¿Cuál es el futuro de la deontología médica?

• Autores: Mario Oppes
• Localización: Medicina y Ética: Revista internacional de bioética, deontología y ética médica, ISSN-e 2594-2166, ISSN 0188-5022, Vol. 18, Nº. 2, 2007, págs. 109-118
• Idioma: español
• Enlaces
  • Texto Completo Ejemplar
• Resumen

  • La deontología parece ser siempre más extraña a la cultura del médico de hoy. Diversos autores ponen en discusión su relevancia y validez en el determinar la conducta profesional del médico. En estas condiciones es necesario dudar incluso, de5pués de casi 2500 años de su nacimiento, de su misma supervivencia.

    Gran parte de las dudas nacen seguramente de la incapacidad de captar su verdadero significado, y esta tesis queda demostrada por el hecho que las definiciones utilizadas son demasiado genéricas y aproximativas. A través de la profill1dización de su significado se llega a distinguir la deontología de otras disciplinas como la ética y el derecho, llegando a d<.!mostrar que no sólo no existen superposiciones, sino que las tres disciplinas se mueven sobre planos diversos. Si se admite la unicidad de la deontología re5pecto de otras disciplinas y es más fácil reconocerle un papel todavía más relevante. Más aún, se puede argumentar eficazmente cuánto la deontología pueda resultar hoy indispensable para manejar la relación médico-paciente. A tal propósito es seguramente iluminante la tesis de Francesco D 'Agostino el cual, criticando las actitudes que llevan a la deslegitimación de la deontología, ident~fica, en su capacidad de gestionar eficazmente la asimetría de la relación médico paciente, la característica fundamental. El derecho es, por el contrario, incapaz de manejar una relacionalidad usimétrica porque por su naturaleza está concebido para ocuparse de relaciones entre iguales. Por lo tanto, la defensa de la deontología no debe ser vista sólo como la defensa de la autonomía profesional del médico, sino sería indirectamente interpretada como la defensa del sistema jurídico y, más en general, del sistema social.

    Son infundadas, por lo tanto, las preocupaciones que llevan a considerar la deontología como una disciplina declinante, sino que parece necesario un esfuerzo de parte de los organismos representativos de la profesión para restituir el papel que amerita como instrumento de gestión del ejercicio de la medicina.