Te lleva a la página de inicio Nuevas aportaciones al exilio de los maestros republicanos

 

Salomó Marquès
Universitat de Girona
REDER. Red de Estudios y Difusión del Exilio Republicano (reder@reder.net)

 

Introducción

               

                Recientemente, el historiador Francesc Vilanova afirmaba: Més enllà de les grans paraules, els grans records i la justa i necessària reivindicació, cal posar els peus damunt la terra i evitar de totes totes que l'arbre de l'Exili ens tapi els bosc dels exilis[1], haciendo referencia a los diversos colectivos y diferentes exilios provocados por la Guerra Civil, e insistía en la necesidad de estudios en profundidad sobre el tema. Uno de los colectivos más afectados fue el del magisterio; para algunos de sus hombres y mujeres el exilio se inició con la salida forzosa en los primeros meses de la Guerra Civil huyendo o de los excesos revolucionarios provocados en las zonas republicanas o del acoso y persecución provocados por los nuevos gobernantes en los territorios bajo su mandato. El exilio del magisterio continuó durante los largos meses de contienda civil y tuvo un momento álgido con la ocupación de Cataluña y, aunque más lentamente, perduró durante los primeros años del nuevo régimen. El magisterio, además, por su importancia social, sufrió una enorme represión y depuración bajo el régimen franquista a fin de configurar un colectivo dócil a la voluntad de los nuevos gobernantes.

 

                Está por hacer el estudio general del exilio del magisterio español como está por hacer el estudio de la depuración del magisterio en su totalidad. De todas maneras, las aportaciones de Álvarez Oblanca[2], Crespo Redondo[3], Ostolaza[4], González-Agápito  y Marquès Sureda[5], Morente Valero[6], Miró[7], etc. nos permiten conocer suficientemente el ámbito de depuración y represión del magisterio. No pasa lo mismo con el tema del exilio, en el que las publicaciones son, por el momento, muy escasas. Posiblemente la falta de documentos oficiales y las dificultades que comporta trabajar con fuentes orales sean la causa de la existencia de este vacío en el campo de la historiografía educativa española.

 

                Por lo que se refiere al magisterio catalán, es decir, aquellos hombres y mujeres que se dedicaban a la enseñanza elemental, a difundir los conocimientos básicos a través de la enseñanza pública o privada en Cataluña, la publicación de L'exili dels mestres (1939-1975)[8] permitió una primera aproximación cualitativa y cuantitativa. La continuación de la investigación sobre dicho colectivo nos permiten, a los cuatro años de su publicación, ampliar algunos datos y confirma, lamentablemente, lo que nos temíamos: que el estudio se había quedado muy por debajo de las cifras reales del exilio. La afirmación de que el total de maestros exiliados representaba más del 8% de la plantilla de los maestros y maestras públicos que trabajaban en el Principado durante la etapa republicana ha sido superada con nuevos estudios y aportaciones y nos estamos acercando al 10%!

 

                Los datos contenidos en el archivo documental de Jesús M. Bellido[9] nos permite conocer más datos sobre hombres y mujeres que no figuran en los estudios del exilio publicados hasta el momento por no ser ni intelectuales reconocidos ni tener cargos políticos o sindicales relevantes. Son personas que nos permiten configurar la historia de los que no tienen historia. Se trata de documentos manuscritos y mecanografiados que guardaba Bellido per razón del trabajo que realizaba en el exilio de Toulouse durante la primera mitad de los años cuarenta.

 

 

La personalidad intelectual y política de Jesús M. Bellido

 

                No se puede en tan breves páginas estudiar a fondo la rica personalidad intelectual y política de Jesús M. Bellido. Por lo tanto, nos limitaremos a resaltar solamente aquellos rasgos que permitan conocer y valorar el trabajo realizado desde el exilio a favor de otros exiliados. Esperamos que algún día no muy lejano se recupere en plenitud la biografía de este político y profesor universitario que trabajó incansablemente para la renovación de la Universidad de Barcelona y, al mismo tiempo, para la consolidación de una república plural y democrática.

               

Jesús María Bellido Golferichs nació en Barcelona en 1880; licenciado en la Facultad de Medicina de Barcelona en el año 1902 obtiene el doctorado en la de Madrid en 1906. Su labor docente e investigadora la lleva a cabo en diferentes universidades: catedrático en la Universidad de Zaragoza desde 1914 hasta 1918 y posteriormente de la de Granada. En el año 1930 obtiene la plaza de catedrático de Farmacología en la Universidad de Barcelona. Trabajará incansablemente en la universidad como profesor y como investigador, publicando numerosos artículos científicos y de divulgación[10]. Al mismo tiempo, formará parte de diferentes comisiones con otros profesores universitarios de talante republicano. Durante estos años saldrá varias veces al extranjero: Edimburgo 1923, Liverpool 1927; incluso durante la Guerra Civil participará en París en una reunión científica con otros profesores de la Universidad Autónoma de Barcelona: J. Xirau, Roura-Parella, etc.

               

Desde el punto de vista profesional destacamos que, junto con August Pi y Sunyer, fundó el Institut de Fisiologia; ocupó la presidencia de la Societat de Biologia de Barcelona (1919) de la que fue secretario el año de su fundación. Las relaciones con colegas franceses fueron extensas e intensas, lo que explica que fuese muy bien acogido en Toulouse en los años de exilio. A través de la Societat de Biologia  viaja a Francia en 1918 y 1919 e inicia los contactos con colegas franceses, de forma especial con los doctores Abelous y Camil Soula, importante occitanista que ya acogió en Francia a algunos profesores durante la dictadura de Primo de Rivera[11]. Era miembro de la Association des Physiologistes de Langue Française participando en los congresos de París (1937) y Marsella (1939); pertenecía también a l'Association de Medicins de Langue Française, participando en los congresos de Liège (1930) y de Marsella (1938). Tenía la Palme d'Officier de l'Instruction Publique, otorgada por el gobierno francés en 1929.

               

Su compromiso público para la mejora de la enseñanza en Cataluña se pone de manifiesto prontamente. Así, en 1906 apoyará la propuesta de creación de la Escola de Mestres de Joan Bardina para crear la primera Escuela Normal catalana concebida como una escuela activa[12]. En el año 1920 forma parte del equipo que redactará el proyecto para la creación del Institut d'Educació General o d'Educació Nacional Catalana en el gobierno de la Mancomunitat de Catalunya[13] y, por otra parte, dirigirá la escuela de Vilajoana que el Ayuntamiento de Barcelona había instalado en el bosque de Vallvidrera para la educación de los niños y niñas ciegos, sordomudos y deficientes. Por otra parte, participará directamente en la renovación de la Universidad de Barcelona, impartiendo conferencias y cursos complementarios en los años 1916-17; el año siguiente participa activamente en el Segon Congrés Universitari Català[14]. Durante el periodo republicano será miembro del Consell de l'Institut d'Acció Social Universitària i Escolar de Catalunya, entidad que se propone ayudar material y moralmente a los estudiantes de Cataluña mediante residencias, cantinas, cooperativas, etc. y también formará parte, en nombre de la Universidad Autónoma de Barcelona, del Consell de l'Escola Nova Unificada (CENU) a partir del 17 de mayo de 1938[15]. Esta institución, creada el 27 de julio de 1936,  preparó y realizó, en parte, un proyecto educativo revolucionario que comprendía todos los niveles educativos desde el jardín de infancia hasta la universidad.

               

                Desde el punto de vista político, fue miembro activo de Acció Catalana Republicana[16], partido que en las elecciones del mes de febrero de 1936 formará parte del Front d'Esquerres, coalición electoral en la misma línea del Frente Popular español que derrotó ampliamente al Front Català d'Ordre y que durante los años de guerra participó en distintos gobiernos de la Generalitat de Cataluña. Católico practicante, fue nombrado por Negrín[17] comisario de Cultos el 9 de diciembre de 1938 al crearse el Comisariado de Cultos para garantizar el ejercicio ritual de las convicciones religiosas[18]; este comisariado seguía en parte las pautas propuestas en el proyecto de Irujo. Durante el poco tiempo que funcionó, llevó a cabo una gran actividad y contactos.

 

                A finales de enero de 1939 se marchará al exilio con toda su familia[19]. Después de una larga peripecia, se instalan en el antiguo cuartel de bomberos de Toulouse, en el barrio antiguo, junto con otros intelectuales y exiliados republicanos[20].  Rápidamente se organizarán para continuar la formación intelectual de sus hijos. Los catalanes crearán un centro cultural en el que los propios exiliados disertarán sobre variados temas junto con la participación de colegas españoles y franceses. Por otra parte, con la ayuda del Comité Universitaire Toulousain des Amis de l'Espagne Républicanne, organizarán cursos de formación para facilitar la incorporación profesional en Francia. Así,por ejemplo, en la Residencia Ramon Llull se organizarán cursos para señoritas de preparación para poder participar en los cursos que se organizan en los hospitales de Toulouse[21]

 

Bellido en Francia colabora activamente con algunas sociedades científicas y trabajará en los laboratorios de la Facultad de Medicina de Toulouse. Además, obtiene el certificado de Lengua Francesa en dicha universidad, cuando tiene 60 años!. En esta ciudad morirá el año 1952.

 

                Por lo que se refiere a las actividades políticas en el exilio, sabemos que es miembro del Consell Executiu d'Acció Catalana Republicana, que celebrará su primer congreso en el exilio en el año 1944. Un año más tarde figura como miembro de honor de la Asociación de Cultura Catalana, creada en el mes de mayo de 1945 en París;  en el ámbito de las actividades culturales organizadas por dicha asociación, disertará sobre las aportaciones científicas de Miguel Servet, en la Sorbona. Participará en la Setmana d'Estudis Catalans que se celebra en el año 1947 en Prada, en el departamento de los Pirineos Orientales. Sus actividades culturales se ponen de manifiesto en la colaboración en diversas revistas publicadas en el exilio; por ejemplo, Revista de Catalunya, Quaderns d'Estudis Polítics, Econòmics i Socials[22], Foc Nou, así como en libros colectivos como Ofrena a París, publicado en 1948 por la editorial Albor en París, un homenaje colectivo a la capital de Francia o Els metges catalans emigrats, editado por el Club de Llibre Català en el año 1963 en México[23].

 

 

La convocatoria de Foc Nou[24]

 

                En Toulouse continuará trabajando profesionalmente en el campo de la medicina y también de la política. El 9 de diciembre de 1944 la revista Foc Nou publica la siguiente llamada:

“ los profesores y funcionarios del Departament de Cultura de la Generalitat[25]

A fin de facilitar la confección de un censo del personal de las instituciones de cultura de la Generalitat de Catalunya para poder, en su día, hacer las gestiones oportunas para el restablecimiento de dichas instituciones y la defensa de los derechos del personal, en la  actualidad, en buena parte en el exilio en Francia, se ruega a los profesores, técnicos, administrativos y subalternos de la Universitat Autònoma de Barcelona, Institut d'Estudis Catalans, Biblioteca de Catalunya y bibliotecas populares, Escuelas Normales, Institutos Escuela, Escuelas técnicas y Escuelas primarias, y todas las demás escuelas sostenidas o subvencionadas por la Generalitat que se encuentren actualmente en Francia, que tramite una nota con indicación de sus nombres y apellidos, institución en la que prestaban servicio, denominación de los cargos respectivos, retribución en el último presupuesto, fecha de nombramiento y dirección actual al doctor J.M. Bellido. 8, rue de La Trinité. Toulouse. Haute Garonne".

               

Hasta el momento no sabemos con exactitud de qué institución política había salido dicha convocatoria, que a nosotros nos permite conocer la situación y, en algún caso, el pensamiento de algunos funcionarios de la Generalitat exiliados en el sur de Francia.

               

A la llamada de Bellido contestan 20 personas (18 hombre y 2 mujeres) que han trabajado en alguna de las instituciones de la Generalitat. El número tan pequeño de respuestas tiene una explicación, ya que a finales del año 1944 muchos de los exiliados ya han partido abandonando una Francia en guerra y ocupada para diferentes países americanos (México, Venezuela, República Dominicana, Cuba, etc.) o para la Unión Soviética u otros países europeos. Buena parte de los exiliados que aún quedan en Francia están trabajando forzadamente para los alemanes o están en la Resistencia. La mayoría de ellos (16) trabajaban en el campo de la enseñanza y hay que incorporarlos a la ya larga lista de maestros exiliados. Sólo tres personas de las que contestan trabajaban en el campo administrativo[26]; por otra parte, de una de ellas, Carles-Enric Gonzàlez Juncosa, sólo sabemos que trabajó en la comisaría de Educación Física, pero desconocemos qué tipo de trabajo realizó y qué condición administrativa tenía.

               

Los 16 restantes ofrecen una variada gama de situaciones, tanto por lo que se refiere a la fecha de nombramiento como a las actividades realizadas en el campo de la enseñanza. Destacamos el hecho de que la mayoría de nombramientos son efectuados durante el periodo de la guerra. Por otra parte, cabe resaltar la presencia de docentes que enseñaban en el campo técnico y no en el de primera enseñanza, confirmado, una vez más, que el exilio afectó a todos los niveles educativos; el exilio de los docentes del campo técnico y profesional está por estudiar. Además, se dan algunos casos de exilios familiares: entre los exiliados hay una pareja y dos casos de padres e hijos. El grupo que responde a la llamada de Bellido no es muy numeroso, pero es lo suficientemente variado para confirmar la pluralidad de la biografía de los docentes exiliados.

 

La relación de profesionales que responden a la llamada de Bellido es la siguiente:

* David AUBÀ PONS, maestro de enseñanza primaria en la escuela Catalonia, de Badalona patrocinada por la Associació Protectora de l'Ensenyança Catalana. En el año 1937 trabaja en el Grupo Escolar de Badalona y en el mes de enero de 1938 es nombrado para trabajar en el Grupo Escolar Miguel Servet, en la población de Pla de Besòs (= Sant Adrià de Besòs[27])

* Josep BORONAT RECASENS, profesor por correspondencia en la institución Extensió d'Ensenyaments Tècnic, nombrado a finales del año 1931.

* Artemi CASANOVAS PIÉ,  director y maestro de la escuela dependiente de la Generalitat (CENU[28]) en Olot, nombrado el mes de abril de 1937. Cuenta con un largo currículum educativo anterior: ejerció de maestro en el Ateneu Igualadí de la Classe Obrera, en el Casal Montessori de Vilafranca del Penedès, en el Ateneu de Martorell, en las escuelas dependientes de la Comissió de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona y en las escuelas estatales de Port de la Selva.

* Lluís CASALS GARCÍA, director y profesor de geografía e historia del Instituto-Escuela de Sabadell, nombrado en el año 1936.

* Josep CORTADELLAS BONET, maestro de primera enseñanza en la escuela catalana dependiente de la Generalitat de Catalunya (CENU) en Caldes d'Estrach-Caldetes, nombrado en agosto de 1937.

* Lluís GAUSACS RAMOND, maestro de primeras letras y director del Grupo Escolar Joan Maragall en Cerdanyola del Vallès, nombrado en noviembre de 1936[29]

* Magdalena GASULL GRAELLS, maestra de primera enseñanza en Badalona, nombrada el mes de octubre de 1936.

* Jaume INGLÈS ISERN, profesor auxiliar de dibujo industrial y profesor de inglés en la Escola del Treball de Vilanova i la Geltrú, nombrado el mes de octubre de 1937 cuando la Generalitat se hace cargo de dicho centro.

* Maria MUNTAÑOLA GASULL, maestra de primera enseñanza en Badalona, nombrada el mes de octubre de 1936. Se trata de la hija de Magdalena Gasull.

* Ramon PONS SISÓ, maestro en la escuela de la Generalitat (CENU) en la población de Pau de Sert (=Santa Pau, en la comarca de la Garrotxa), nombrado el mes de junio de 1937.

* Gonçal de REPARAZ profesor de geografía humana y económica y de economía política en la Escola d'Estudis Socials de la Generalitat de Catalunya (1928-1938) y profesor de historia de la Marina y de economía en el Institut Nàutic de la Mediterrània[30].

* Camil ROVIROSA PONT, profesor de química en la Escola Industrial y Escola del Treball, nombrado el mes de octubre de 1936.

* Josep RUBIÓ CABECERAN, profesor en la Escola Mitjana d'Agricultura de Caldes de Montbui.

* Angel SAMPERE COLOMÉ, director y profesor de la Escola Elemental del Treball, de Badalona, nombrado en el año 1918. Padre de:

* Horaci SAMPERE GIRÓ, profesor de matemáticas en la Escola Elemental del Treball de Badalona, nombrado el año 1931.

* Santiago SANS SICART, maestro interino de primera enseñanza en la población de Calella (comarca del Maresme), nombrado en enero de 1937.

 

                Sorprende la elevada proporción de profesores que ejercían en enseñanzas profesionales y técnicas. No hay que olvidar que a lo largo de todo el siglo, Cataluña tenía una gran tradición de enseñanzas profesionales. A diferencia de otras zonas de España, las enseñanzas profesionales tenían una importancia creciente y una basta organización. Tal como afirma Ramón Navarro, la Generalitat va fer tot allò que va poder en aquest terreny: mantingué representació i subvencionà els patronats locals de formació professional, reorganitzà molts dels centres existents i els donà una nova empenta, i creà alguns centres, pocs, perquè també eren poques les seves possibilitats[31]

 

                En general las cartas contestando a la petición de Bellido son escuetas, limitándose a reseñar los datos personales que se piden; en algunas se nota el deseo y el convencimiento de un pronto retorno; deseo, por otra parte, manifestado en muchos documentos privados de exiliados, que estaban convencidos de que con la victoria de los aliados retornaría la república a España. Hay dos cartas que merece la pena destacar por la información complementaria que aportan. Una de ellas es la de Josep Boronat, que aprovecha la ocasión para preguntar  al excomisario de Cultos si no existe alguna voz entre los católicos exiliados catalanes que hable con valentía, tal como lo hacen los vascos; se pide también si es posible la publicación de una hoja informativa en nombre de los católicos catalanes[32]. La otra carta relevante es la del maestro Artemi Cananovas, hombre de larga experiencia profesional. Se muestra dolido y muy crítico con algunas actuaciones republicanas que favorecieron a personas arribistas, aprovechadas y protegidas por políticas partidistas de los partidos políticos. Es una carta que demuestra un estado de ánimo y una desazón de algunos republicanos que, al no tener militancia partidista, ven como los intereses de partido pasan delante de los intereses republicanos en general. Por su importancia la reproducimos íntegramente en el apéndice documental.

 

 

Formación de maestros por correspondencia en el exilio

 

                Si por una parte los documentos del fondo Bellido nos permiten conocer la respuesta a la llamada procedente del gobierno catalán para conocer la situación de sus funcionarios en el exilio, también nos permiten conocer otras actividades relacionadas con la enseñanza. En este caso la iniciativa es del gobierno republicano. Bellido será nombrado director general de Enseñanza por el gobierno de la república en el exilio a finales del año 1946[33] , siendo ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes el maestro y político catalán Miquel Santaló[34] , d'Esquerra Republicana de Catalunya; el presidente del Consejo de Ministros era José Giral. Las instituciones de la República tenían fijada la residencia en París[35]. Posiblemente este nombramiento sea debido al resultado del reparto de poderes en el gobierno republicano en el que había una representación de Cataluña y del País Vasco.

 

                En el año 1947, acabada ya la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de la república española en el exilio organizará un curso por correspondencia para la preparación de maestros en el exilio, patrocinado por el Ministerio de Educación. Un curso cuyo programa consistirá en el estudio de lengua y literatura españolas, geografía, historia, aritmética, geometría, física, química, biología, psicología y pedagogía. Con una duración de seis meses,  podrán participar en él los aspirantes que superen una prueba preliminar.

 

                Pocas cosas más conocemos de este curso, a no ser el cuestionario previo que debían contestar los aspirantes y la relación de los mismos que hemos podido consultar en los documentos que la familia Bellido ha entregado al Centre d'Història Contemporània de Catalunya. Por lo que se refiere al cuestionario, queda claro que se trata de contestar a cuatro preguntas de carácter general para poder estimar el grado de cultura de cada alumno a fin de adaptar a él las enseñanzas del curso. Se trata de fomentar un trabajo personal en el que el aspirante pueda responder con arreglo a sus conocimientos y de manera espontánea.

               

Los cuatro temas son los siguientes: a) descripción de la escuela en la que el aspirante hizo los primeros estudios (local, maestros, trabajo escolar, libros de texto, disciplina, etc.); b) ¿Qué libro de los que Vd. ha leído, han impresionado más su espíritu? . Haga un resumen del contenido y exprese su juicio personal sobre el mismo; c) El carbón al aire y a temperatura suficiente arde. Por qué? Productos finales de la combustión del carbón. d) Un industrial ha invertido la mitad de la fortuna en acciones de una compañía de electricidad; la cuarta parte en compra de terreno, la sexta parte en títulos de la deuda y le quedan en metálico 75.000 pesetas. ¿A cuánto ascendía su fortuna y cuál es el montante de las diferentes cantidades invertidas?. Son cuatro cuestiones mediante las cuales los aspirantes pueden demostrar su nivel de conocimientos y, al mismo tiempo, su capacidad de expresión escrita.

 

                A partir de la documentación guardada por J.M. Bellido podemos ofrecer una información general que nos permite conocer un poco mejor aspectos relacionados con el ámbito educativo del exilio. A la convocatoria de este curso por correspondencia participan 158 aspirantes, entre los que se cuentan: 18 mujeres. De los aspirantes, 30 poseen el título de maestro; 31  tienen el grado de bachiller; 78 no poseen título superior ni secundario completo, de los cuales 15 poseen el certificado francés de estudios primarios, 42 han cursado algunos años de bachillerato, 21 sólo han concurrido a la escuela primaria y 19 han cursado estudios profesionales diversos (peritaje mercantil, peritaje industrial, etc.). Algunos, pocos, afirman haber estudiado en la Escuela Popular de Guerra o en la Academia de Oficiales. Es a todas luces evidente una enorme disparidad de situaciones académicas por lo que atañe a títulos y formación de estos aspirantes, que a buen seguro consideran que la obtención de este título les permitirá mejorar su situación laboral.

 

                Por lo que se refiere a la edad de los aspirantes al curso, hay 7 con más de 50 años, 15 entre los 40 y 50 años, 50 en el grupo comprendido entre los 30 y 40 años, 61 , el grupo más numeroso, que tienen entre 20 y 30 años y 14 que son menores de 14 años. Los más jóvenes suelen acreditar estudios hechos en Francia ya que todos ellos, como mínimo tienen sobre sus espaldas 8 años de exilio. La mayoría de ellos viven en el sur (91) y centro (29) de Francia; unos pocos residen en el norte (9) y en la capital: París (8). Hay algunos hay que viven fuera de Francia: en Bélgica 2, igual que en Marruecos y Túnez y 5 en Argelia.

 

Entre los aspirantes hay varios casos de familiares, de hermanos que solicitan participar en el curso, por ejemplo, Adelaida y Dolores Mora Quintana, residentes en Toulouse, o Jesús y Pascual Ramírez Fernández, residentes en Condom (Gers), o Juan y Adolfo Fuentes Sanmartín, de Carcassonne; el caso más destacado es el de los cuatro hermanos Antich Güell (María, Andrés, José y Montserrat) residentes en Toulouse. También hay algún caso de padre e hijo como por ejemplo José Estirado Valverde y su hijo José Estirado Fernández, residentes en Perpignan.

 

                Entre los solicitantes hay 30 personas que dicen tener el título y haber ejercido de maestro en España. De la mayoría de ellos conocemos la provincia donde ejercían de maestros antes del exilio; no hay ninguna provincia que sobresalga por encima de las otras; siendo la dispersión la tónica dominante. He aquí la relación de estos maestros exiliados por orden de más a menos según las provincias: tres en Guadalajara (Isabel Biaggi; Nicasio Unsain Ibáñez y Pilar Viñas Playan) y en Lérida (Pedro García Lamolla; Emilio Sendrós Pons y Josep Vilalta Pons); dos en Zaragoza (César Adiego Langarita y Pedro Morga Monasterio ), en Huesca (Víctor Cipres Mendoza y Fausto Roca Mayoral), en Madrid (José Estirado Valverde y Teresa de Torres Campaña), en Oviedo (José Barreiro García y Aurelio Guerra Rivera) y uno en Valencia (Emilio Sanz Sanz); en Salamanca (Maximino Carrascal Carrascal), en León (Virgilio Díez Rodríguez), en Vitoria (José Miguel Echaniz Arruti), Toledo (Antonio Osuna); en Ávila (Ambrosio Vegas Parral),  en Barcelona (Martí Valero Pujades) y Bilbao (Segundo Muñoz González)[36]. Algunos de estos maestros entrarán, como auxiliares, en los liceos franceses a impartir clases de español. Aquí aparece otro tema para investigar: el del profesorado exiliado español en la enseñanza secundaria francesa de la postguerra.

 

                Este curso se celebró con la colaboración de la organización internacional YMCA[37]. Entre el profesorado del curso conocemos los nombres de  J.M. Bellido, R. Candel, M. Cabra, R. Llopis i J. Ballester, algunos de los cuales habían ocupado cargos en el ministerio de Instrucción Pública durante la etapa republicana[38]. Poco más sabemos sobre este curso que hace patente el interés de más de 150 españoles exiliados para conseguir el título de maestro por correspondencia a partir de una formación inicial muy variada. Por el momento y a la espera de ulteriores investigaciones solamente podemos constatar la voluntad del gobierno republicano en el exilio de continuar la formación de sus ciudadanos. Voluntad que, en el caso que presentamos, se ve correspondida con una buena respuesta de aspirantes.

 

 


Un Colegio Universitario Hispanoamericano

 

                Por otra parte, entre los documentos de Bellido figura el proyecto de realización de un colegio universitario hispanoamericano. La fecha del borrador consultado es del año 1947. El proyecto consiste en la creación de un centro de tipo universitario de estudios profesionales y superiores a establecer en alguna localidad de América central o meridional (de hecho, en el presupuesto que se adjunta se prevé la instalación del centro en Estados Unidos de América), destinado a recibir estudiantes españoles o hispanoamericanos.

 

El profesorado, en número de cuarenta y sesenta colaboradores, estará constituido por universitarios salidos de España en enero y febrero del 1939 y las enseñanzas previstas abarcan los campos de la filosofía, psicología, letras, historia, geografía, ciencias exactas físicas, químicas y naturales, biología, medicina y pedagogía. También habrá enseñanzas profesionales de enfermeras, oficiales de sanidad, bibliotecarias, auxiliares de laboratorios. En el centro también habrá enseñanza de idiomas y las enseñanzas se realizarán indistintamente en español e inglés.

 

Para el apoyo económico del centro está prevista la relación con alguna institución norteamericana de protección de la cultura superior, como la Fundación Rockefeller o la Institución Carnegie.

 

No tenemos constancia documental de que el proyecto llegase más allá de esta fase inicial. Si lo mencionamos sólo es para dejar constancia de la voluntad del gobierno republicano en el exilio a favor de la educación y la enseñanza.

 

 

Conclusiones

 

                Hasta aquí nuevas informaciones sobre maestros republicanos exiliados procedentes de la consulta del archivo de Jesús M. Bellido. Informaciones que nos permiten, por una parte,  ampliar y consolidar los estudios  realizados anteriormente sobre el magisterio catalán y, por otra, abrir futuros campos de investigación.

 

                La acción política de Bellido a favor de los exiliados abarca tanto el ámbito de la Generalitat republicana como el del gobierno central y nos permite conocer dos colectivos diferentes y complementarios a la hora de estudiar el exilio del magisterio español. Al mismo tiempo la consulta de la documentación guardada por JM. Bellido nos permite conocer la biografía de este profesor universitario, republicano, católico y catalanista que aporta nuevas visiones a la compleja realidad republicana tanto antes como durante el exilio.

Proyecto Clío

[1] VILANOVA, F. "Exilis", El País, Quadern nº 834, p. 8

[2]  ÁLVAREZ OBLANCA, W. La represión de postguerra en León. Depuración de la enseñanza. León: Santiago García editor, 1986.

[3] CRESPO REDONDO, J. et alii, Purga de maestros en la Guerra Civil, Valladolid: Ámbito, 1987.

[4] OSTOLAZA ESNAL, M. El garrote de le depuración. Maestros vascos en la guerra civil y el primer franquismo (1936-1945). Donostia-San Sebastián: Ibaeta Pedagogía, 1996.

[5]  GONZÁLEZ-AGÁPITO, J.; MARQUÈS SUREDA, S. La repressió del professorat a Catalunya sota el franquisme (1939-1943). Barcelona: Institut d'Estudis Catalans, 1996.

[6]  MORENTE VALERO, F. La escuela y el estado nuevo. La depuración del magisterio nacional (1936-1943). Valladolid: Ámbito, 1997.

[7] MIRÓ, S. Maestros depurados en Baleares durante la Guerra Civil. Palma: Lleonard Muntaner editor, 1998.

[8] MARQUÈS SUREDA, S. L'exili dels mestres (1939-1975). Girona: Universitat de Girona-Llibres del Segle, 1995.

[9]  He podido consultar los documentos de Bellido en el archivo del Centre d'Història Contemporània de Catalunya y en el archivo personal de su hija, Carolina Bellido, que los ha puesto generosamente a mi disposición. Le agradezco públicamente tanta deferencia.

[10] Cf. POUS I MAS, T. Bibliografia mèdica del doctor Jesús Mª Bellido i Golferichs, Barcelona: Fundació Museu d'Història de la Medicina de Catalunya, 1984. En esta publicación se catalogan 129 publicaciones entre trabajos individuales (42), trabajos en colaboración (40), traducciones (8), prólogos (1), comentarios y críticas bibliográficas (12)  y resúmenes (26), comprendidos desde el año 1904 hasta el 1941. Esta bibliografía confirma la afirmación de su hija Carolina, que define a su padre como una persona con una enorme capacidad de trabajo al que no gustaba figurar en primera línea.

[11] Cf. BELLIDO, J.M. "Vint-i-cinc anys de vida anecdòtica de Societat de Biologia", La medicina catalana, nº. 51-52, Barcelona, 1937, p. 23-34.

[12] Sobre el tema ver GONZÁLEZ-AGÁPITO, J. "Pròleg" a: BARDINA, J. El règim de llibertat dels escolars i altres escrits. Vic: Eumo Editorial, 1989, p. XXI-XXXVI.

[13] Cf. BALCELLS; A.; PUJOL, E.; SABATER, J. La Mancomunitat de Catalunya i l'autonomia. Barcelona: Institut d'Estudis Catalans, 1996, p. 449.

[14] PUIG I REIXACH, M. (Comp.), Els congressos universitaris catalans, Barcelona: Undarius, 1977. En 1932 propondrá la celebración de un Tercer Congrés Universitari Català, ya que algunos de los objetivos marcados durante el segundo aún están por cumplir.

[15]  Cf. FONTQUERNI, E.; RIBALTA, M.  L'ensenyament a Catalunya durant la Guerra Civil. El CENU. Barcelona: Barcanova, 1982, p. 41.

[16]  Partido creado en 1931 como consecuencia de la reunificación de Acció Catalana y Acció Republicana de Catalunya. Era una alternativa a la Lliga Regionalista con un programa centrista: republicanismo, catalanismo y liberalismo. Tuvo influencia en sectores de la burguesía y entre el mundo intelectual.

[17] Igual que Bellido era catedrático de fisiología y socio corresponsal de la Societat de Biologia de Barcelona en la que había impartido algunos cursos.

[18] Sobre este tema ver, entre otros, RAGUER I SUÑER, H. Lka Unió Democràtica de Catalunya i el seu temps (1931-1939). Barcelona: Publicacions de l'Abadia de Montserrat, 1976, especialmente el capítulo XII dedicado al restablecimiento del culto público;  MANENT, A.; RAVENTÓS, J. L'Església clandestina a Catalunya durant la Guerra Civil (1936-1939).Barcelona: Publicacions de l'Abadia de Montserrat, 1988.; de manera especial el apartado dedicado a la creación del Comisariado de Cultos, pg. 226-234.

[19] Una familia formada por su mujer Dolors Sanmartí (que morirá en Toulouse el año 1942) y siete hijos: Dolors, Montserrat, Conxita, Josep, Carolina, Mercè i Leonci.

[20] Entre los que sobresalen en el ámbito educativo: Pompeu Fabra, Rovira y Virgili, HJ. Serra-Hunter, Alexandre Galí, Maria baldó de Torres, etc. Un testimonio directo de cómo viven en Toulouse lo tenemos en ARTÍS-GENER,  A. Tisner, Viure i veure, 3, Barcelona: Editorial Pòrtic, 1991, pg. 54ss.; ver también, entre otros, SAURET, J. L'exili polític català, Barcelona: Aymà, 1979, pg. 46

[21] Se darán conferencias por parte de los profesores de medicina residentes en la maison des Étudiants en las que se tratará particularmente de ensenyar el léxico médico y quirúrgico francés, utilizando como libro de texto el libro Manuel de l'Infermière Hospitalière editado por la Cruz Roja francesa.

[22] En el número 9 (setiembre 1945) de esta revista publicará el artículo "La Universitat Autònoma de Barcelona i el règim franquista" que presenta un primer estudio sobre la depuración y represión del profesorado universitario.

[23] Cf. MANENT, A. La literatura catalana a l'exili, Barcelona: Curial, 1989.

[24] Se trata de la revista editada en Toulouse entre los años 1944-47 publicada por Solidaritat catalana y dirigida por Domènec de Bellmunt.

[25] Cf. Foc Nou, núm. 14, 9 diciembre 1944. Traducido del original catalán.

[26] Se trata del matrimonio formado por Manuel González Tarascó, ayudante de administración en la Casa del Nen Francesc Ascasso, y de Isabel Espona Pujol, que trabaja en los servicios domésticos de dicha institución, y de Ramón Verges Ramis, auxiliar técnico de los servicios generales de la Universitat Industrial de Barcelona.

[27] El empuje revolucionario llevó a cambiar la toponimia de poblaciones con nombres de santos por otros de laicos con connotaciones territoriales.

[28] Las escuelas del CENU eran las que dependían directamente del gobierno catalán. Básicamente, la Generalitat dirigió los centros escolares que fueron abandonados por las congregaciones religiosas masculinas y femeninas al estallar la revolución; también creó algunas escuelas propias.

[29] Será el secretario particular de Josep Tarradellas, presidente de la Generalitat en el exilio y, también, de la Generalitat recuperada el mes de octubre de 1977.

[30] La tarjeta personal que adjunta a la carta a Bellido dice: “Docteur de l'Université de Toulouse (Lettres) y Lecteur de langue et littérature portugaise a la Fáculté des Lettres.”

[31] NAVARRO, R. L'educació a Catalunya durant la Generalitat 1931-1939, Barcelona: Edicions 62, 1979, p. 74.

[32] El fragmento de la carta, escrita en Prada de Conflent, en los Pirineos Orientales, el 5 de enero de 1945, es como sigue: I ara permeteu-me fer-vos una suggerència aprofitant, de passada, l'haver d'escriure-us. La mort a l'exili de l'Il.lustre Cardenal Vidal i Barraquer, arquebisbe de Tarragona, la continuació a l'exili d'homes com el canonge Cardó, l'existència d'homes d'esperit cristià escampats per aquestes terres estrangeres de diferents partits polítics (clergues inclosos), les paraules del Papa sobre la democràcia, l'enorme paper jugat pels catòlics francesos (començant pel prelat tolosenc) en la Resistència contra els alemanys, les coses que han pogut deturar pel sol fet d'ésser-hi en aquests últims mesos i mil altres raonaments i consideracions em fan que sovint em pregunti: ¿No hi haurà ningú que parli valentment en nom dels catòlics catalans exiliats, com segons referències, ho fan els bascs? ¿És que no podria sortir un full, encara que fos quinzenal, en nom dels catòlics catalans?

                Jo crec que l'exemple dels catòlics francesos a la taula d'en Bernat qui no hi és ni hi és comptat i que deixant de banda tota qüestió d'apostolat, si es vol, el problema de tolerància mútua que es plantejarà a casa nostra el dia que hi puguem entrar, ha de fer desitjable fins als homes tebis, indiferents o descreguts que els catòlics catalans que són a l'exili no solament des d'ara diguin: Present! Sinó que facin sentir com més fort possible llur veu.

[33] Cf. Gaceta Oficial de la RepúblicaEspañola, año II, tomo II, martes 31 de diciembre de 1946, nº 15, p. 75.

[34] Profesor de geografía en la Escuela Normal de Girona; diputado de la Mancomunitat (1923), participó en la fundación de Esquerra Republicana de Catalunya, de la que fue delegado en Girona. Alcalde de la ciudad entre 1931-33 y diputado ante las Cortes (1931, 1933 y 1936), fue Ministro de Comunicaciones en el gobierno Lerroux  (1933), primer consejero de la Generalitat (1933-34) y presidente del Consejo de Trabajo (1938). Como geógrafo participará en la ponencia de la división territorial de Cataluña. En el exilio participará en actividades de la República, se exiliará a México donde retomará las actividades docentes. Morirá en Guadalajara, México, el año 1962.

[35] Cf. ALTED VIGIL, A. El archivo de la II República Española en el exilio, 1945-1977. Madrid, Fundación Universitaria Española, 1993, p. 181.

[36]  En algunos casos se especifica que se ha ejercido el magisterio sin tener el título como, por ejemplo, Andrés Pagés Cañellas, que afirma haber ejercido de maestro interino durante el periodo 1937-38 o Elías Moral Arroyo, que es bachiller y afirma haber ejercido el profesorado libre.

[37] Siglas del nombre inglés del Comité Internacional de Asociaciones Cristianas de Jóvenes (protestantes), con la que Bellido había tenido contactos en años anteriores y que ayudaba a los exiliados en actividades culturales y recreativas, por ejemplo, organizando en 1946 un campamento de verano que permitió a 50 castellanos, vascos y catalanes disfrutar de 10 días de vacaciones, según narra Sauret en su libro L'exili polític català, p. 253.

[38]  Cf. SAURET, J. L'exili polític català,. p. 253.