Por sí solas, una hormiga o una abeja no son inteligentes, pero las colonias que forman sí lo son. El estudio de la «inteligencia de enjambre» proporciona unos conocimientos que pueden ayudar a los humanos a gestionar sistemas complejos, desde la ruta de una flota de camiones hasta la dirección de robots militares.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados