La información es imprescindible para el buen funcionamiento de los mercados de valores, tanto para la formación adecuada de los precios como para que los inversores confíen en los mercados y participen en ellos. La crisis de 2007 ha enfatizado la importancia de la información para poder valorar adecuadamente los productos financieros y ha destacado cómo la opacidad puede exacerbar el contagio de la falta de confianza entre mercados y entre instituciones. La regulación de los mercados de valores considera la difusión de información como mecanismo necesario para la eficiencia de los mercados y protección de los inversores. La MiFID es buen ejemplo en este sentido ya que importe unos amplios requisitos de transparencia para la negociación de valores.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados