En los últimos años está resurgiendo en la economía un creciente interés por el estudio de la felicidad. Una de las principales cuestiones que éste aborda es la conocida paradoja de Easterlin, que afirma que la felicidad no ha aumentado en los países desarrollados pese al notable incremento de la renta per capita. Como los modelos económicos tradicionales no la pueden explicar, se acude a los conceptos de la psicología moderna: las comparaciones sociales, la adaptación y los errores en el pronóstico afectivo. El artículo revisa esta literatura y argumenta que las ideas mencionadas no son nuevas en la disciplina económica ya que fueron anticipadas en su tiempo por los grandes economistas Adam Smith y Thorstein Veblen.
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