su edad, incentivar la transferencia de conocimientos, habilidades y experiencias de los ancianos a las generaciones más jóvenes estimulando la comu­nicación y la superación de mitos y perjuicios relacionados con la vejez.

    Así se va fortaleciendo un grupo social que nació engendrado por la actividad deportiva.

    Es interés social que una vez que estas personas culminen su actividad laboral, no se releguen a un segundo plano, y al deporte lo podemos utilizar para alejar a los abuelos de ese status, pues cuan activo y rica transcurriría la vida de estos sujetos, si logramos que no sean marginados socialmente y las concepciones discriminatorias y segregacionistas de la vejez desaparezcan.

    Por lo que el profesor de Cultura Física con su trabajo cotidiano en el Círculo de Abuelo, pueden imprimirle a esta etapa de la vida un contenido nuevo, acercando más a estos entre sí, para integrarlos a una vida social más armoniosa y a una vez cultural más plena.


Bibliografía

  • Casals, Ignasi (1996). "Teorías generales sobre las personas mayores. Rev. "Sociología de la Vejez". Colección Caminar. Edit. Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España Madrid.

  • Colectivo de Autores (1985) "Sociología para Médicos". Edit. C. Sociales. La Habana.

  • Galván Rodríguez, Ida (1996) "Cultura Física y Vejez". Material Editado por Centro de Informática. Facultad de Cultura Física, Pinar del Río.

  • Kraan, Robbert, J. (1993) "La atención a las personas mayores”. Edit. Ministerio de Asuntos Sociales. Madrid.

  • Walker Alan. (1996) "Asistencia a domicilios de Europa. Tendencias actuales y perspectivas futuras". Rev. "Sociología de la Vejez". Colección Caminar. Madrid.

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